Capítulo 12

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/Narra Astrid/
  Cuando ví a mis amigos, me sorprendió un poco. Cuando ví como crecí yo, estaba algo asustada. Pero cuando ví a Hipo y como nos atacó anoche, sentí mucho miedo. Estaba aterrada porque pensé que ya no lo conocía. Era alguien completamente distinto.

  Luego de desayunar, hablé a solas con Heather en el bosque.

Astrid: *Sorprendida* ¿Quién es ese?

Heather: *Calmada* Es Hipo.

Astrid: Eso es mentira. Él no puede ser Hipo.

Heather: ¿Tú buscas al chico delgado y flacucho que no podía ni levantar una espada y le aterraba todo?

Astrid: Si.

Heather: Es él.

Astrid: ¡¿Qué?! No puede ser.

Heather: Astrid, pasaron muchos años desde ese momento.

Astrid: Lo sé pero...

Heather: Escúchame. Hipo tuvo que pasar por muchas cosas y cambio. Para bien o para mal, tuvo que cambiar para sobrevivir.

Astrid: ¿Y qué le pasó?

Heather: Si te lo digo, puede que te duela la cabeza.

Astrid: ¡No recuerdo nada! ¡He montado un dragón! ¡Hipo cambio! ¡Fuimos derrotados por él fácilmente! Un dolor de cabeza sería el menor de mis problemas en este momento.

  Heather dudó por un tiempo hasta que decidió contarmelo todo.

Heather: Todo empezó hace algunos años. Chimuelo, el dragón de Hipo, lo raptó y se lo llevó lejos de Berk. Poco después, ambos terminan ayudando a los dragones a escapar de los cazadores. Me conocieron a mi, conocieron a su madre y luego ustedes lo volvieron a encontrar.

  En ese momento, cientos de imágenes volvieron a mi cabeza al mismo tiempo y empezó a dolerme.

Heather: Sabía que no debía decírtelo. Perdón Astrid.

Astrid: Estoy bien, estoy bien. Solo necesito un descanso. Luego cuentame el resto.

Heather: *Decidida* Claro que no. Es muy peligroso para tí.

Astrid: Pero si no me cuentas, quién más lo hará. Solamente puedo confiar en tí, Heather.

Heather: Te lastimarás, Astrid. No quiero que te pase nada. Y él tampoco lo quiere.

Astrid: *Curiosa* ¿Quién? ¿Hipo?

Heather: *Riéndose* Si. Él te quiere mucho, mucho. Muak, muak.

  Le dí un golpe el hombro mientras se seguía riendo.

  En parte estaba feliz, pero también estaba triste ya que sentía que había perdido para siempre aquel chico en el que me fijaba.

Astrid: ¿Cómo se volvió tan fuerte y hábil?

Heather: Estar constantemente enfrentando a cazadores te obliga a entrenar. Él siempre está haciendo locuras, pero así es él.

  Escuchamos como Hipo nos llamó y fuimos a reunirnos con los demás. Ya con todos, vimos a los dragones y quedé sorprendida cuando ví a una gran cantidad de dragones organizados y tranquilos. Era como Berk pero mejor.

  Mientras caminaba, ví al Furia Nocturna y este tenía un ligero brillo azul.

  Estaba distraía y en eso terminé pisando por accidente la cola de un Pesadilla Monstruosa. Este se enfureció e intentó comerme.

  Yo retrocedí y en eso escuché el rugido del Furia. Este se puso adelante para protegerme. El Pesadilla retrocedió y agachó la cabeza como si lo lamentara.

  Quedé muy sorprendida y no pude decir ni una sola palabra.

Hipo: Tranquilo Chimuelo. Vamos tenemos que organizar a los dragones de la isla.

  Realmente Hipo se hizo amigo de un Furia Nocturna. No sabía que hacer. Quería hacerle muchas preguntas, pero una de ella siguió retumbando en mi cabeza ¿Qué le pasó a ese adorable chico que esperaba a que lo rescataran algún día?

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora