Capítulo 19 - Colgantes

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Cuando Peter decide dejar que me levante, y tras darnos una ducha, bajo a desayunar. Le hablo a Sarah mentalmente.

_Sarah, ¿tienes algo que hacer ahora?

_No, ¿por?

_Ya sí, quiero que me acompañes a hacer unas compras y luego harás un poco de magia, ¿qué te parece?

_Me encanta la idea...

_Voy para tu casa, larga a Miklos, nadie puede saber nada, es una sorpresa, y dile que lo espero para cenar en la mansión.

Peter me pone al día de todo mientras desayuno, al parecer Samuel ha aceptado ayudarnos. Eiden tardará poco en llegar.

_Eiden, ¿estarías aquí para la cena? Tengo un regalo para ti...

_Dalo por hecho...

_Peter, ¿me puedes dejar en casa de Sarah?

_Claro.

Peter coge su coche y me deja allí, me despido de él, y le digo que lo veré para cenar. El irá con Eneas al lago y a cazar. Llamo a casa de Sarah y enseguida baja.

_Bueno, cuéntame... Me tenías abandonada...

_Tienes razón... Pero mejor no te lo digo aun. Vamos, tenemos que ir a una tienda.

_¡Me encantan las tiendas!

Llegamos a una platería. Sarah me mira raro y yo solo le hago un gesto para que no pregunte y me siga. Entramos y voy derecha al apartado de los colgantes.

_¿Qué buscas?

_Quiero unos colgantes que puedan contener líquido dentro _y necesito uno para cada uno...

Tras mirar varios expositores, escojo varios colgantes, pensando en el gusto de cada uno. Luego pagamos y nos vamos. Nos dirigimos a casa de Sarah y cuando subimos, Sarah ya no aguanta más.

_Bueno ya, ¿para qué es eso?

_Les voy a hacer un regalo... Mi sangre puede curar cualquier herida, incluso la de las armas de los cazadores marcadas con magia. Y quiero que la lleven encima por lo que pueda pasar...

_¿Y la magia?

_Quiero saber si puedes hacer que una vez mi sangre esté dentro, se mantenga fresca, que solo salga si es necesaria para curar, y que guarde más cantidad de lo aparente en esas botellitas.

_Vaaaale... A ver, voy a buscar en mi grimorio. ¿Algo más?

_Ya que insistes... ¿Crees que puedes hacer algún hechizo de protección?

_¿Como cuál?

_Ni idea... La bruja eres tú... Lo dejo a tu elección, solo te recuerdo que posiblemente haya un demonio del miedo detrás de todo esto...

_Creo que tengo el hechizo perfecto, uno que bloquee la mente ante ataques psíquicos.

_Perfecto Sarah... Eres la mejor...

Cojo un cuenco y me hago un corte grande para llenarlo de sangre y poder rellenarlas todas con capacidad suficiente para sanar. Mientras, Sarah las llena y hace su magia. Yo pido pizza y le digo a Sebastian que se pase por la mansión a la hora de cenar.

Sarah ya ha acabado, y las pizzas que han llegado hace poco nos llaman como a dos muertas de hambre. Preparamos un par de refrescos y nos ponemos a comer.

_Oye Ari, faltan las cadenas, ¿no?

_Nop, eso es algo que ya tengo.

Terminamos antes de lo previsto, así que vamos a la mansión. Me dirijo a mi habitación, y creo una cadena para cada uno de los recipientes. Están echas de eslavones de cristal muy fino, pero serán mucho más resistente que cualquier cadena... Es un detalle muy personal. Las pongo en la mesa para colocarlas en cada una de las botellitas.

Entre los colmillos de los Bartholy. Eneas. T3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora