Un Mundo Sin Ti [[[2ª TEMPORADA]]] [CASTELLANO]

~CAP 13~DISCULPAS ATRASADAS

POV ASTRID

Cuando llegué al Confín, corrí hacia la cabaña de Hipo. Pero me resultó muy extraño el ver a todos esperando fuera.

-¡Astrid! -corrieron todos a abrazarme.

-¿Estás bien? -preguntó Heather cuando se separaron, a lo que asentí.

-¿Tienes la flor? - preguntó Patapez algo preocupado. No sé por qué. ¿Acaso pensaba que me iba a ir de esa isla sin la flor?

Sonreí victoriosa y asentí, sacando de la alforja un puñado de ellas. Todos quedaron asombrados.

-Necesitábamos una, no doscientas. -dijo Mocoso anonadado.

-¿Si sobra alguna podéis dárnosla? -preguntó Chusco haciendo un puchero- Por fa....

-Las necesitamos para hacerle una cómoda y bonita cama a Smidbarg. -dijo Brusca.

-¿Smidbarg? ¿Es que le ponéis nombre a todos los dragones de la isla? -dijo Derek algo asombrado.

-Ha sido algo extraño. Entré en una cueva y había una caja llena de estas flores. -dije sospechosa, ignorando los anteriores comentarios.

-Bueno, luego nos preocuparemos por cómo las encontraste. -dijo Bocón- Ahora hay algo más importante de lo que nos tenemos que preocupar.

Y tenía toda la razón del mundo.

Íbamos a entrar, pero la puerta se abrió y retrocedimos. Vimos salir a Estoico con una expresión entristecida y sorprendida. Sin poder preguntarle nada, se fue y nosotros entramos sin dudarlo.

Hipo no estaba diferente. Bueno, en realidad, estaba peor. Estaba recostado de lado, con los ojos llorosos y estaba temblando apenas. Tenía los brazos cubriendo su cabeza, tapándose los oídos y su mirada estaba perdida. Me acerqué y los demás se quedaron a unos metros por detrás. Me agaché al lado donde él estaba girado y le cogí el brazo, levantándolo un poco para que pudiera oírme.

-Hipo. Hey, mi chico dragón. Ya estoy aquí.

No me miró, tampoco dejó de temblar ni de respirar algo agitado.

-Dijiste que no te irías. -dijo tembloroso.

Lo miré triste, apretando los labios. Sin decir nada más, me incliné y le dejé un suave beso en la frente, para luego abrazarle.

|ooO0Ooo|

Patapez preparó la cura y se la damos a Hipo. No le pregunté qué había pasado, sabía que no me lo diría. Pero no me iba a olvidar tan fácilmente. Nunca había visto a Hipo tan... tan... así...

Estaba... desesperado. Pero, ¿desesperado por qué?

Entramos de nuevo en su cabaña al día siguiente y notamos que ya estaba mejor.