Diccionario para novelas chinas ©

Niños ricos de segunda generación

富二代
La segunda generación rica se refiere a los niños ricos que heredaron grandes cantidades de propiedad. La segunda generación de ricos heredará bienes personales (incluidos bienes muebles e inmuebles) con un valor total de más de 10 millones de yuanes. El rico valor inmobiliario total heredado de segunda generación representaba más del 60% del valor total de sus activos, por lo que los activos invertibles en sus manos no eran suficientes. Las generaciones ricas de hoy en día están acostumbradas a comprar y usar artículos de lujo, y a menudo disfrutan de varios servicios de alta gama, son la élite del futuro.

La segunda generación rica tiene éxito basado en el conocimiento y una lucha ardua. Estos dos tipos son el pilar de la segunda generación rica, y también hay hijos pródigos que pierden, y una pequeña parte es más mediocre al final. Algunos expertos creen que la riqueza de los ricos debe ser donada a la sociedad en lugar de a todos los niños, de lo contrario, esto conducirá fácilmente a un aumento en la división de la riqueza entre los ricos y los pobres, lo que no es propicio para la estabilidad social y el desarrollo económico; Aristocracia nativa china. Famosas segundas generaciones súper ricas incluyen Wang Sicong, Zong Yanli y otros.

    Nombre chino
    Rica segunda generación
    Nombre extranjero
    rico de segunda generación
    Población mayor
    Niños ricos que heredaron grandes cantidades de propiedad
    Categoría
    Exitoso
    Caracteristicas
    Mejores condiciones económicas

Fuente: Baidu

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Muy pocos conocen el significado de la palabra 'fuerdai', incluso esta será la primera vez que la hayan leído. Sin embargo, a más de ocho mil kilómetros, en China, están hartos de escucharla en cientos de medios de comunicación. Es un término chino que significa "segunda generación de ricos" y hace referencia a los hijos de los empresarios multimillonarios que han montado su propio imperio desde cero.

Estos niños de papá nacieron en las décadas de 1980 y 1990 con todo hecho: riqueza, acceso a la educación privada u occidental y cero preocupaciones. Lo único importante en sus vidas es divertirse y restregar a todos los mortales su fantástico estilo de vida a través de las redes sociales. Pero ninguno de estos nuevos millonarios tiene la intención de continuar el legado de sus padres y tomar las riendas de sus futuros negocios; un hecho que preocupa en gran medida a una República en continuo crecimiento.

Fuente: El economista