Capitulo 5. Prender fuego a la lluvia.

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Beth

Ava se sorprendió al ver a los hermanos O'Neill en mi casa. Josh se maravilló al ver a Lea. Y Luka simplemente estaba embobado mirando a Ava.

Fuimos al cine en el jeep de Ethan, ya que era el único auto disponible para todos. Era como ir en el auto de los enamorados y un par de conocidos, por un lado teníamos a Ava y Luka que habían hecho formal su relación, por el otro a Lea y Josh que resultaron ser más unidos de lo esperado. Esos cuatro no paran de hablar y reír, mientras que yo estaba en el asiento delante junto a Ethan. Nosotros fuimos los únicos que estuvimos en silencio todo el trayecto hasta el cine.

Todos quisieron ver una película de terror, yo odiaba las películas de terror, no las soporta, siempre prefería ver alguna película de comedia o de drama, antes que una de espíritus y fantasmas. Estuve todo el tiempo detrás del grupo, justo al lado de Ethan, quién no se alejó de mí ni un segundo desde que habíamos bajado del auto. Él siguió en silencio y solo asentía o negaba cuando alguien le hacia una pregunta directa, fue cuando me di cuenta que así era él, silencioso, solo recordaba hacerlo visto muy pocas veces, feliz y conversando con alguien que no fuera de su núcleo.

La película ya había comenzado cuando Ethan y yo entramos a la sala de cine, después de pedir nuestra comida. Me senté junto a Ava con Ethan a mi lado. La película trataba de una muñeca poseída, yo odiaba a las muñecas, todas sin excepciones. Cada vez que aparecía esa, me tapaba los ojos o bajaba la cabeza evitando mirarla. Todo había salido bien, hasta que la muñeca encontró a la niña, todo el lugar comenzó a moverse, la niña gritaba y yo lloraba. Lloraba contra el pecho de él. Mientras Ethan me abrazaba consolándome mientras yo seguía llorando en su camisa de lino azul que olía deliciosamente bien.

—Tranquila, es solo una película.— Me decía al oído acariciando mi cabello. Estaba temblando.— No te va a pasar nada. No te vas a encontrar con muñecas poseídas.

—¿Cómo lo sabes?— Le pregunte contra su pecho.

—Porque yo estoy aquí contigo, Beth.— Me dijo apretándome más contra él, y me sentí tranquila y protegida. Pero seguramente Ethan no sabía que yo ya me había encontrado con una muñeca maldita.

No sé cuánto tiempo permanecimos así porque al depararme de él, la película ya había terminado y las luces estaban encendidas. Fui la persona más feliz del mundo, cuando salimos de ese lugar, y recorrimos los pasillos del centro comercial.

—¿Beth, vienes a la fiesta?— Pregunto Luka.

Negué, comiendo de mi cono de helado.

—Vamos Beth, es la última fiesta de preparatoria, hay que ir.— Insistió Ava.

La mire.

—No tengo ganas, además no creo que a Sara le agrade la idea de que esté en su casa.— Le susurre. Todos sabían que Sara y yo habíamos dejado de llevarnos bien desde hacía mucho tiempo.

—Ella no va a decir nada.— Dijo Ethan a mi lado, y me regaló una de sus sonrisas seductoras, que combinaban perfectamente con sus ojos color miel.— Vienes conmigo.— Anunció, así.

***

Antes de ir a casa de Sara, pasamos por mi calle a recoger el auto de Josh y de Luka que insistieron mucho en ir en los suyos propios, lo cual no era práctico, tomando en cuenta que nos dirigíamos a una fiesta. Pude haber salido del auto cuando estuvimos en mi casa, pude haber hecho que Ethan no me llevara a esa fiesta pero aun así, permití que lo hiciera.

Ethan estaciono su auto junto a los otros. La casa de Sara se encontraba en lo alto de una pequeña colina, era una casa de tres pisos como las de televisión. No había cambiado demasiado desde la última vez que fui, seguía igual de grande, y seguramente igual de vacía. Sara era prácticamente la única que vivía allí, sus padres eran abogados, y nunca estaban en casa, así había sido desde que éramos niñas. Pero lo que vi me impresionó, no fue la casa, sino que ciertamente nunca había ido a una fiesta, y en las películas no eran así. Vi a muchas chicas sentadas en los regazos de los chicos, chicas y chicos besándose entre sí, y otro no, un chico haciéndole un chequeo a los pechos de una chica en el capo de un auto y algunos bailaban un tango contra la pared besándose.

Inmarcesibles ||Destinados|| +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora