Un Mundo Sin Ti [[[2ª TEMPORADA]]] [CASTELLANO]

~CAP 38~EL IMPENETRABLE HOFFERSON

POV ASTRID

   Si Estoico ha vuelto a Ahozaven, es porque tiene algo en mente. Y no podemos dejar pasar nuestra última oportunidad de salir de aquí.

   Le conté a mi tío lo que puede que convenciera a mi hermano de venir con nosotros. En realidad, sí que tenía que elegir entre mi hermano e Hipo: o me quedo con mi hermano en caso de que no entre en razón, o me voy de Ahozaven con Hipo.

   No tenía mucha opción, si no ayudaba a mi tío y a Estoico en el plan probablemente no podrían llevarse a Hipo. Y, si Hipo se queda aquí por más tiempo... no me cabe duda de que Dylan acabará con él.

   ―Pero no sabemos si Hailey...

   ―Soy consciente ―interrumpí seriamente―. Pero tampoco tenemos otra alternativa. Ambos sabemos que Liam no me escuchará a mí ni te escuchará a ti... Pero sí escuchará a Hailey. Tenemos que esperar a que despierte y hablar con ella...

   ―Y rezar para que no lo haga demasiado tarde.

   Era cierto: si Hailey no despertaba pronto, tendríamos que irnos sin...

   No. No puedo tirar la toalla tan pronto.

   ―Hablaré de todos modos con mi hermano ―sin esperar a que mi tío respondiese, me dirigí a los aposentos de Hailey.

   Caminé decidida mientras desarrollaba un discurso. A pesar de todos estos años, me temo que aún no soy consciente de hasta qué punto puede ser mi hermano un cabezota.

   Me detuve frente a la puerta de la habitación para darme un tiempo para respirar profundo.

   El hecho de que mi hermano esté resentido el resto de mi vida me aterrorizaba, y sabía que él se había enterado de que fui yo. Aunque mi tío me haya contado que Liam no me odia, la culpa perdura en mi interior y va creciendo cada vez que lo pienso.

   Abrí la puerta con valor y, sin querer perder más tiempo, comencé a caminar hacia mi hermano.

   ―Liam... ―me interrumpí cuando la cabeza de Liam se giró al verme, dejándome a la vista el despierto rostro de Hailey.

   ―¿Qué haces aquí? ―preguntó secamente, regresando a los ojos de Hailey.

   ―Escucha...

   ―¡Tú! ―exclamó entre dientes la pelinegra.

   Solté un suspiro con los ojos cerrados para tranquilizarme, no llegaría a nada una conversación de dos iracundas. Elevé levemente las manos.

   ―Hailey, sé lo que estás pensando. No quería...

   ―¡Sé muy bien lo que querías hacer! ―hizo un ademán de incorporarse, pero Liam la detuvo.

   ―No, no te levan...

   ―¡Estabas a punto de matar a mi hermano! ―podía ver en sus ojos el odio que tenían y en sus mejillas el tono rojizo de cólera.