Significado (CDMX❤️MOSCÚ) Terminada.

Capítulo 2 (Mágico).

Al día siguiente los rusos despertaron algo aturdidos por la desfase horaria, pero no fue nada que una rica taza de chocolate caliente y una concha no arreglen.

México les explicó a detalle las actividades que tenía planeadas, desde la visita al Zócalo para ver las ofrendas hasta la visita a los difuntos toda la noche.

Rusia prestaba total atención a las explicaciones de su pareja pensando en lo afortunado que era por participar en una fiesta digna de la alegría y calidez que México transmitía al mundo.

Por otro lado Moscú desde muy temprano había notado que durante toda la mañana no había señal alguna del capitalino. Si bien no era de su incumbencia en donde se había metido, le generaba cierta molestia el como por arte de magía se había olvidado totalmente de su trato.

-... Y luego de eso nos veremos con CDMX para visitar los panteones y convivir un rato con la raza - La mención del chilango por parte de México hizo que Moscú saliera de sus pensamientos y retomara la platica.

- Ese chamaco se fue volando desde temprano por que tenía un chingo de cosas por arreglar y me dijo que lo alcanzaramos más tarde- Dijo México recogiendo los platos y tazas.

~Bueno, supongo que practicaré después~ Pensó Moscú para sus adentros, le desanimaba un poco la idea de que CDMX no los acompañara y eso retrasara su plan.

- Tons si ya no tienen dudas ¡A bañarse y ponerse como solo ustedes saben que el día se nos va! - Dijo México emocionado por comenzar con la celebración.

Los rusos subieron a su habitación y se vistieron con sus trajes de charro negro que México les regaló para la ocasión.

Rusia notó lo distraído que Moscú estuvo durante el desayuno, pensaba que talvez la fiesta no le agradaría tanto como pensó.

-Si no quieres participar podrías quedarte, no tendría problema si fuera así- Le dijo mientras lo tomaba de un hombro.

-¿Por qué? ¿No quieres que arruiné tu noche romántica?- Preguntó burlón -No te preocupes, estaré ocupado turisteando-

-Solo quiero que sientas la magia que inunda las calles en esta fecha tan importante, quien sabe y derrita ese corazón de hielo que tanto nos caracteriza- Dijo Rusia abrazando a su hijo con un brazo.

-No creo en la magia, pero si tengo curiosidad por ESO que tanto te gusta- Respondió Moscú separándose del abrazo y acomodándose el traje.

-Vale la pena intentarlo- repuso Rusia.

-¡ORALES pinches weyes que se hace tarde!- gritó México desde la planta baja. El también tenía un traje de charro pero este era de color blanco con detalles dorados. Rusia se quedó uns segundos contemplando a su pareja pues ese traje le ajustaba perfecto y resaltaba su cuerpo bien trabajado.

Moscú por un momento se preguntó si CDMX llevaría un traje igual al de su padre, pero fue interrumpido por la mano de México que lo jaló fuera de la casa.

Toda la ciudad estaba llena de colores, olores y sonidos muy alegres. Las iglesias estaban decoradas, abiertas al público, las casas dejaban ver sus altares con fotos de familiares y comidas deliciosas.

Los niños maquillados, otros disfrazados y todos corriendo de aquí para allá con dulces en sus mochilas.

Las calles estaban forradas con tapices de flores de cempaxochitl y los curanderos realizaban "limpias" para que a los extranjeros no les diera un "aire".

Nuestros tres chicos recorrieron avenida Reforma hasta llegar a Bellas Artes donde había muchos jóvenes haciendo espectáculos de baile o representaciones de teatro. Más adelante el Zócalo estaba adornado con una ofrenda enorme en honor a las figuras más populares del país donde niños y adultos compartían un rato para recordar viejas anécdotas.