Capitulo 38. Ahogar.

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Ethan

Se sentía en el mejor sueño de todos, una sensación exquisita recorría cada fibra de mi cuerpo por donde Beth había dejado su rastro. Cuando abrí los ojos, ya había amanecido. Cuando estire el brazo buscando a Beth, pero solo sentí la cama vacía, y al mirar hacia su lugar, ella no estaba. Me hubiese gustado despertar con Beth a mi lado, poder repetir mientras aún estábamos soñolientos, estrecharla de nuevo en mis brazos, y sentir el temblor de su cuerpo.

Y con ese pensamiento en la mente, me levante.

Cuando lo hice, me extraño ver la ventana cerrada, cuando la noche anterior había estado abierta, mire al suelo, mi ropa y la de Beth estaba sobre el sofá doblada perfectamente. Me puse mis vaqueros, y camine hacia el pasillo, y abrí la puerta de la biblioteca, donde esperaba ver a Beth, pero no estaba allí.

—Beth.— La llame.

Silencio.

Fui a la cocina, pero tampoco estaba allí, quizás estaba en el cuarto de lavado, pensé. Pero no. Fui al baño, pero tampoco había rastro de ella. Volví a la biblioteca, y note que no estaba su ejemplar de orgullo y prejuicio, mi respiración comenzó a acelerarse. La llame un par de veces más, antes de ir a la otra habitación, pero estaba igual que el primer día que llegamos a Londres. Regrese a nuestra habitación por el móvil, y entonces fue cuando me fije en los cajones vacíos y que su maleta no estaba, ni la esfera de cristal.

Beth se fue.

Mi respiración se cortó.

Me deje caer en la cama, y sentí algo en mi pierna. Era una rosa roja de plástico y junto a ella había una carta. La tome con las manos temblorosas. Y la abrí, cuando termine de leerla, todos mis miedos se hicieron realidad, ella me había dejado, se había marchado.

Querido Ethan.

Sé que cuando estés leyendo esto, yo me encontraré muy lejos. No intentaré explicar porque lo he hecho, ni yo misma lo sé. Y sé que no tengo justificación. Pero tienes el derecho a saber que en estas últimas semanas, me he sentido muy mal conmigo misma, he tratado de salir de este agujero en el que entre, y créeme que lo he tratado, pero no lo he logrado. Cada día siento como este agujero se va haciendo cada vez más profundo, y sé que ya es el momento de salir.

Ha cambiado mucho la manera en la que pienso, y ya no puedo recordar quién era antes de que todo en lo que creía se destruyera. Así que he tomado la decisión de irme por un tiempo. No sé cuándo tiempo me llevara restaurarme, y encontrar mi resiliencia. Pero quiero que sepas que lo que paso está noche, fue lo mejor que me ha pasado en la vida, tu eres lo mejor que me ha pasado en la vida. En el momento que escribo esto, estas a mi lado, tu respiración es como una acaricia a mi ser. Tú eres mi ser, eres parte de mí y siempre lo serás. Cuando te conocí teníamos seis años, y sinceramente no pensé que ibas hacer tan importante en mi vida, pero ahora me alegra mucho que lo seas. Quiero que sepas que te amo con locura, y que lo que paso hace un par de horas fue hermoso, fue la prueba de ello.

Lamento mucho todo esto, en este momento solo deseo romper este papel que tengo en las manos, y quedarme a tu lado para despertarnos juntos en la mañana. Pero lamento mucho no poder hacerlo.

Esta no es una carta de despedida, sé que en algún momento determinado de nuestras vidas vamos a volver a coincidir, estamos hechos para encontrarnos. Quisiera no ser tan cobarde como lo soy y seguir con mi vida, seguir a tu lado. Pero mientras no sepa que hay mal en mí, no voy a poder estar junto a ti. He de agradecerte todas las noches que te quedaste junto a mí, noches en las que sin ti no estoy segura de lo que pudo haber pasado. Llegaste para cambiar mi vida, y me alegra muchísimo de que lo hubieses hecho, fuiste la emoción que le faltaba a mis días.

Inmarcesibles ||Destinados|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora