Capitulo 24. Mil años.

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Beth

Los días pasaban tan rápidos que no nos dábamos cuenta, pero decían que los mejores momentos eran los más rápidos en irse, y era cierto.

Dos meses.

Ethan y yo estábamos todo el tiempo juntos, solo los separamos en las noches, porque el resto del día, él iba a buscarme a la residencia, o yo a él. Comíamos y estudiábamos juntos, y en las tardes salíamos a caminar los dos, o en ocasiones nos acompañaban Ava y Luka, en algunas íbamos todos juntos, incluso el compañero de habitación de Ethan, Jeff, era muy amigo de Kiew. En alguna ocasión Zamira y Lee también nos acompañaron a Regent's Park o al barrio chino en Chinatown, que lugares tan preciosos, pero me alegraba que Zamira y Lee habían arreglado sus problemas, y que estuviesen bien, y para suerte de Lee nunca lo vi alzándole la voz a Zamira, incluso siempre que se dirigía a ella lo hacía con modalidad, y Zamira me aseguro que siempre fue así.

Incluso para mi improvisada cena de acción de gracias, todos habían hecho acto de presencia, y por suerte Ethan no se había negado en dejarme usar el departamento de Thomas, porque si no, hubiese sido un lío preparar toda esa comida en mi inexistente cocina en la residencia. Pero a pesar que todos ellos estaban allí, y que Ethan estaba a mi lado, no pude evitar sentirme triste al saber que esa fue nuestra primera acción de gracias que estuvimos separados.

En Londres cada vez hacia más frió y había visto mi primera nevada allí, y solo faltaban unas cuantas semanas para navidad y no podía evitar pensar el todo lo que había ocurrido en los últimos meses, del cambió que había dado mi vida, pero debía admitir que me gustaba ese cambio. Me gustaba tener a Ethan en mi vida, y me sentía tan feliz con él, que era imposible imaginarme una vida sin él.

Mientras que Peter, solo había regresado a visitarme un par de veces más, y luego con menos frecuencia, hasta que dejó de hacerlo. Porque aunque a Ethan no le agradará, Peter era mi amigo, y fue un gran apoyo cuando no conocía a nadie en la cuidad. La última vez que lo vi fue poco antes de regresar a Seattle, Peter me había contado que había estado muy ocupado con los exámenes de universidad, y su trabajo como pasante en la constructora de Ken. Peter era un buen amigo, y después de una agradable conversación, y chocolate caliente, nos despedimos con un fuerte abrazo, y le deseé una feliz navidad, y prometimos volver a vernos después de año nuevo.

***

Dos días antes de navidad, Ethan y yo estábamos en el aeropuerto, podía sentir como mi mano comenzó a desarrollar una especie de tic nervioso por la idea de volver a subirme en un avión, y pensar en que dirían papá, Grace y Nana, de nuestra relación, porque aunque ya estaban enterados, y lo tomaron con sorpresa, nunca se estaba segura.

—¿Qué crees que nos dirán?— Le pregunte.

Ethan estaba jugando con mis dedos, levantó la cabeza cuando me escuchó, y se encogió de hombros, y siguió jugando con mis dedos. Ese mes que pasamos juntos sentía que lo conocía lo suficiente como para saber que detrás de ese rostro de confianza y autosuficiencia, también estaba nervioso.

—No importa que lo hagan, no me pueden separar de ti.

Sonreí.

—Papá si puede.— Le advertí.

Frunció el ceño, y se acercó a mí.

—No, no puede, pero si lo intentara. Yo te raptaría, y te llevaría lejos antes que si quiera lograse hacerlo.— Le dijo enterrando su nariz en mi cuello.

—¿Me secuestrarias?— Pregunte fingiendo horror.

Sentí su sonrisa.

—Sí, por supuesto que lo haría ¿A dónde quieres que te lleve?

Inmarcesibles ||Destinados|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora