Capítulo 17

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/Narra Hipo/
  Los Furias que estaban en esa cueva eran tres machos y dos hembras. Cuando los encontramos, Chimuelo y yo estábamos muy emocionados por haberlos encontrado. Fue casi como un sueño hecho realidad. Luego despertamos de ese sueño.

  Vimos a un Destrozacavernas dentro de la cueva y amenazaba con conseguir su alimento.

  Chimuelo y yo no pusimos enfrente de él para tratar frenarlo. Luego Cizalladura, Tormenta, Heather y, por último, Astrid, hicieron lo mismo que yo.

Astrid: *Confundida* ¿Alguien me puede decir que estamos haciendo?

Heather: Tenemos que evitar que el Destrozacavernas avance.

Astrid: ¿Que es un "Destrozacavernas"?

Hipo: *Señalando* Eso. Es un dragón que suele vivir y moverse en cuevas o cavernas. Puede segregar un moco muy inflamable y tiene una mucosa resistente al fuego, sin mencionar que tiene una piel extremadamente dura.

Astrid: ¿Y por qué tenemos que combatir contra él? ¿Qué no era que ayudas a dragones?

Heather: El problema con este es que se alimenta de huevos de dragón.

Hipo: En otras palabras, quiere comerse las crias de los Furias Nocturnas.

  Saqué algunas espinas de Susurro Mortal y traté de enfrentarme al dragón.

Hipo: ¡Saquen a las hembras y a las crias de aquí! ¡Yo me encargo del resto!

  Chimuelo me ayudó a distraer al dragón mientras que Heather y Astrid ayudaban trataban de calmar a las hembras.

  Tratar de clavarle una de las espinas a la bestia pero este era más rápida, más ágil y tenía una piel muy dura.

  Chimuelo lo enfrentaba prácticamente solo. Yo hacía lo que podía pero no le afectaba. Chimuelo le lanzaba bolas de plasma, trataba de morderlo y hasta lo rasguñaba. Vi como su valor inspiró a los otros Furias y los tres machos saltaron hacia el combate para proteger a sus crías.

  Ahora eran seis dragones contra uno y los seis lanzaron su fuego contra el enemigo. Los Furias, en vez de lanzar bolas de plasma, expulsaron un rayo de plasma. El dragón seguía resistiendo hasta que comenzó a excavar. Se hundió en la tierra y no sabíamos dónde estaba.

Hipo: ¡Ahora! ¡Debemos sacarlos de aquí!

  Cómo pudimos, agarramos todos los huevos y nos fuimos lo más rápido posible de aquel lugar. La cueva comenzaba colapsarse debido a los múltiples agujeros que hizo el dragón y los disparos que habían hecho los nuestros. Corrimos con los huevos teniendo cuidado de no romperlos o tropezar con ellos. Los dragones fueron más rápidos y salieron primero, nosotros salimos después.

  Apenas salimos, la entrada de la cueva colapsó. Vi a mi amigo y le sonreí.

Astrid: Salvamos los huevos. Que bien que nada malo paso... creo.

Heather: Bueno, técnicamente eres nueva en esto.

  En parte miraba extrañado a esas dos pero en parte tenía razón. Astrid nunca había participado en una misión cómo está la nunca ví a un dragón que no fuera los principales, salvó Cizalladura.

Hipo: Ok, debemos dejar que las hembras tengan de regreso a sus crías

  Aún no podía creer que por fin encontramos Furias Nocturnas. Tenían las misma aletas en la parte de atrás de las alas, las mismas aletas en la cola, las mismas escamas negras y las misma "espinas" en la espalda.

Hipo: Ok, llevemoslos lejos. Los cazadores quizás ya sepan de ellos por lo que debemos ocultarlos en otra parte. Además, no pueden volver a esta caverna por el Destrozacavernas.

Heather: Habrá que encontrarles un nuevo hogar, pero por ahora deben vive en la Orilla.

Hipo: *Emocionado* A la Orilla se ha dicho.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente) P2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora