Inmarcesibles ||Destinados|| +18

Capitulo 28. Demonios.

Beth

Me sentía dolida y engañada, no entendía las razones de porque él no quería que conociera su vida. Yo no volví a preguntar sobre el tema, sabía que eso era lo que él esperaba, pero no lo hice.

Esa mañana después de vestirme, baje a la cocina.

Me extrañé al ver la cocina sola. Los otros días cuando despertaba, papá siempre estaba preparando el desayuno, y a veces también Grace, cuando se quedaba a dormir. Pero ese día no estaba ninguno, y solo había una nota sobre la encimera, dónde decía que papá había salido muy temprano al hospital así que estaría sola el resto del día.

Me prepare un cereal y volví a subir a mi habitación hasta terminarlo. Me senté en la cama, y tome una novela que debía terminar antes de comenzar las clases. No logré leer más de diez páginas hasta que volví a quedarme dormida.

***

Me paralice al mirar un par de piernas en la mesa de mi escritorio. El corazón comenzó a latirme con más velocidad, y por un momento pensé que saldría de mi pecho.

Subí la cabeza lentamente.

Era Ethan.

Me dedicó una sonrisa radiante.

Exhale aliviada.

—Hola.— Me saludo mirándome fijamente.— Toque la puerta pero nadie abrió, así que subí.

Me flote los ojos.

—También suele llamarse invasión a propiedad privada.— Bromeé aún nerviosa.

Ethan me miró con una sonrisa triste.

—Pensé que no querías verme.— Susurro.

Yo siempre quiero verte.

—Estaba durmiendo, como comprobaste.

Asintió y se puso de pie. Camino hasta la cama, y se inclinó para tomar la esfera de luz, y la miró fijamente.

—¿Qué pasa?— Le pregunte.

—¿Puedo?— Dijo señalando el espacio que había en mi cama.

Puse los ojos en blanco .Ethan nunca había pedido permiso para meterse a mi cama, al menos no desde el fin de semana en la playa.

Pero asentí, y me hice a un lado.

Se sentó a mi lado, se quitó los zapatos, antes de meterse conmigo debajo de las sábanas, me acurruque a su lado, y apoye la cabeza en su pecho.

Ethan suspiró.

Y comenzó a hablar con voz suave.

—Tienes que saber que yo no conozco la razón de porque inicio todo. Así que si surgen esas preguntas, no sabré como responderlas, porque no sé la razón. Lo que voy a decirte, solamente fue lo que yo viví, mi historia, supongo.— Se giró hacia un lado, y quedamos uno frente al otro, me miró directamente a los ojos.

—Lea siempre ha estado conmigo, ha sido la única persona constante en mi vida. Desde incluso antes de nacer, Lea estaba conmigo.

Su mirada estaba llena de timidez y recuerdos.

—Mis padres eran jóvenes cuando nací, y aún más cuando nació Lea. Supongo que solo pensaban en fiestas, viajes, y lujos, un par de niños no estaba en sus planes.— Tragó saliva, y se tumba boca arriba, mirando el techo.— Aún recuerdo algunas cosas... Cómo que nunca recibimos a todas esas visitas en la mansión, que algunas veces, nos quedábamos en casa de Naasoq por días hasta que terminaban sus fiestas, hora lo entiendo. Pero en navidades, solo éramos Lea y yo.