Poché.
Un aire frío rozando mis mejillas logró despertarme, me removí en la cama y no sentí a Daniela junto a mí. Llevé mis manos al rostro y como pude me senté despacio a la orilla de la cama, mí cuerpo desnudo se erizo al sentir lo frío que se encontraba el piso.
—Buenos días— Daniela estaba en el balcón de la habitación con una taza de café en las manos. La miré, tenía el cabello recogido en una cola alta, llevaba una sudadera bastante ancha y un top deportivo que dejaba a la vista su abdomen.
—¿No tienes frío?— Pregunté mientras me colocaba una camiseta enorme que estaba sobre su piano.
—Terminé de hacer ejercicio, así que, tengo más calor que cualquier otra cosa— Tomó un sorbo de café y me abrazó fuerte. Sus intenciones fueron claras.
—Eres hermosa— Le dije antes de robarle un beso bastante insinuante.
—Te tengo una sorpresa— Dijo, luego de separarnos.
—¿Qué?— Me separé de ella y tomé la taza de café que segundos antes había dejado sobre la mesa de noche.
—Hoy viajamos a Colombia— Me giré, la miré con incredulidad.
—¿Sí? Tenemos mucho trabajo. Debo empezar a revisar el motor de la siguiente temporada— Me senté en la cama y me acabé el café.
—Tenemos quince días de vacaciones y, Juliana quiere ver a mi papá— Explicó.
—¿Están seguras?— No estaba segura si era una buena idea.
—Yo no, pero Juliana ya lo decidió. Nos vamos con Aizu— Se acercó y me dió un besito tierno en los labios —Tenemos dos horas para estar listas— La miré fijamente. Me imaginé el millón de escenarios que podríamos vivir al llegar a Bogotá.
=====
—Esta noche estamos invitadas a un bar— Amalia rompió el silencio que reinaba en la camioneta que nos había recogido en el aeropuerto.
Bogotá estaba gris, como siempre. Me sentía extraña, como encerrada en una caja donde últimamente solo pasaban cosas raras y confusas.
—¿Vamos?— Preguntó Nela dirigiéndose directamente a Calle y a mí.
—Yo paso— Respondió Calle.
—Me apunto— Dije mirando a Calle, esperando alguna reacción. Me miró y me sonrió con tanto amor que me sentí tranquila. Pose mí mano en su pierna, ella la tomó.
—Debes salir y distraer tu mente, esta noche será difícil para la familia Calle— Se acercó y dejó un besito en mí mejilla.
No sé trataba de pedir permiso, no sé trataba de que ella aprobara o no mis actos, se trata de la necesidad que tengo de estar a su lado en cada momento de la vida, aún más, en los difíciles.
Recosté mí cabeza y su hombro y cerré los ojos dejando que mí cuerpo se relajara por completo.
—Tengo miedo por la reacción de mí papá— Susurró solo para nosotras. Abrí los ojos y suspiré.
—Seguro se enojará, pero la felicidad de ver a su hija mayor viva será el sentimiento reinante— Respondí con firmeza.
—Eso es seguro, pero también es seguro que le da un infarto. He pensado en llamar una ambulancia por si acaso— Empecé a reír, no podía dejar de imaginar la escena. Daniela reía conmigo.
—Tienes una imaginación— Fue lo último que dije antes que el vehículo se detuviera frente a mí casa.
Amalia, Nela y Juan fueron los primeros en bajar. Las dos primeras tenían afán de entrar a saludar a sus gatos, los cuales, dejaron al cuidado de Valentina y mí papá.
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KILÓMETRO 7 - Caché
FanfictionVelocidad, motores, grandes premios, clandestinidad y mucha soledad llevan a dos mujeres a enfrentarse a la carrera más importante de sus vidas. El amor. Adrenalina, la palabra perfecta para definir a Daniela Calle, piloto profesional de la Fórmula...