Capítulo 42 - Helena

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Tras todo esto, y las reiteradas gracias de todos los lobos, nos dirigimos hacia la mansión. Sebastian, a quien le había dicho mentalmente lo que haría, llevaba ropa para Erik. Estamos llegando al jardín y Peter está esperándome. Mira a Erik y frunce el ceño cuando ve sus ojos y luego me mira interrogativo.

_Nos vemos dentro Erik.

Erik entiende que quiero estar a solas con Peter, y mientras Erik se va Peter se acerca a mi lado. Coge mis manos y me mira a los ojos.

_¿Te has convertido en su Luna?

_Así es, pero tranquilo, con los mismo términos que Sebastian.

_No lo dudaba, solo me ha sorprendido... ¿Por qué no me has dicho nada? Entiendo que estés enfadada, pero...

_No te preocupes, sólo se me ocurrió cuando estuve con ellos. Creo que es una buena forma de agradecerles su ayuda, y la próxima batalla va a ser peor...

_Mi dulce Ariadna. Siempre pensando en los demás... _Peter de pone de rodillas _Por favor... perdóname... No puedo seguir así, no puedo estar bien si sé que me odias... Eres el amor de mi eternidad... Os quiero _dice tocando mi vientre con lágrimas en los ojos.

No sé muy bien qué decir... Es verdad que me quiere y yo a él, pero me ha hecho daño como nunca....

_Peter... Yo...

_Ari por favor... Castígame todo lo que quieras, lo merezco, pero por favor, no me abandones... No me dejes sufrir en tu indiferencia, en el anhelo de tus brazos, extrañando el paraíso de tus besos...

_Peter levanta, por favor...

_No... Por favor, perdóname...

De pronto veo todo blanco, no se donde estoy, y una niña pequeña aparece ante mis ojos. Es rubia, tiene mis ojos, ya la vi en la visión de Edward.

_¿Helena?

_¡Hola mamá! _dice abrázandome

_Hola mi amor... Me alegro mucho de verte... Pero ¿dónde estamos?

_Eso no importa. Tenía que enseñarte algo importante.

Ella coge mi mano, y de pronto nos encontramos en el lago. Estamos nosotras, Eneas y Peter. Veo como Peter besa y juega con Helena y Eneas. Es una imagen realmente hermosa... Mis lágrimas empiezan a caer. Todos somos una familia feliz. De pronto volvemos a ese lugar blanco, y Helena me mira sonriendo.

_Mami, perdona a papá Peter, él me quiere de corazón, y nos va a cuidar y a querer siempre.

_¿Puedes ver el futuro?

_Esa será una de mis habilidades.

_Gracias por esto tan bonito cariño... Ya estoy deseando de tenerte entre mis brazos...

_Ya queda menos mami... Ahora tengo que irme, te quiero mucho y dile que a papá Peter y a papá Nicolae que también los quiero.

_Se lo diré mi amor...

De pronto vuelvo a estar donde antes, con Peter a mi altura cogiéndome por los hombros y zanrandeándome mientras grita mi nombre. Todos están allí con cara de preocupación.

_Peter...

_Ari, mi amor... ¿Estás bien? _dice mientras me abraza y llora.

_Claro, ¿por qué estas así?

_Estaba hablando contigo y de pronto pusiste los ojos en blanco y unas lágrimas cayeron por tus mejillas...

_Tranquilo, he estado hablando con Helena.

Junto mi frente con la de Peter, y a la vez me conecto a la mente de Nicolae y les muestro lo que he visto. Nicolae cae al suelo de rodillas con lágrimas de felicidad en los ojos, y Peter me mira a los ojos con lágrimas ahora de felicidad.

_Creo que deberíamos dejarlos solos _Dice Eiden y todos se van, quedando Peter y yo.

_Peter... Te quiero...

_Gracias...

Me dice mientras que con mi cara en sus manos me besa y yo lo abrazo, devolviéndome el abrazo. Luego apoya su cara en mi cuello oliéndolo profudamente.

_Cómo hechaba de menos este olor...

_Bueno, esta noche puedes olerme todo lo que quieras, ahora nos esperan...

_Está bien, solo una cosa_se agacha y acaricia mi vientre besándolo. _Gracias pequeña... Por hacer que tu madre vuelva a mí, por quererme desde antes de nacer... Te prometo que te querré más que a nada, mi preciosa y pequeña Helena...

Luego se levanta, me mira con ternura, y me besa. Acaricia mi cara y coge mi mano.

_Ahora sí, vamos.

Entramos, y todos están en la mesa del comedor, ya que somos muchos y hay suficientes sillas. Le mando un mensaje a Nicolae mentalmente.

_Nicolae, luego podremos hablar para que le digas lo que quieras a Helena.

_Muchas gracias Ariadna _me dice con agradecimiento en los ojos.

Al final sólo ha hecho falta que mi hija que aún no ha nacido se me aparezca en una visión mostrándome el futuro para que todo se solucione entre nosotros. Algo muy común... Digo riendo para mí misma.

Empezamos la reunión detallando las posibles amenazas, y decidimos que tanto las brujas como Edward se conectarán a mí para que acceda a su poder, ellos permanecerán en la mansión para que sus cuerpos estén seguros mientras los utilizo. Los lobos y el resto se encargarán de las sorpresas con las que decida deleitarnos Arioc, mientras yo acabo con él. Esperemos que todo salga bien...

La reunión acaba y nos disponemos a cenar. Cada cual conversa tranquilamente. Yo empiezo a pensar en Lorie, tengo que preguntarle qué quiere hacer. Luego cuando se vayan todos lo haré... O mejor cuando acabe todo, no quiero que se ilusione y luego que algo acabe mal y no podamos arreglarlo. Cuando todos se marchan, me dirijo al despacho de Nicolae como le indico.

_Nicolae, supuse que querías decirle algunas palabras a Helena.

_Gracias Ariadna... No sabes cuánto te lo agradezco. ¿Te importa si...?

_Adelante.

Nicolae se arrodilla y pone su mano en mi vientre. Nunca he visto a Nicolae tan feliz...

_Helena... Mi pequeña amada princesa... Mi ángel... gracias por quererme a pesar de lo que hice, me hace muy feliz que vayas a estar entre nosotros. Te quiero con todo mi corazón. Prometo que siempre te cuidaré a ti y a tu madre.

Nicolae empieza a llorar, y por lo que puedo sentir, es de dolor y arrepentimiento. Yo le cojo la mano para que se levante y lo abrazo.

_Nicolae, te perdono de corazón. No te sientas triste nunca más, te queremos, y debes estar feliz por ella.

_Muchas gracias Ariadna... Después de todo, me vas a dar el mayor regalo del mundo. Gracias...

Tras un rato abrazados, nos separamos y le seco las lágrimas de su mejilla. Éste es el Nicolae que yo conocía, bondadoso. Mi Helena... si no fuera por ti...

_Buenas noches Nicolae, que descanses.

_Buenas noches Ariadna, y buenas noches mi angelito.

Entre los colmillos de los Bartholy. Eneas. T3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora