KILÓMETRO 7 - Caché

Km7 - La noche del Principado.

Poché.

—¿Tienes todo listo?— Juliana llevaba media hora repasando la carrera junto con nosotros, mientras Pietro repetía cual era el plan. Esa noche debía ganar a como diera lugar.

—Ya te dijimos que si, en serio, me tienes cansadita, ¿Cuál es el nerviosismo?— Pregunté mientras caminaba por el container que hacía las veces de sala de juntas improvisada.

—Juca está apostando una cantidad descabellada contra el príncipe de Mónaco, si perdemos, nos vamos a la mierda, nos quedamos sin capital— Tragué saliva, miré a Pietro y a Daniela.

—¿Está loco?— Cuestionó Daniela.

—Ya lo conoces— Respondió Juliana cerrando unas carpetas y recogiendo algunos documentos —Chicos, estamos en sus manos— Se despidió y salió de la oficina dejándonos a los tres en un preocupante silencio.

—¿Puedo renunciar?— Pregunto el Italiano con cara de pocos amigos —Nunca en mí vida había tenido tanta presión en mí espalda, y con este cuento, se multiplicó por dos— Miró a Daniela, quien estaba a su lado en total silencio.

—Debes confiar en tú equipo, somos todos muy talentosos y ese carro lo conducirá el piloto más veloz de la faz de la tierra— Pietro torció los ojos y empezó a reír.

—No pues, ¿Cómo les digo?— Agregué riendo junto a ellos.

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Luego de esa reunión nos dirigimos al taller donde Juan, Amalia y Nela, le daban los últimos toques al Hyundai HND-9 de color negro, el cual era un caprichito de mí novia, quería ver correr ese auto, y tenerlo en nuestras filas para cuando tuviese la oportunidad, correrlo ella misma. Este carro fue presentado en 2013 como uno de los carros deportivos del futuro y si que lo era, pero ahora estaba en otras dimensiones, le pusimos un motor 6.0 V12 con algunas mejoras secretas, y una tracción totalmente manual. Era el carro de los sueños, para aquellas minorías que no podían conducir con facilidad.

Faltaban cuarenta minutos para dar inicio al evento, el lugar estaba repleto de estrellas del fútbol mundial, algunos cantantes británicos, y uno que otra estrella de Hollywood, pero el factor especial era la presencia de la realeza de Mónaco. El evento de está noche era totalmente diferente, solo serían tres corredores, cada uno represento a los tres entes presentes esta noche, Pietro presente en su flamante HDN-9 en representación de los empresarios fundadores del evento, Moussa, un piloto árabe muy famoso que representaba a los famosos invitados está noche, y por último Carlota piloto femenina de la Casa de Grimaldi o Casa Principesca de Mónaco. La primera mujer en participar en este evento.

El evento de está noche era el más sencillo de todos los anteriores, era una simple carrera en un circuito callejero, estaba diseñada para entretener al principado, está carrera estaba compuesta por curvas y rectas llenas de obstáculos básicos como neumáticos para esquivar, chorros de agua a gran velocidad que sino sabías sortear acabarían con el motor del vehículo, entre tantos. Diez vueltas, un ganador.

—¿Estamos seguros de todo esto?— Preguntó Amalia.

—¿Cuando hemos estado seguros de algo?— Respondí.

—Nunca— Respondió Juan —Ya estamos embarcados en esta locura, para atrás ni con reversa, debemos confiar en que todo va a salir bien—.

Suspiré pesado, era la primera carrera en donde no corría adrenalina por mí ser, solo era miedo a grandes dosis, Daniela sostuvo mí mano y me dijo que todo saldría bien. Todos salimos para nuestros lugares, Daniela, Juan, Amalia y Nela se quedaron en el taller junto a Pietro, Juliana y Juca estaban en las gradas con los invitados mientras yo caminaba hasta el puesto de radiocontrol.