VII

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–        Tranquilo, cualquier cosa me llamas y eso. –Sonreí mientras abrazaba a Tony. –Nosotros nos vamos que tenemos un partido. –Agarré la manita de Conny, el cual me arrastró por el pasillo del portal. –¡Adiós! –Grité.

–        ¡Adiós, pareja! –Gritó mientras reía por el comportamiento de mi bebé.

Seguimos a paso rápido por las calles. Por suerte me puse un chándal {Multimedia} antes de salir de casa y una coleta alta, sino, podría haber caído por los pasos de Connor. ¡Casi me caigo por las escaleras, por dios!

Cambié a una velocidad normal, haciendo que Connor se enfurruñara. Reí y negué con la cabeza. Comencé a dar saltitos como Heidi y este se rió de mí, le saqué la lengua y este hizo lo mismo. 

–Mami, ¿cuánto falta? –Preguntó Connor cansado. 

Lo alcé en brazos y dejé que descansara un rato, pues todavía quedaba un largo trayecto. Este, se limitó a colocar su cabeza en mi hueco del cuello, y se abrazó a él. Sonreí y besé su mejilla, mientras tarareaba una canción para que durmiera un rato. El partido puede esperar, mi bebé necesita descansar.

Coloqué correctamente la mochila, intentado no dejar caer a Connor. Suspiré, pues de verdad pesaba, y sabía que me iba a caer como siguiera así. 

–        ¿____? –Preguntaron a mis espaldas, haciéndome girar.

–        ¡Christian! –Sonreí, mientras acariciaba la espalda de mi niño. –¿Cómo tú por aquí? 

–        Me he mudado. –Se encogió de hombros. –Ya sabes, estaba cansado de tanto inglés. –Sonreí inconscientemente al oír su acento. Reí y lo miré a los ojos. –¿Qué pasa? –Fruncí el ceño sin entender, hasta que me di cuenta de que no apartaba la vista de sus ojos desde hace varios segundos. 

–        Esto.. ¿Te quieres venir? –Pregunté mordiéndome el labio inferior, intentando no sonreír. –Voy a casa de un amigo, e íbamos a jugar un partido junto a Connor. ¿Vienes? Te lo pasarás bien.

–        ¿No molestaré? –Negué con la cabeza, mientras fruncía el ceño. –Entonces bien. –Sonrió y miró a Connor. –¿Te ayudo? 

–        Oh dios, sí por favor. 

Chris apoyó sus manos en mi niño, y le dejé cogerlo. Suspiré al notar el cambio, mis brazos estaban quedando dormidos. Miré a los chicos y sonreí al ver la tierna imagen. Chris acariciaba la cabellera de Connor con cuidado, mientras el otro se acurrucaba en sus brazos. –¿Puedo haceros una foto? –Pregunté inconscientemente, haciendo que mis ojos se abrieran de par en par.

–        Si quieres, sí, supongo. –Rió nervioso. Sonreí avergonzada y saqué mi teléfono. Le di a la cámara y me separé dos pasos, di click y la foto se guardó. 

–        ¿Te la paso? –Pregunté todavía avergonzada, mientras comenzaba a caminar hacia la casa de Itzan.

–        Sí, Dios, es la hostia. –Reí y negué con la cabeza divertida.

Al llegar a casa de Itzan, cogí en brazos a Connor, agradeciéndole antes a Chris. Llamé a la puerta y el dueño de la casa nos sonrió, pero abrió los ojos y sonrió al ver a Connor. Nos dejó pasar, se presentó a Chris y me indicó en donde podía dejar al niño. Subí escaleras arriba y fui a la habitación que me indicó, tumbé a Conny en la cama y lo arropé con la mantita que había, pues tampoco hacía frío. Besé su frente y bajé, agarré una cerveza y me senté junto a los chicos. 

–        ¿Y qué es de ti, cabezón? –Pregunté dándole un trago a mi bebida, mirando a Itzan.

–        Nazaret y yo estamos saliendo. –Sonrió sonrojado. 

–        ¡Dios, lleváis así desde primaria, no me jodas! –Grité, pero me tapé la boca enseguida por mi hijo.

–        Tranquila fiera, no te alteres. –Dijo Chris, le saqué la lengua y me volví a sentar. –Por cierto, ¿eres famosa o algo?

–        No, o sí, no sé. –Negué con la cabeza confusa. –Tuve una relación con Abraham Mateo y ahora todos creen que Connor es su hijo. –Mentí. ¡Claro que era su hijo, mierda! –No quiero que mi hijo lleve esa vida, quiero que tenga una buena infancia.

–        Pienso igual. –Comentó Itzan, tomando un sorbo de su cerveza.

–        Sí, yo también. –Asintió Chris. –Todos piensan que la fama es bueno, pero en realidad no tanto como creen.. –Suspiró.

–        ____ –Itzan me llamó. –¿Tú sigues sintiendo algo por Abraham?

Nenas, mañana tengo que continuar. Hoy estoy agotada, me pesan los ojos. ¡Me compré un abrigo nuevo! Owé lo tenía que decir. Un beso, y muchísimas gracias por el apoyo que me dais. Sois unos soles. Os quiero muchisisisisisisimo ♥

Atte: lSilvii.

Jodido idiota. | Abraham Mateo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora