Capítulo 52

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/Narra el autor/

  Cuando Astrid y los demás salieron vieron que estaban por ser atacados por una flota de los conquistadores. Apesar de que ella y Valka estuvieron preparandose para esto, no esperaban que el número los superaba de manera tan exorbitante. El ataque hacia la Orilla fue tal que ni siquiera les dió tiempo alguno para que los berkianos se pudieran preparar o realizar la estrategia que tenían planeado. La isla fue atacada y antes de que se dieran cuenta, sus enemigos comenzaron a destrozarlo todo a la distancia.

Astrid: Esto está mal. Debemos huir.

Bocón: ¿Pero como?

Heather: Los túneles secretos. Debemos ir por los túneles secretos. Debemos separarnos o nos encontrarán facilmente.

Spitelout: ¿Cómo pasó esto? ¿No que este lugar era difícil de encontrar?

Patapez: Quedamos expuestos cuando tuvimos que transportar todo Berk hacia aqui. De seguro enviaron a un explorador sin que nos dieramos cuenta.

Astrid: Este no es momento para eso. Debemos irnos, pero ya.

  La isla estaba siendo atacada desde varios ángulos, los vikingos estaban siendo rodeados, y los dragones acorazados empeoraban la situación. Con el ataque frontal como distracción, un grupo de cazadores lograron llegar a la isla a traves de pequeños botes. Los cazadores lograron llegar hasta los Berkianos y comenzaron a atacarlos sin piedad, sin importales la edad o el género. De repente, uno de los cazadores acorraló a varios niños y los hubiera matado de no haber sido por Patán, quien se puso en medio y con su martillo de guerra detuvo el ataque. Él resistío lo más que pudo para que los niños escaparan. Patapez y Astrid lograron resistir y contraatacar el tiempo suficiente para que los dragones se llevaran a todos los Berkianos. Su estrataegia  no se ejecutó como lo habían planeado pero lograron sobrevivir y salvar a la mayor parte de su pueblo. Algunos hombres se quedaron a combatir a los cazadores y esos mismos hombres perdieron la vida o fueron capturados.

  Con la Orilla perdida y prácticamente perdida, los Berkianos tuvieron que dispersarse por distintas partes. Ellos se habían preparado para un ataque que terminó golpeandolos muy duro y sin que tuvieran tiempo para reaccionar. Esta vez fueron más lentos que los cazadores y por ello volvieron a perderlo casi todo.

  Astrid fue astuta y se llevo todo lo que pudiera ser usado en su contra, tambien se aseguro de llevarse todo lo que pudiera ser de utilidad para los conquistadores y cazadores. Valka se llevó a Gothi, las medicinas y a su esposo aún debil. Patán, Patapez, los gemelos, Heather y Viggo hicieron lo posible para liberar a los dragones del control de los cazadores y también se encargaron de ganar tiempo para permitir que todos escaparan.

  Una gran cantidad de Berkianos lograron huir pero algunos no tuvieron la misma suerte. Ese ataque sumio a Berk casi a su ruina. La moral de estos Berkianos estaba por el piso, sus hogares y esfuerzos fueron en vano y ahora era cuestión de tiempo para que todos murieran. Durante los siguientes días, los aliados de Berk los ayudaron a refugiarse pero eso era lo máximo que podían hacer por el momento.

  En la isla de los Marginados, Astrid y sus amigos estaban haciendo una junta para organizar un ataque pero era completamente inútil.

Astris: *Golpea la mesa molesta* No puede ser. Primero nuestro hogar y luego la isla de Hipo. Estaremos acabados antes de poder defendernos. Se terminó. No podremos hacerlo sin Hipo.

  Aquel ambiente era tan triste que ninguno se atrevio a decir nada hasta que...

Alvin: *Sarcástico* Crei que los Berkianos no se daban por vencido. Yo permití que guerreros se quedaran en mi isla, no debiluchos cobardes.

Astrid: Pero Alvin... lo perdimos todo.

Alvin: ¿Y qué? Lastimaron a Estoico, a sus camaradas, les quitaron sus hogares ¿Y van a dejar que se salgan con la suya? Yo no lo creo. Si necesitan unas cuantas manos extras, pueden contar conmigo y mi gente, pero por lo que más quieran no se den por vencido aún.

Valka: Gracias por todo Alvin.

Alvin: Lo que sea por ustedes Valka, pero tengo que pedir algo a cambio y es que nos enseñen a montar dragones o no podremos hacer mucho.

Astrid: Dalo por hecho.

  De repente, un marginado entró y con el poco aire que tenía dijo lo siguiente.

Marginado: *Agitado* Señor... tiene que... venir a ver... esto.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora