Jodido idiota. | Abraham Mateo |

XXIV

Positivo. El test marcaba positivo. En estos momentos,no sabía que hacer. Si reír, o llorar.

Y para que engañarnos,hice las dos cosas. Comencé a llorar mientras reía y abrazaba a Abraham, no era un bebé esperado pero sería bien recibido. Este sonreía mientras besaba mi cabeza y murmuraba lo mucho que me ayudaría con el bebé. Estaba realmente contento de tener un bebé, y, joder, yo también.

Si estaba contenta con Conny, como para no estarlo con este. 

Me separé de Abraham y besé repetidas veces la frente de mi hijo, haciendo que este riera. —¿Hermanito? —Asentí y este comenzó a correr por toda la casa gritando que tendría un nuevo hermano. Mi madre y mi hermano estaban por ahí perdidos, en la calle, así que no me importaba que lo hiciera. Abraham volvió a abrazarme y riendo lo estreché contra mis brazos, sin dejar de llorar.

Tras varios minutos así, me separé finalmente de él. Alcé la mirada y vi como brillaban sus ojos, haciéndome sonreír. Bajé mi miraba accidentalmente a sus labios, y al parecer este se dio cuenta, ya que, sonrió. Le volví a mirar a los ojos, encontrándome con que él miraba también mis labios. Se agachó rápidamente y dejó sus labios sobre los míos, besándome, dejando caer sus brazos a mi cadera.

Enrosqué mis brazos en su cuello, acariciando así su nuca. Cada vez que nos quedábamos sin aire nos separábamos pero al segundo volvíamos a juntar nuestros labios. Me encantaba besarle, realmente. Me encantaba volver a ser la chica de dieciséis años que tanto quería a este estúpido al que estoy besando.

—¡Mamá y papá, sentados en un árbol, dándose besitos! —Gritaba Connor. Reí y me separé de Abraham un tanto sonrojada, sin apartar mi mirada de la suya. Mordió su labio inferior y yo aparté mi vista para mirar a Connor, el cual miraba el calendario.

—Mañana viene Papá Noel. ¡A dormir! —Gritó empujándonos hacia la cama. Alcé en brazos a mi bebé y lo subí en la cama, le quité la ropa y le coloqué su pijama de Spiderman. Besé su mejilla y se tiró en la cama matrimonial, quería dormir con nosotros. 

Cogí un pijama de color azul oscuro y se lo entregué a Abraham, este me devolvió la camiseta y yo solo me encogí de hombros. Cogí el mío morado y me lo coloqué, me hice una trenza al lado y me tumbé junto a mi hijo, acurrucándome junto a él. Abraham comenzó a quitarse la ropa quedando en bóxers, y yo no pude evitar echarle... unas cuantas miradas. 

Bueno, en verdad no dejé de mirarle.

Cuando se colocó el pantalón se tumbó al otro lado de Connor, abrazándonos por la cintura. Apoyé mi brazo sobre el de Abaham y comencé a acariciarlo, quedando así completamente aburrida.

( . . . )

Los lados de mi colchón se hundían, mis ojos querían seguir cerrados pero los gritos de mi niño no ayudaban en absoluto. —¡Papá Noel, mami! ¡Papá Noel!

Suspiré y me levanté de la cama, Connor salió corriendo del cuarto y yo fui detrás de él. Bajo el árbol de Navidad se encontraban varios regalos, la gran mayoría para mi bebé. Agarré el teléfono y comencé a hacerle fotos junto a Abraham, mientras abría todos los regalos. Sonreía cada vez que se encontraba una pistola Nerf, un balón de fútbol, un peluche nuevo, e inclusive una cocinita de juguete. Reía sin parar al ver las caras que ponía mi pequeño rubio, y todavía más cuando tuvo que abrir el regalo de Basura. Llamó a su perro y le dio el hueso, haciendo que el pequeño amiguito moviera la cola de lado a lado, feliz.

Besé la mejilla de Abraham y este me sonrió, devolviéndome el gesto en los labios. —Buenos días, papá. —Sonreí saludando.

—Buenos días, mamá. —Me abrazó por la cintura, haciendo que apoyara mi cabeza en su hombro. —¿Qué desayunaremos hoy?

—Uh, colacao y galletas. —Reí. Abraham sonrió mostrando sus dientes y miró a Conny.

—Me parece bien. —Admitió.