Voy con Edward camino a la manada de Sebastian, donde también se encuentra Erik desde el ataque de los druidas. Cuando llegamos allí, muchos de los lobos miran con desconfianza a Edward, aunque no le dicen nada porque va a mi lado. Enseguida nos dan el encuentro Sebastian y Erik.
_¡Hola Ari, me alegro mucho de verte!
_Igualmente Sebastian _le digo mientras me aprieta en un abrazo.
_Hola Ariadna, ya te echaba de menos
_Hola Erik _le digo dándole un abrazo pero menos efusivo.
Ellos empiezan a mirar a Edward con recelo, y luego me miran a mí, esperando alguna información, pero Edward se me adelanta.
_Hola, soy Edward, supongo que se preguntan quién soy.
_Es un placer _dice Sebastian y Erik contesta lo mismo.
_Supongo que este es el druida que te ayudó, ¿no?
_Así es Sebastian, y de hecho, a él le debemos en gran parte que venciéramos el otro día.
_En ese caso, te doy las gracias en nombre de mi manada _dice Erik
_Los amigos de Ari son los míos, eres bienvenido aquí siempre que quieras _dice Sebastian.
_Bueno chicos, tras las presentaciones, vengo a deciros que hay novedades, Violeta es la que está detrás de todo, y esta noche os espero para cenar en la mansión. Idearemos un plan, ya que vendrá en un par de días, y seguramente lo hará con Arioc.
Todos se quedan pensativos, supongo que se preguntan lo mismo que yo, que cómo lo venceremos si nos costó bastante la última vez... Pero ... creo que acabo de tener una idea...
_Erik, tengo una propuesta para ti. Nos vemos esta tarde en el lago antes de pasar por la mansión. ¿Te parece?
_Claro que sí, allí estaré.
_Por cierto, quedaos a almorzar, así comeremos juntos.
_Está bien Sebastian, pero no nos infles como si no hubiéramos comido en un mes... no es normal como comes...
_Qué exagerada... Además, los niños y Abie tienen que estar deseando verte, hace mucho que no estás con ellos.
_Tienes razón... aunque pronto tendrán otra pequeña con quien jugar.
Pasamos un almuerzo agradable y ajetreado con mis sobrinos postizos, quienes me llaman tía Ari. Son dos pequeños muy fuertes y con demasiada energía. Jugamos con ellos Edward y yo utilizando nuestros poderes, y ellos están encantados. Tras un rato, nos despedimos de ellos y nos dirigimos hacia la casa de Casandra. Vamos por el camino cuando Edward interrumpe mis pensamientos.
_Oye Ari, he estado investigando sobre lo de Lorie, si salimos de esta, creo que podremos hacerlo _cojo y me abrazo a Edward.
_Muchas gracias... pero te has confundido, dirás CUANDO salgamos de esta...
_Perdón, llevas razón _y ambos nos echamos a reír.
La verdad es que me siento con Edward como si fuera un hermano, aunque por supuesto no le quita el sitio a mi pequeño y gran hermano, pero hemos llegado a una conexión muy especial.
Tras visitar a Casandra y contarle todo, vamos de camino del lago. Me siento muy a gusto a su lado, es como si lo conociera de toda la vida.
_Ari, quiero que sepas que pase lo que pase, te quiero muchísimo para el poco tiempo que llevamos juntos, eres como una hermana para mí, nunca había sentido algo tan familiar.
_Igualmente Edward, quiero que sepas que cuando acabe todo, puedes venirte con nosotros si quieres, puedes vivir en la cabaña del bosque si quieres intimidad, o con la manada de Sebastian. Pero las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas para ti.
Nos abrazamos durante un largo rato, ambos necesitábamos a alguien que nos comprendiera desde el punto de vista mágico con una conexión como la nuestra.
_Bueno hermosa, tienes aquí a tu visita, así que os espero en la mansión.
_Gracias, luego nos vemos.
Edward se adentra entre los árboles camino a la mansión, mientras Erik se acerca a mí. Estamos en la orilla del lago y él solo espera que yo tome la palabra, ya que se supone lo he citado para una propuesta.
_Erik.
_Dime.
_Has sido muy valiente, has luchado por mí y me has mostrado lealtad sin obligación de ello, sólo por buena voluntad.
_Haría lo que fuera por ti.
_Quiero proponerte una cosa, y quiero que te lo pienses muy bien, porque tiene consecuencias que creo ya conoces.
_Soy todo oídos _me dice expectante y mirándome a los ojos.
_Si aún lo deseas, puedo ser vuestra Luna, la de tu manada, al igual que hice con Sebastian y en los mismos términos. Es decir, no tendremos ningún tipo de unión física, aunque lamento decirte que sentirás atracción por mí, pero no te impedirá conocer a tu auténtica Luna cuando llegue el momento. Quiero recompensarte a ti y a tu manada. No hace falta que respondas ahora si no quieres.
_Mi diosa..._dice poniendose de rodillas ante mí e inclinando su cabeza _no habría mayor honor y orgullo que alguien como tú quisiera ser la Luna de mi manda... Te estaría eternamente agradecido.
_Erik, por favor, levanta, sabes que no me gustan estas cosas, no es necesario...
_No me supone ningún problema hacerlo, no me avergüenzo y lo haría delante de quien sea.
_Aún así, por favor, sabes que no me gustan las distinciones...
_Está bien... ¿podría estar presente mi manada?
_Claro, aunque yo pensaba hacerlo ahora.
_No es problema, vendrán enseguida.
Erik cierra los ojos y se comunica con su manada dándoles la orden de que vengan al lago, lo cual hacen a los pocos minutos. Erik se pone al frente de ellos y comienza a hablar en voz alta, con una postura erguida y dominante.
_Manada, hoy quiero comunicaros, que se nos ha concedido el mayor honor de todos, la náyade y diosa Ariadna, se ha ofrecido a ser nuestra Luna, teniendo en cuenta nuestra antigua petición y en agradecimiento a nuestro apoyo y lealtad.
En ese momento todos abren los ojos asombrados, se oyen varios murmullos y todos se acercan y se arrodillan ante mí. Miro con paciencia a Erik quien me sonríe, pues ya sabe lo que pienso, pero parece que él no va a hacer nada para remediarlo.
_Por favor, levántense todos... esto no es necesario, es más, no quiero que lo vuelvan a hacer.
_Ya habéis oído a vuestra Luna. Ahora, os he convocado porque realizaremos la unión, y quería que estuvieran presentes para agradecerles su labor en la manada. Ahora deben saber, que se sentirán mucho más fuertes que antes.
Yo le tiendo la mano a Erik, quien la toma encantado y se deja llevar. Lo acerco a la orilla y me transformo. Una manga de agua celeste brillante nos envuelve y flotamos sobre el suelo. Juntamos nuestras frentes y creo esa unión como lo hice con Sebastian, pero sin alterar la nuestra. Es algo muy hermoso... puedo sentir también la fuerza de Erik en mi interior y estoy segura de que él siente la mía en el suyo. Sus ojos comienzan a cambiar y se vuelven de un color rojo, como ocurrió con Sebastian. Tras esto, volvemos a donde antes y todos se transforman para completar el proceso. Es algo realmente hermoso.
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Entre los colmillos de los Bartholy. Eneas. T3
FanfictionContinúa la vida de Ariadna y Peter junto a su hijo Eneas, el cual va a ser uno de los principales protagonistas. Vivirán nuevas e inesperadas historias, enfrentándose a nuevos retos.