Capítulo 35

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/Narra el autor/

  Los chicos no tenían palabras para describir lo que acaban de oír. Hipo se levantó e hizo que los demás lo siguieran. Todos lo siguieron hasta que llegaron a un lugar bastante alejado nunca antes visitado por los chicos. Se encontraba lleno de arboles y con una hermosa vista al mar. Ahí yacían tres montos de piedra.  

Hipo: *Enojado* Aquí yacen los cuerpos de nuestros compañeros muertos.

  Apenas dijo eso y se agarró la cabeza como si le doliera. Heather fue a ayudarlo a mantenerse en pie.

  Los chicos los vieron a los dos con pena y terror al imaginar por todo lo que habían pasado. Dagur apretó su puño y mordió su labio hasta hacerlo sangrar. Patapez también apretó su puño mientras trataba de no llorar por lo algo que ni siquiera vivió. Astrid quería abrazar a Hipo y consolarlo, pero estaba en duda ya que Heather era quien lo estaba ayudando a sostenerse, eso la hizo dudar de si misma.

Hipo: En esa batalla, Chimuelo y los demás fueron a avisarle a mi madre y ella junto con el Rey de los dragones fueron a salvarnos. Obviamente rescataron a los dragones que estaban cautivos ahí. Según mi madre, yo mismo me liberé de mis ataduras y con una piedra afilada que estaban bajo mis pies, asesiné a más de diez cazadores yo solo. Usando solamente una piedra con filo. Cuando por fin tuve un arma en mis manos, asesiné, desfiguré y torturé a todos los enemigos que se cruzaran en mi camino. 

Heather: Lo peor es que cada vez que tiene un episodio, termina fuera de combate y luego los recuerdos de su estado inconsciente terminan apareciendo de manera brusca en su cabeza. Es como ver una batalla en la que no participaste y sentir la pelea cuando ya pasó. Eso lo lastima mucho.

Astrid:  *Confundida* Pero esa vez, cuando encontramos a los Furias, el no quedó noqueado.

Hipo: Eso fue porque mantuve el control. Por eso fuí más suave con ellos esa vez.

Heather: Eso provocó repercusiones en su mente. A veces actúa como un niño, otras veces enloquece de repente, otras veces olvida quién es y hay veces en las que tiene lapsos suicidas. Ha sido duro para él, su madre y para mí. Hemos peleado esta guerra y vimos a varios de los nuestros perder la vida en esta guerra. Ellos tres no fueron los únicos.

Hipo: Es por eso que ya quiero que esto se termine.

Astrid: Y terminará. Te ayudaremos.

  De repente, Dagur caminó hacia Hipo y le extendió la mano con una mirada seria en su rostro.

Dagur: *Serio y enojado* Ahora eres verdaderamente mi hermano. Ahora sabes lo que siento todos los días de mi vida.

Hipo: Si.

Dagur: Por eso te prometo, hermano, que si veo a esos sujetos, les cortaré la cabeza para vengar a tus amigos.

  Hipo vió a Dagur y por alguna razón se sintió feliz. Heather tenía una lágrima que escapó de sus ojos y recorrió su mejilla.

Dagur: Esto es la guerra, y los Berserker amamos la guerra.

Hipo: ¿Contaré con tu ayuda, hermano?

Dagur: Sin ninguna duda.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora