Capítulo 6

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/Narra el autor/
  Al despertar, Estoico vio lo que más tenía. Sabía que su hijo y su esposa ya tenían una vida hecha. Sabía que en algún momento se volverían a ir de Berk. Sabía que ellos se irían, pero no pensó que sería tan pronto.

Estoico: Espero que estén bien, ustedes dos.

  El jefe se despertó y junto a su dragón fue a patrullar por toda la isla. No encontró nada sospechosos pero siguió buscando por si las dudas surgía algo.

  Ayudó a su gente en todo lo que podía. Detuvo peleas, ayudó con la cosecha y pesca, dirigía los grupos de búsqueda, entre estás cosas.

  Nadie podía dijo nada acerca de lo de su esposa o hijo ya que no los habían visto en todo el día y sabían lo que podría suceder. Bocón, junto a Gruñón, seguía a su fiel amigo a todas partes para que esté no se sintiera solo o triste.

Bocón: ¿Estás bien?

Estoico: Si, estoy bien.

Bocón: ¿Seguro?

Estoico: Si. Solo no quiero que me recuerden que mi hijo y mi esposa se fueron de aquí ¿Ok?

Bocón: Ok, ok. Si necesitas algo, pídeme lo que sea y te ayudaré ¿Ok?

Estoico: Ok. Ahora ve a la herrería y continua haciendo esas armas.

  Estoico no era tonto. Sabía que su esposa e hijo se fueron por una razón. Si bien debían cuidar de sus nidos y eso, no era razón suficiente para que se marcharan sin despedirse y sin que nadie los viera.

  Mientras tanto, Astrid y los demás buscaron a Hipo por todas partes. Nadie sabia en donde estaba o que le pasó y el jefe no quería hablar de eso.

  La rubia estaba comenzando a acostumbrarse a su dragona. Tal fue el punto que ahora la podía montar sin preocupaciones. Sus amigos le enseñaron lo básico para que pudiera volar y hacer otros trucos. Y como era de esperarse, Astrid lograba todo lo que se proponía. Antes de que se dieran cuenta, ella ya se acercaba a Tormenta y no tenía intenciones asesinas.

  Los chicos iban caminando hasta que escucharon gritos de rabia provenientes del bosque.

Patán: *Asustado* ¿Qué fue eso?

Brutilda: ¿Acaso estás asustado?

Patán: *Muy ASUSTADO* Claro que no. Obvio no estoy asustado.

  Los chicos fueron y notaron que era Heather quién estaba haciendo un berrinche. Se estaba desquitando con un árbol mientras que Cizalladura la veía y trataba también de desquitarse con el árbol.

Astrid: Heather ¿Que sucede?

Heather: *Furiosa* Esos hijos de trolls me dejaron aquí, sola.

Patapez: ¿Hablas de Valka y de Hipo?

Heather: Hipo debe estar asustado por lo de Drago y piensa enfrentarlo solo. Su madre debió descubrirlo y se fue con él.

Brutacio: ¿Y eso que tiene que ver con qué estés enojada?

Heather: ¡Esos dos me abandonaron! Soy su mejor espía. He estado con ellos mucho tiempo ¡¿Acaso no confían en mí?!

Patapez: No creo que sea eso.

Astrid: *Sorprendida* Momento ¿Has estado con ellos por mucho tiempo? Explícate.

Heather: Ya te lo dije. Hipo me rescató y yo me convertí en su espía. Terminé viviendo con él.

Astrid: ¡¿Qué?!

Heather: ¿Siempre te sorprendes por todo? Escuchen. Debo ir con ellos. Si. Mi están perdidos, sobre todo Hipo. Desde lo que le pasó, él... Él no es el mismo desde ese entonces.

Todos: ¿Que le pasó?

Heather: No puedo decirles. Es un secreto que el no quiere que nadie se entere. No puedo decírselos, lo siento.

Astrid: ¿Sabes a dónde se fueron al menos?

Heather: Si. Pero no creo que sea buena idea ir con ustedes. Yo pensaba irme esta noche para luego llegar y darle una paliza a pata de hierro.

Astrid: Iremos contigo.

Heather: No creo que sea buena idea. El resto del grupo no los conocen todavía.

Astrid: No es pregunta.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora