Capítulo 3

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/Narra Hipo/
  Viggo y yo estábamos muy concentrados. El juego estaba tomando más tiempo de lo esperado. Para ambos se volvía cada vez más difícil.

  Gracias a la pequeña distracción que le cause a mi rival, este trató de mantenerse siempre concentrado pero eso le fue imposible. La presión para no fallar nuevamente le estaba afectando. Se estaba ejerciendo tanta autopresión que terminó colocando mal una de sus fichas y en tres movimientos conseguí mi victoria.

Hipo: *Feliz* Bien. Lo apostado es deuda. Nuestra libertad, la queremos ahora.

Ryker: *Enojado* De ninguna forma. Ustedes vendrán con nosotros.

Viggo: *Calmado* No, hermano. Un trato es un trato y debo cumplirlo. Liberen a los prisioneros y dejen que se vayan.

  Los guardias de Viggo nos soltaron y nos dejaron ir. Los hermanos comenzaron a discutir y, a pesar de que me alejé un poco, pude escuchar su conversación.

Ryker: *Enojado* ¡¿Que hiciste?! ¡Ahora van a asesinarnos!

Viggo: Eso no sucederá. Dije que los soltaría, no que no los dejaríamos irse de esta isla con vida.

  Al escuchar eso, supe inmediatamente que era lo que nos esperaba. Ya a punto de salir, golpeé a uno de los guardias y lo lancé hacia afuera. Cuando salió, una flecha de ballesta lo hirió. Heather se soltó de su guardia, lo lanzó también hacia afuera y este también recibió una flecha. Saqué mis cuchillos y corrí lo más rápido que pude hacia afuera. Cuando salí, lancé mi cuchillo al tipo de la ballesta y logré herirlo. Heather y yo logramos huir pero sabíamos que nos esperaban en la entrada del bosque. Había cazadores que nos seguían desde atrás hasta que unos dragones lograron hacer que retrocedieran.

  Nosotros nos encargamos de los cazadores del bosque y nos reunimos con mi madre.

Valka: *Aliviada* Que bueno que estás bien. *Enojada* ¡¡¡Nunca más vuelvas a hacer eso!!!

Hipo: Mamá, cálmate. Solamente me capturaron, no fue nada del otro mundo.

/Narra el autor/
  Los demás llegaron junto con su dragones y se reunieron con aquellos tres. Chimuelo y Cizalladura acariciaron y lamieron a sus jinetes.

  Cuando los Berkianos vieron que más cazadores se aproximaban a ellos, decidieron huir de aquella isla y volver a casa.

  Mientras iban volando, Astrid se veía enojada con Hipo por poner a sus amigos en riesgo. Los demás vikingos estaban enojados con él por su actuar. Y sus padres estaban enojados con él por como puso su vida en riesgo.

Valka: Pudiste haber muerto ¿En qué pensaste?

  A Hipo se le estaba pasando el efecto de su locura y comenzaba a poner una cara triste.

Hipo: Estaba mal y necesitaba alejarme de todo. Invité a los chicos para hacer una especie de campamento. No creí que habrían cazadores.

Estoico: Es todo. Hijo...

Valka: *Interrumpiendo* Estás castigado. Nada de vuelo durante una semana, Chimuelo y tú estarán separados durante cinco días y ayudarás a Bocón en la forja durante una semana.

Hipo: *Queja* Pero mamá...

Valka: *Seria*Así aprenderás a no meter en problemas a los demás y a no poner tu vida en riesgo ¿Te quedó claro?

Hipo: Si mamá.

  El viaje fue un poco incómodo. Astrid seguía temiéndole a Tormenta pero estaba mucho más tranquila que antes, a parte se alegro de ver a sus amigos en buen estado. Los demás vikingos estaban aliviados que no hubieran bajas. Los padres de Hipo estaban felices de que él estuviera bien pero al mismo tiempo, estaban enojados con él. Hipo y Heather estaban volando juntos para tratar de conversar, así para que Hipo no se sintiera tan mal. Chimuelo estaba feliz por tener a su jinete devuelta que no dejaba de sacar la lengua.

  Cuando llegaron a Berk, Hipo se encerró en su habitación y allí quedó por el resto del día. Sus padres se preocuparon al igual que Heather. Alejaron a su dragón de él, lo que terminó alterando a la criatura. Y por último, los chicos quedaron indeciso en qué lado quedar.

  El resto del día fue muy poco alegre comparado a los días anteriores.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora