XIV

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Narra Connor. 

Al terminar el recreo, la profesora nos llamó para ir a hacer la siesta. Era algo que no me gutaba porque, yo nunca duermo siesta, y siempre me pongo a ver Barrio Sésamo, pero creo que en el cole no hay. 

El suelo estaba lleno de sacos de dormir, fruncí el ceño, se me quitaban cada vez más las ganas de dormir. El profe nos indicó que nos tumbáramos y le atendiéramos, nos iba a leer ''Caperucita roja'', creo. Cogió una silla y la colocó delante de todos nosotros, y empezó a leer.

Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.

    Un día, su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo.

    Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas...

    De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.

- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca.

- A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.

- No está lejos- pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.

    Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles.

A partir de ahí, dejó de leer, ya que todos mis compañeros se quedaron dormidos. Cerré los ojos intentando dormir, pero me era imposible, el profesor salió de clase, y yo decidí imitarle. Me levanté pero, una mano en mi pie me hizo asustar, era la niñata a la que defendí. 

–¿Dónde vas, Conny? –Preguntó en un susurro. Simplemente le extendí mi mano y ella la aceptó, le ayudé a que se levantara y sin soltarla, salimos de la clase. –Ahora es el recreo de los mayores, tenemos que tener cuidado. –Me dijo. Asentí y caminé por los pasillos, escondiéndonos de todos los profesores que venían.

Llegamos a un patio muy grande, todos los niños que estaban nos sacaban cuatro cabezas. Miré a un grupo de chicos, eran de diferentes cursos. Unos tenían catorce, otros aparentaban quince e incluso otros dieciséis. Sonreí a la niñata y corrimos juntos hacia ese grupo, quería hacer amigos.

–O mi Dios, ¡mirad que monadas! –Dijo una chica de pelo moreno. Arqueé una ceja hacia ella y el resto de sus amigos rieron. Brooklyn se apoyó en mi espalda, ocultándose. Sonreí y vi como uno de los mayores se acercaba a nosotros, y se ponía a nuestra altura. 

–Hola, campeón. –Dijo sonriendo. No dije nada, simplemente me quedé callado. –¿Qué hacéis por aquí? Tendríais que estar en la hora de la siesta.

–Nos hemos ido. –Me encogí de hombros. 

–¡Oh, podemos usarlos! –Dijo una niña de trece años. El mayor la miró con el ceño fruncido, y la pelirroja -la chica- continuó. –Queríamos joder a Lucía y a las chicas, ¿no? –El castaño -el mayor- asintió, sin todavía comprender. –Ellos pueden ir hacia ellas y distraerlas, les cambiamos mientras la ropa de gimnasia y listo. 

El castaño nos miró sonriente, y asintió sin mirar a la chica. Extendió su mano y yo la acepté, presentándonos. –Soy Borja, ¿cómo te llamas, enano?

–Soy Connor, y ella es Brooklyn. –Mostré mi mano enlazada con la suya. –Es mi amiga, y tiene miedo.

–Oh, pequeñita, no vamos a haceros nada. –Sonrió una rubia. –Yo soy Susana. 

La pelirroja se llamaba Ana, un chico de ojos azules y pelo negro se llamaba Erick, uno rubio Mario, otro también castaño Jonathan y otro chico de pelo azul se llamaba David. Al parecer, les llamaban EGP, el grupo problemas. Reí junto a Broo, ya que, era un nombre un poco estúpido. 

–Si nos ayudáis, estaréis dentro. –Sonrió Erick. Todos estuvieron de acuerdo, y yo y Broo nos encogimos de hombros.

–De acuerdo.

Siento si os aburre que narre Connor, pero no sé que hacer con el tema de ___ y Abraham. Espero que no os moleste que por el momento solo suba de Connor, pero prometo que el siguiente capítulo será narrado por rayis. Muchísimas gracias por los votos y las leídas, ¡son 400 por capítulo! Se me va a salir el corazón del pecho, de verdad.

Me ayudáis más de lo que hacen algunos de mis 'amigos' xD.

Un besazo, y espero que os haya gustado. Por favor, votad y comentad, sobretodo si veis algun fallo comunicádmelo y lo corregiré. Por favor lo pido, decidme si veis algún fallo.

Atte: lSilvii.

Jodido idiota. | Abraham Mateo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora