Subamos la velocidad.

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"Desde muy pequeña mi padre nos llevaba a ver los circuitos y grandes premios de la Fórmula 1, era tanta su obsesión que logró que, yo, su hija menor desarrollara un gusto excesivo por los bólidos y la velocidad a peligrosa escala, fue tanto, que cuando cumplí los quince años tuve mi primera carrera, clandestina, por supuesto. Recuerdo que Juliana, para esa época tenía un novio mecánico, quien organizaba aquellas carreras nocturnas a las afueras de Bogotá, esa noche no recuerdo muy bien como logré convencer a mi hermana mayor que me dejara correr su auto, a decir verdad, creo que los Calle no somos del todo cuerdos.

Esa noche me enamoré del olor a neumáticos desgastados, desde esa noche por mis venas dejó de correr sangre para empezar a correr gasolina, y de avión, que no es lo mismo. Lástima que no exista una carrera competitiva de aviones, de ser así, yo sería la campeona..."

—Juan, ¿quieres dejar de repetir ese vídeo?— Miraba irritada a mi mejor amigo, la entrevista realizada a Daniela Calle en uno de los programas deportivos más famosos de los estados unidos, era de lo único que se hablaba en mi casa en los últimos días.

—Poché, no seas amargada. Debes aceptar que es una diosa del automovilismo— Me sonrío y siguió viendo el video.

—La chica es talentosa, no se puede negar, pero opino que si respetará más los bólidos y sintiera el motor de su vehículo, obtendría por fin el tan anhelado campeonato de la F1 qué tan esquivo le ha sido— Opiné, sin retirar la vista del espectacular motor que había diseñado.

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Soy María José Garzón, Ingeniera Mecánica, pero nunca me interesó irme a lucir a una gran empresa, construyo motores para mis amigos aficionados, tengo mi propio taller justo en la finca donde vivo con mi mejor amigo, hermana y papá.

Hasta mi lugar de trabajo se acercan los niños ricos de la sociedad para que mis manos hagan maravillas en sus autos de marcas reconocidas. Juan Pablo Jaramillo, es mí mejor amigo y cómplice de todos mis sueños, el es Ingeniero en diseño automotriz, el mejor del mundo.

Valentina, mí hermana menor, es estudiante de artes escénicas y practicante de equitación, ha ganado varios torneos nacionales, por otra parte está Juan Garzón, mi padre. Piloto jubilado de la fuerza aérea de mi país. Todo un prócer en motores y velocidad.

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—Tenemos una semana para entregarle este motor a esa chica que sin preguntar precio, sólo depósito en mí cuenta cuarenta mil dólares—  Continuaba revisando a detalle aquellos planos.

—Eres famosa por tus motores, ¿Que te sorprende?— Se acercó mí amigo al escritorio.

—Deberían preguntar los precios, siento que a veces los robo un poco— Respondí alejando la vista del ordenador.

—Nosotros no robamos a nadie, ellos le ponen precio a nuestro magnífico trabajo— Sujetó mí pierna —¿Lista para escuchar rugir los motores está noche?

—Estoy más que lista, pero Juan, mañana debemos empezar a construir este motor, te necesito comprometido, informale a Amalia y a Nela que las necesitaremos con los materiales a primera hora— Sonrío mientras asentía repetidas veces.

—Concentrate en ganar un auto está noche, el mío ya me tiene aburrido— Nos reímos por su hipérbole, hace dos semanas había comprado un bello Aston Martin DB 11, negro como la noche.

—¿Qué auto usaré está noche?— Juan llevaba dos días trabajando en uno de los autos de la familia, pero no sabía cuál era exactamente.

—Usaras el modesto Porsche 924— Me lanzó las llaves y me guiñó. Sonreí.

Ese auto tenía una muy bonita historia, fue el primer carro de mamá, papá, se lo compró cuando se casaron y desde entonces lo conservamos, no tiene una gran apariencia, pero esa es el truco. ¿Qué podrían esperar de un carro fabricado en 1987? Ya veremos...

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Bienvenidos a KILÓMETRO 7


Nos leemos el 05/03/2020

~ Rivera.


KILÓMETRO 7 - CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora