—Que maldito — se burla —, aunque sí, él y Mason no se tragan.
—¿Por qué no? — pregunto esperando tener una respuesta.
—Problemas...
—¿Qué clase de problemas? — insisto.
—Bien... voy a contártelo — acepta sentándose en la cama junto a mí —. ¿Recuerdas que te dije un día que yo había sido la chica de Lucifer?
—Sí.
—Bueno. Él y yo tuvimos algo formal, como tú lo tienes ahora, duramos... sí, bastante. El problema aquí fue Mason.
—¿Él qué tiene que ver?
—Mucho. Digamos que yo estaba con Lucifer, pero ya conocía de un tiempo atrás al brujo, y... me sentía atraída por el de alguna forma. Y Mason sentía lo mismo Por mí. Pasó un poco el tiempo, pasaron muchas cosas, y a fin de cuenta Mason terminó peleando con Lucifer por mí, yo no sabía muy bien qué hacer, así que pensé las cosas bien. Lucifer solo me tomaba como un pedazo de carne, no me quería realmente, tal vez me apreciaba un poco, pero sólo un poco y de eso no pasaba. Por otro lado, los sentimientos de Mason hacia mí eran reales, me quería, estaba segura de eso, y más tomando en cuenta que siendo sólo un brujo se atrevía a enfrentar a Lucifer por mí, ¿quién en su sano juicio haría eso? ¿Quién se arriesgaría de esa forma sólo porque sí, o por alguien a quien no quiere de verdad? Así que en ese momento me tomé en serio, luego de darme cuenta de eso me aprecié, me dije lo valiosa que era como para recibir nada de alguien y dejar ir a una persona que realmente sentía algo por mí.
—Y dejaste a Lucifer...
—Y me fui con Mason.
—Por eso se odian. Porque Mason le ganó realmente.
—Así es, y ahora que llegas tú, Lucifer te salva, te ayuda, te cuida, incluso te agarra cariño, y Mason aparece y te ve.
—¿Y qué pasó con ustedes?
—Muchas cosas. Mason y yo nos queríamos, pero llegó un punto en el que lo mejor era dejarse ir por muchas razones, y... creo que no acabamos del todo bien.
—Entiendo...
—Ahora sabes la verdad, y ahora sabes el verdadero motivo por el cual Lucifer puso de condición de que te alejases de Mason. No quiere que todo se repita, y bueno, después de todo creo que a ti sí te quiere.
—¿Crees?
—Pues... es bastante notorio. Te saca de la casa, te mete en sus asuntos, te acompaña a la boda de tu madre, volvió a inscribirte a la escuela... joder, si eso no es cariño no entiendo qué cosa enfermiza se le metió a la cabeza.
—Tal vez — acepto pensándolo un poco.
—Más que un tal vez. Después de todo, lo conozco, y sé que nunca haría algo así.
—Comenzaré a creérmelo.
—Hazlo.
Alguien golpea la puerta un par de veces, y pasados unos segundos la abre.
—Debemos irnos, Ness — vuelvo a poner mala cara al verlo, pues mi anillo robado estará en mi mente durante mucho tiempo.
—De acuerdo — acepto con voz seca.
—Cuídate — me dice Calipso mientras le doy un abrazo de despedida.
—Igual tú.
La vampiresa me sonríe muy linda y sin muchas ganas salgo con el demonio.
ESTÁS LEYENDO
The morning star
Paranormal¿Qué harías si un día tu padre paga sus deudas dándote a cambio con dos hombres que nunca habías visto en la vida? Dispuestos a cometer los más grandes crímenes y teniendo negocios con las personas más peligrosas. Dos hombres que no dudarán en saca...