Capítulo 37 (Leche)

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Alto. Este capítulo ocurre luego del capítulo 53 de Suficiente, si no lo has leído, te recomiendo mucho que lo hagas para un mejor disfrute de la historia, ahora si. Comencemos.

-¡AH! ¡Pero que hermoso es el amor! ¿No lo crees mon ami?-

-Por ahora mi percepción del amor esta algo difusa- Le respondió la capital americana al parisino -Ahora ¿QUERRÍAS DEJAR DE DARME VUELTAS?- París lo tenía sostenido de ambos brazos mientras hacía girar al pobre americano alrededor de él. Está por de más decir que ya estaba algo mareado, pues ya llevaban así unos minutos, unos largos y tortuosos minutos.

-¡Ahora que por fin tengo a mi lado al amor de mi vida...!- Exclamaba con gran animo París a su vez que soltaba a Washington bruscamente, lo cual provocó que saliera volando - ¡Ni la cárcel, ni ONU me asustan!-

-Un beso no significa que sean novios o pareja ¿Sabes?- Washington estaba ahora atrapado en un hueco entre el closet y la esquina del cuarto, con una lámpara que le había caído encima. París lo miró y nuevamente lo jaló a el para continuar con su baile imaginario, el pobre norteamericano ya no podía más.

-Oh vamos mon ami ¡No seas amargado!- Dijo el parisino abrasándolo -Solo por que tu amigo especial de hace años te dejara por un guapo, sensual y romántico ruso, justo cuando estabas considerando la posibilidad de formalizar lo suyo ¡No significa que no vuelvas a encontrar el amor!-

-¿Alguna vez escuchaste la frase "Calladito te vez más bonito" París?-

-OMD! Quien sabe y tu próxima conquista esté cruzando la calle en este momento o inclusive podría llegar por esa puerta en cualquier momento- París señaló la puerta de la habitación y como si fuese magia, esta se abrió dejando paso a Oaxaca -¿Sabes qué?- Dijo soltando a Washington y dejándolo caer -Tienes razón, morirás siendo un solterón millonario hijo de papi con muchos gatos-

-No sabes cómo te odio- Murmuró Washington desde el suelo.

-MON AMOUR- Exclamó el francés ignorando totalmente el comentario de su amigo, la oaxaqueña al ver que el parisino pretendía besarla, le puso un pedazo de tlayuda en la boca.

-Toma, come que estas a una diarrea de desaparecer y tu- Dijo señalando a Washington -Acompáñame, hay alguien que quiere hablar con París- Inmediatamente, detrás de ella venía Madrid con algunas ventas y golpes. Washington al ver al español se levantó de golpe sonrojándose ante la idea de que el español le hubiera visto.

-Todo tuyo- Exclamó Washington empujando a Oaxaca a la salida para irse de inmediato de ahí.

Por unos momentos el cuarto se quedó en silencio, pero París decidió mejor ignorarlo y siguió comiendo la tlayuda que Oaxaca le había traído. Tomó el plato de cerámica y se sentó en la cama a seguir comiendo sin decir ni una sola palabra. Madrid solo le seguía con la mirada baja, no se atrevía a verlo a los ojos.

Después de unos momentos, Madrid decidió sentarse del otro lado de la cama, de igual manera sin decir nada. No sabía realmente que decir, la última vez que hablaron Madrid había amenazado con arrojarlo al fuego y lo había cumplido. Ni siquiera sabía si había algo que decir o hacer. Sin embargo, después de México, París era el reto que más miedo le daba enfrentar. Hubo veces en que intentó decir algo, pero simplemente no podía, solo salían sonidos raros de su boca y luego se quedaba en silencio nuevamente.

Finalmente París había terminado de comer, hace ya un rato que no escuchaba nada de Madrid, ni su respiración siquiera, discretamente miró la ventana esperando ver el reflejo de quien fuera su amigo desde hace milenios. Pero ya no estaba ahí. Al darse vuelta se dio cuenta de que efectivamente, se había ido. Soltó un suspiro pesado, tal vez no era tan importante para Madrid como había pensado. Estaba por salir del cuarto, pero cuando abrió la puerta, ahí estaba el español, con una caja color rosa pastel con detalles cafés entre manos, tenía harina en la cara y un delantal, seguramente de México que decía "P*** el que lo lea".

-Yo...- Madrid con todos los nervios del mundo le extendió la caja que tenía en las manos -Son... Oaxaca me ayudó...- París con más curiosidad que nada, tomó la caja y volvió a entrar al cuarto dejando la puerta abierta para que el español entrara. Colocó la caja sobre un mueble y la abrió. Dentro del paquete había algunos macaron partidos, un moffin de chocolate blanco y una lechita de fresa de alpura (Detalle de CDMX) París miró escéptico al español, como si esperara que fuera una broma.

-¿Es en serio?- Exclamó con algo de desconfianza el parisino. Esto hizo que Madrid se encogiera en hombros, comenzó a jugar con sus dedos con nerviosismo.

-Yo... y-yo creí que...- Estaba a punto de llorar pero se vio interrumpido por París.

-¿Es en serio que tu te acercaste voluntariamente a una cocina?- Exclamó el parisino de forma burlona -La última vez que cocinaste quemaste la cocina de mi madre JAJA España tuvo que pagar con dos pastelerías nuevas y una cocina nueva JAJAJA- Madrid comenzó a reír un poco, vaya que recordaba aquello, España tenía miedo de que fuera a iniciar una guerra como con México -España te castigó después de eso, por años no tenías permitido salir de tu castillo y te redujo la servidumbre a dos mucamas y un mayordomo jeje-

-Oh vamos no fue tan malo- Dijo Madrid con un poco más de animo -Aún así tu siempre me llevabas ricos postres a escondidas- El español intentó tomar un macaron pero París le palmeó la mano, impidiéndoselo -AUCH  ¡Golpeas como una señora!-

-JA apuesto que México no ¿O si?- 

-¡Cállate!- Exclamó Madrid fingiendo molestia.

-No hasta que admitas lo mucho que me quieres-

-¿En necesario?- Preguntó Madrid con fingido orgullo, pero el parisino lo empapó de leche de fresa -¡Oh no lo hiciste!- París solo sacó la lengua como respuesta. Luego de esto el español comenzó a perseguir a París por toda la habitación mientras este le seguía arrojando leche de lejos. Seguramente México los regañaría después por el desastre, pero lo valía, para ellos dos, siempre lo valía.

Fuera de la habitación estaban Moscú, CDMX y Oaxaca escuchando el desastre.

-No es justo- Exclamó CDMX con voz de niño chiquito, mientras era cargado por el moscovita como si de un peluche se tratara -Yo le dejé la leche de fresa por que es la más rica y ni se la tomó ¡Exijo un reembolso!-

-Si te portas bien, más tarde te doy tu leche si quieres amor- Exclamó coqueto el ruso.

-AGH QUE ASCO- Exclamó con vergüenza la oaxaqueña -Has corrompido a este pobre chico-

-No no no ¡Ni madres!- Se defendió el capitalino -Yo así me lo encontré. Además que la mal pensada aquí eres tu. No más te deja uno tener novio y te destrampas deveras-

-QUE NO ES MI NOVIO-

-Ay ajaaaaa- Dijeron ambos chicos al unísono.

-Y tu ¿Ya le dijiste a papá que andas de loco con el mini poste?- Preguntó Oaxaca.

-Shi :3- Respondió CDMX -Y es hora que aún no despierta jeje-




 Hello. ¿Cómo están? ¿Qué tal todo? Bueno pues como he estado algo ausente pues les quiero recompensarlos con algo ¿Les parece otro preguntas y respuestas? (Hasta podría responder con dibujos. Si tienen alguna otra sugerencia pues los escucho.

Como siempre, muchas gracias por su apoyo a estas historias. Los quiero mucho

Nos leemos luego,Besos .

Significado (CDMX❤️MOSCÚ) Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora