Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2

Capítulo 36

/Narra Patapez/
  Luego de escuchar la historia de Hipo y ver la tumba de quienes fueron parte de su equipo, comencé a asustarme. Nunca creí que hubieran personas que pasaran por tales cosas. Hipo sufrió en Berk, sufrió estando solo y lo torturaron de la manera más inhumana posible. Cuando asesinó a aquellos hombres en aquella pelea de la manera más brutal que haya visto, sentí como si fuera otra persona. Ya sabía que su actuar era extraño, pero nunca pensé que hubiera algo tan profundo detrás de aquella sonrisa y tranquilidad que siempre mostraba. Apoyaba a todos sin dudar, era protector, amable, tranquilo y juguetón, todo eso lo mostraba para que no viéramos lo que realmente ocultaba.

  Luego de extenderle la mano a Dagur y cerrar su promesa, Hipo comenzó a desvanecerse hasta caer al suelo.

Heather: Debe descansar. Astrid ¿Podrías llevarlo a su habitación, por favor?

Astrid: Por supuesto.

Heather: *Bromista* Pero no le vayas a hacer nada mientras esté indefenso ¿Ok?

Astrid: *Avergonzada* ¡¡¡Heather!!!

  Astrid cargó a Hipo como si no pesara nada y se lo llevó a su cabaña para que descansara.

Dagur: *Silbar* Esa mujer si que tiene fuerza.

  Heather le dio un pequeño golpe a su hermano y todos nos reímos.

  Una vez que llegó el silencio, todos nos separamos y tratamos de hacer cualquier cosa para distraernos.

  Yo me fuí a la playa para tratar de pensar en todo lo que ocurrió. Hipo se esforzó mucho más que nadie y estaba pagando un precio mucho más alto de lo que cualquier soportaría.

  Albóndiga es una muy buena dragona y ha estado conmigo desde que Hipo nos volvió a reunir. Se queda conmigo al dormir, me acompaña y me cuida cuando hay un peligro. Es como si fuera una amiga que siempre está a mi cuidado.

Patapez: ¿Qué vamos a hacer Albóndiga? ¿Realmente Hipo sufrió tanto? - Ella asintió sin dudarlo - *Sarcástico* Wow, eso ayuda mucho, gracias.

  Ella me abrazó con sus pequeñas y adorables patitas y yo le devolví el abrazo.

Heather: Awww, que tierno.

  Eso nos sorprendió y nos separamos del abrazo. Albóndiga corrió hacia Heather y comenzó a lamerla.

Heather: Puaj. Que asco, chica. Jajaja.

  Heather se acerco y me dió un beso. Es una lástima que no hayamos podido tener mucho tiempo a solas.

Patapaz: No importa - Me sentía algo nervioso y no sabía que hacer. Ella pasó por horribles cosas y yo nunca pude estar ahí para ella - *Nervioso* Heather, yo...

Heather: No importa, Patapez. El pasado es el pasado. No se puede cambiar, pero siempre estará en nuestras memorias. Sé que es lo que quieres decir, pero no puedes forzarte a hacer algo que no puedes. Eres algo temeroso pero aún así te acepto.

  No podía sentir mayor vergüenza que la que estaba sintiendo en ese momento. Era alguien corpulento, me asusto con facilidad y ni siquiera podía enfrentarme a cosas tan pequeñas e inútiles.

  Abracé a mi novia con fuerza mientras trataba de cantarle una vieja canción Ingerman. 

Patapez: Prometo que no importa a lo que me enfrente, te protejeré con mi vida. Quiero protejerte porque realmente... realmente te amo.

  Mi corazón iba a mil, sentía la cabeza ardiendo y mis pies temblar en la arena. Quería desmayarme, pero me mantuve firme. Quería demostrarle lo mucho que me importaba.

Patapez: Si quieres llorar, lloraré contigo. Si tienes miedo, estaré contigo. Si te pierdes, me perderé contigo. Haré lo que sea pero promete algo, que siempre contarás conmigo.

Heather: *Feliz* Te lo prometo.

  Los dos unimos nuestros labios en un largo y romántico beso.

  Los dos caminamos durante un rato hasta que nos encontramos con algo raro. Vimos a lo lejos  Patán tener un hacha y levantarla contra Colmillo. Quisimos detenerlo, pero Patán arrojó el hacha lejos.

Patán: Vé por él - Colmillo fue por le hacha y cuando volvió con ella en la boca, se lo entregó a Patán en la mano - Buen chico - Acarició a su dragón y luego le dió un pescado para que comiera - ¿Quien es un buen chico? Tú lo eres, tú lo er...

  En ese momento se dió vuelta y nos vió.