✦CAPÍTULO 31✧

52 11 22
                                    

(Daniel in multimedia)




(_____ Narra)

Son concretamente las 6:30 y hemos quedado a las 7:15 en casa de Jonah para ir a la cabaña. En silencio me he despertado abrazada por Daniel y me he metido en el baño, he tardado cinco minutos porque no quería tardar, me he vestido y he salido donde Daniel se encontraba bostezando.

— Pensaba que me habías abandonado.— dijo el con un puchero y se veía demasiado bien sin camiseta, no es la primera vez, pero si recién levantado con sus pelos rebeldes que le hacen ver bien siempre y sin camiseta.

— Nunca.— susurre y me tire con el al lado.— Bueno, tenemos que irnos.— seguíamos susurrando. El asintió.

— Cierto, yo también tengo que cambiarme y que no se den cuenta que me marché.— se levanto y se puso los zapatos y la camiseta, cogimos los abrigos y mi maleta y el hablo.— Te veo en la puerta.— asentí y salió por la ventana con cuidado y yo por la puerta, como es normal no podíamos salir juntos.

— Hola mamá, ya me voy a casa de a Daniel y juntos vamos a por los demás.— ella que bebía un café en silencio asintió.

— Que te lo pases bien cariño.— se aparto el café y me sonrió, no es la mejor cara que podía poner cuando en la noche estuvo peleando con papá.

—¿Donde está papá?

— De el ni hables, ya volverá cuando le salga de ahí abajo.— se puso de morros y yo solo asentí.

— Nos vemos el domingo en la noche.— fui le di un beso en la mejilla y ella me lo devolvió.

— Ten cuidado cariño.— asentí y me despedí, salí de la casa y busqué con la mirada a Daniel.

—¡Aquí!— susurro saliendo por el lado.

— Vamos.— seguíamos susurrando hasta llegar un poco lejos de la casa.— Ay, ahora que nos hemos alejado al fin puedo hablar normal.— Nos miramos y sonreímos.— ¿Que tal has dormido?

— Como un bebé, como siempre que duermo en tu cama, y más contigo.— reí y asentí.

— Esta bien. Me alegro.

—¿Quien estaba en casa?

— Mi madre.— lo mire y el no dijo nada y asintió, me abrazó pasando su brazo derecho por mis hombros y acercándome a su cuerpo y seguimos caminando así.

Ya después de 15 minutos llegamos, me dirigí con el adonde daba la ventana de su habitación y subió.— Llama para que mi madre te abra.

Asentí y me marché. Llame a la puerta y alguien se acercó a ella y abrió.— Hola ____.— Contestó su madre al verme.— Creo que Daniel está en la ducha.

Asentí.— Si, viniendo hacia aquí lo he llamado y me ha dicho que entrará porque el iba a la ducha.— ella asintió y me ofreció asiento en la cocina.

— ¿Quieres comer algo?— negué.— ¿Segura?— asentí.— No tienes porque no comer porque no sea tu casa.

Suspire.— Si, la verdad es que me muero de hambre. He salido de casa sin comer nada. Pero creo que íbamos a desayunar en casa de Jonah.

— Bien, si es así, al menos tomate algo. No quiero que te pase como una vez a mi hija que por esperar se desmayo.— Sonriendo y como si fuera su hija ella me tendió un vaso de leche a lo que le añadí cacao y una tostada de Nutella y me lo comí mientras que ella le preparaba otro a Daniel.

— Hola a las dos de tres mejores mujeres que hay en mi vida.— dijo Daniel y vino hacia su madre y le dio un beso el la mejilla me miro y me guiño un ojo y sonreí, vino hacia a mi y me dio un cálido beso y susurre en su odio.

notas debajo de la mesa # D.S ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora