Capítulo 27

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/Narra el autor/
  Hipo y Chimuelo se encargaron de proteger el huevo del Erupciodón mientras que los chicos y sus dragones exploraban el lugar en ruinas en busca de sobrevivientes.

  Exploraron por toda la isla y no encontraron nada.

  Estaban a punto de rendirse hasta que Astrid escuchó ligeramente una tos. Fue hacia el lugar de origen del sonido y se encontró con una cueva vacía y oscura. Al entrar por completo fue emboscada. Apenas pudo gritar y Tormenta fue hacia ella para protegerla. Al entrar vio a algunos hombres con capuchas negras y luego notó a una mujer con cabello rubio y corto.

Mala: Hola Tormenta. Te extrañe.

Astrid: *Sorprendida* ¡¿Conocen a Tormenta?!

Mala: Eso debería preguntar yo ¿Qué haces con ella?

  La líder apuntaba su arma contra la cabeza de la joven. Astrid se negaba a mostrar temor y decidió aceptar su destino con honor hasta que...

Heather: ¡Mala detente!

  Mala detuvo su espada y vio a quien la llamó. Se sorprendió al darse cuenta de quien se trataba.

Mala: ¿Heather? ¿Eres tú?

Heather: Si. Ahora baja tu espada, ella es amiga. También es la novia de Hipo.

  Mala bajó su arma y ayudó a Astrid a levantarse. Se disculpó y se veía realmente apenada por lo que hizo.

Mala: Lo lamento. Si me hubieras dicho que eras la novia de Hipo me hubiera detenido antes, creo.

Astrid: No soy novia de Hipo. Heather nomás es quien le gusta hacer bromas.

Mala: *Sonriendo* Te creo.

Heather: Vinimos a ayudar. Hipo se esta encargando de los cazadores.

Mala: Gracias por venir. Estamos acorralado.

  De repente, un cazador cayó de la parte externa de la cueva. Parecía tener una flecha incrustado en medio de las cejas. Todos se sorprendieron y estaban un poco asustados.

Astrid: *Sorprendida* ¿Y eso que fue?

Mala: *Seria* Es un cazador. Parece que alguien lo mató a distancia.

Heather: Solo se me ocurre Hipo.

Mala: Igual.

Patán: Chicas ¿Que...?

  Heather presentó a todo el mundo y ayudo a los defensores a huir de allí.

  Estaban corriendo cuando un grupo de cazadores los acorraló. Este grupo no los quería dejar ir tan fácilmente, por lo que tuvieron que prepararse para luchar

  Retrocediendo un par de minutos atrás, Hipo comenzó a luchar contra los cazadores. Primero atacó al que tenía en frente y lo noqueó de unos golpes. Uso su arma para golpear en la cabeza a los otros dos que se acercaron a él. Hipo avanzo un par de pasos y arrojó espinas para matar a algunos de los cazadores que quedaban. Chimuelo lo ayudaba disparando desde atrás. De un momento a otro, un ballestero iba a dispararle una flecha pero se dio cuanta a tiempo y con su bastón desvío la ballesta. Una vez desarmado, el cazador trató de huir pero Chimuelo lo capturó y lo llevo a Hipo.

Hipo: Dime donde están.

Cazador: *Asustado* No tengo idea. No se nada. Por favor sólo quiero irme a casa. Por favor.

Hipo: Te irás a cas cuando me digas donde están.

  El cazador le dijo al chico todo lo que quería saber y este lo dejo huir. El cazador intentó llegar al barco para advertirle a su jefe pero antes poder hacerlo vio como varios barcos ardían en llamas y había varios cuerpos en el agua. Los demás barcos habían huido junto con toda su tripulación. Él y otros como él quedaron varados en la isla.

Hipo: Que lástima. Me parece que se tuvieron que retirar por hoy. Pero tranquilo, hay un cuarto de huéspedes esperándote a tí y a los demás ¿Cierto Mala?

Mala: Claro Hipo. Todo sea por nuestros huéspedes.

  Los Defensores buscaron y capturaron a todos los cazadores y conquistadores que quedaban. Los encerraron y los mantuvieron en vigilancia.

  Mala agradeció a Hipo por su ayuda. Les mostró la isla a los demás jinetes y comenzó a relatarles a los demás las aventuras que tuvo junto a Hipo y a los otros jinetes.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora