Beth
Trate de ser lo más valiente que nunca antes fui.
Tome un vuelo a Londres, y aunque en el camino me templaran las rodillas, fui hasta las residencias del King's College, y golpee la puerta la cual, un día también fue mi habitación. Tome una gran bocanada de aire antes de que una chica abriera la puerta.
Me quedé de piedra.
—¿Si?— Dijo la chica vestido de negro en tono muy agrio.
Tragué saliva.
—¿Se encuentra Ava Beckett?— Pregunte nerviosa.
La chica me miró de arriba a abajo.
—Mmm... ya. Si sé quién es, pero ya no se queda aquí.— Me miró con curiosidad.
—¿Sabes dónde la puedo encontrar?
—No, pero su amiga la coreana se queda en el piso de arriba. Y eso es todo lo que sé.— Dijo antes de cerrar la puerta de un golpe, y aunque su actitud no fue la mejor, su información me fue de gran utilidad.
Tome una bocanada de aire, e hice lo que me dijo, fui al piso de arriba a buscar a Kiew, pero ello me llevo un par de intentos fallidos hasta que una amable chica me indicara que su puerta se encontraba la habitación de Kiew.
Y cuando Kiew abrió la puerta, su mirada me escaneo algunos minutos como si estuviera viendo a un fantasma y en parte eso en lo que me había convertido para todos. Luego, me dio un abrazo muy fuerte que me dejó sin respiración por algunos segundos.
—No puedo creer que estés aquí y... viva.— Dijo.
Se separó de mí, y volvió a mirarme de arriba a abajo.
Kiew se veía muy distinta, su cabello era más corto, sus curvas se habían definido más y vestía como todo una mujer refinada de mundo.
Sonreí.
—Me alegra mucho verte de nuevo, Kiew.
—No puedo creer que estés aquí.— Dijo emocionada.— Por suerte viniste a esta hora, porque hoy mismo entrego las llaves de esta habitación.
—¿Y dónde te vas a quedar?— Le pregunté con curiosidad.
Kiew sonrió más.
—Jeff y yo rentamos un pequeño departamento juntos no tan lejos de aquí.— Me dijo sonriendo, y luego puso los ojos como platos.— Hay que avisarles a los demás, se van a poner muy contentos.— Exclamó, y echó a andar hacía el pasillo.
La detuve.
—Kiew, si no te importa, solamente quiero que Ava y Zamira sepan que estoy aquí.— Me apresuré a decirle.
Kiew me miró por un largo momento, antes de asentir.
—Está bien... Eh... Podemos ir al departamento de Zamira, si quieres claro.— Titubeó.
Asentí.
Kiew sonrió, tomó mi mano, y me llevó hasta las escaleras.
Kiew y yo caminamos calle abajo por una media hora, hasta unas muy bonitas casas en la zona residencial de Londres. Kiew me sostuvo todo el tiempo de la mano como si temiera que fuera a salir corriendo.
—Ava seguramente ya estará aquí, no puedo esperar para que conozcas a Isaak.— Me dijo emocionada, antes de girar el pomo de la puerta.
Kiew se quitó los zapatos en la entrada, y se puso unas pantuflas, luego me indico que hiciera lo mismo.
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Inmarcesibles ||Destinados|| +18
RomantizmBeth Hawk, querría creer que vivía en un mundo color rosa, y sabe que la vida puede cambiar de un momento a otro. Ella podría ser cualquier cosa que deseara en el mundo, pero decidió ser de él. Ethan O'Neill, era un chico reservado, y por ello, le e...