Capítulo 3 (Manipular)

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-¡¿Qué hiciste qué?! - Preguntó un muy confundido Moscú.

-Ya está todo arreglado, ahora sólo falta convencer a tu jefe de que te deje quedarte en mi palacio unos diitas más- Le respondió CDMX. ¿Pero que está pasando doctos García? Lo que sucede es de nuestra querida capital mexicana ha arreglado una cita doble.

Washington D. C. Había invitado al chilango a la inauguración de un restaurante "mexicano" en su ciudad, más que nada para saber su opinión, pero para CDMX era una oportunidad para que tanto él, como su amigo ruso, pudieran acercarse a sus respectivos objetivos.

Así pues, llamó a su "tío" Madrid para pedirle que lo acompañara a su cita por que estaba muy nervioso y necesitaba apoyo moral. Si bien no era del todo falso, la idea era que su "tío" se sentara solo en una mesa alejada y "casualmente" Moscú llegara bien vestido para rescatar a Madrid de su soledad.

-No tienes que agradecerme papu, solo hice mi trabajo- Dijo CDMX con una sonrisa algo burlona.

-¡Yo solo querria que me ayudaras a practicarr mi español!- Exclamó Moscú algo molesto por el plan de CDMX.

-¡Ey! Ya no suenas tanto a motocierra jeje, además ya confirmé y organicé todo ¿O acaso quieres que Madrid esté solito mientras yo ando con mi chiquito bebé? ¡Pobre de mi tío! ¡Sin perro que le ladre ni lugar donde caerse muerto!- Moscú sabía muy bien que CDMX estaba sobre actuando todo, pero la imagen de un Madrid haciendo el mal tercio tampoco era algo que le agradara y menos si uno de los tres era hijo de USA.

-BIEN, iré- dijo Moscú tratando de callar al chilango.

-¡Wuuuu ! ¡Eso! ¡Con huevos wey...-

-PERO, los cuatro estaremos en la misma mesa- Interrumpió el ruso.

-¡Ah chinga! ¿Y tu nieve de que la quieres ? - Contestó molesto CDMX.

-¿Nieve? La nieve no tiene sabor, es agua. Perro es no importa, quiero que estemos en la misma mesa para que me ayudes por si me trabo al hablar- Explicó Moscú.

-En primera de dice PERO, no PERRO, eso lo serás tú. En segunda ¿Cómo por qué chingados dejaría que me arruinaras mi cita?-

-Tu nos metiste en esta situación, además sería una pena que Washington se enterara de lo que le pasó a su regalo- Dijo Moscú a la vez que sacaba los lentes de sol chuecos de su bolsillo.

-¡Eso es chantaje! - Se quejó el capitalino.

-Es manipular al manipulador, papu-

-¡La frase ni siquiera va así! -

Ambos se sostuvieron la mirada durante un rato, intentando que el otro cediera y sin querer se acercaban cada vez más y más.

-Deberíamos besarnos para romper la tensión- dijo Moscú una frase que escuchó anoche con México y Rusia.

CDMX abrió los ojos sorprendido y soltó una carcajada por la frase que dijo el ruso.

Moscú, por otro lado le causaba gracia ver al chilango reír, tenía una de esas risas escandalosas y contagiosas. Inconscientemente comenzó a reírse también.

-Que buena frase, anotala Mario Hugo- respondió CDMX.

- Permitame estrechar su mano de poeta a poeta- Dijo Moscú.

-¿Pará qué o qué?-

-Uy muchas cosas WUUU- Esta frase mató de risa a CDMX quien después de unos minutos pudo calmarse.

-OK YA, ESTA BIEN, nos sentamos en la misma mesa, jijo ¿Quién te enseñó el idioma de los dioses?- Preguntó CDMX con algunas lágrimas en sus ojos por la risa.

-Estas viendo a uno- Dijo Moscú dando media vuelta para subir al cuarto de invitados a convencer a su padre para que lo deje quedarse un poco más en México.

Por alguna razón está última frase hizo sonrojar a CDMX pero seguramente fue por las risas ¿no?

_*_*_*_*_*_*

-¿Te quieres quedar una semana más?- Rusia estaba empacando su ropa con ayuda de México cuando Moscú llegó y le informó que va a quedarse una semana más en tierras norteamericanas. Si, el niño no es de pedir permisos, después de todo siempre termina manipulando todo para lograr sus cometidos.

-¡AHÍ ESTÁ PERRO! ¡AHORA PAGAME!-México apostó con Rusia que al final del viaje Moscú no querría irse del país.

-¿Exactamente por qué te quieres quedar? - Preguntó Rusia entregándole 500 pesos a México quien ante la pregunta se ofendió un poco, casi nada.

-¿Y como porqué no querría?- Preguntó el mexicano notoriamente molesto, fue entonces cuando Rusia sintió el verdadero terror.

-Tengo mis rrazones, pero creo que porr ahora los dejaré solos- Moscú huyó del lugar en cuanto vió al mexicano quitarse la chancla.

-¡Hey! Ha mejorado su español ¿No crees taquito? jeje- ¡Corre Rusia! ¡Corre!

Lo siguiente que Moscú escuchó fue un golpe en seco.

- Jeje ese carácter fuerte para alguien tan pequeño es divertido-

-¡MOSCÚ!  ¡¿TU TE COMISTE MI TORTA DE TAMAL?!- el ruso no contestó a la pregunta del chilango y decidió que era un buen momento para salir a comprar lo que usaría en su cita.

_*_*_*_*_*_*_*_*

El día de la cita llegó. CDMX y Moscú tomarían un vuelo de 4 horas para llegar a Washington, tiempo que usaron para cambiarse en el baño del avión.

Moscú realmente no usaba nada fuera de lo cotidiano, un par de jeans azules, una playera negra, chamarra de cuero rojo y tenis del mismo color. Cuando salió del baño escuchó la voz de CDMX venir del baño contrario, este cantaba mientras se cambiaba para sentirse como en una de esas películas donde hay toda una escena musical donde los personajes se preparan para algo importante.

Moscú se quedó fuera del baño escuchando la voz del chilango, realmente tenía talento para hipnotizarlo con su voz.

Pasados unos minutos CDMX salió del baño del avión usando jeans negros, una playera blanca y una camisa a cuadros negra que le regaló Toronto atada a su cintura, tenis blancos y sus iconicas pulseras.

-¿Y? ¿Qué opinas?- Moscú observó con detenimiento al capitalino, realmente se veía genial. Sintió como sus mejillas se calentaban y un ligero rubor aparecía, suerte para el que su bandera sea roja. CDMX mal interpretó sus silencio pensando que no se veía bien y le dijo.

- ¡Sabía que no debí hacerle caso a Toronto! Pues ni modo ahorita me cambio-

-¡NO! ejem digo... No es necesario, luces...- Bien, lindo, genial, maravilloso, tantas palabras que pasaban por la cabeza del eslavo y lo que dijo fue -aceptable-

-...-

-...-

-¿Okeeey?... De todos modos ya casi llegamos, hay que regresar a nuestros lugares- No es como si CDMX esperara que Moscú lo llenara de alagos, pero la reacción de este fue un poco decepcionante. De cualquier manera la reacción que realmente le importaba era la de Washington cuando lo viera llegar.

El avión aterrizó y mientras nuestros chicos caminaban a la salida Moscú recordó un pequeño detalle.

-¡oh cierto !-Buscó entre sus bolsillos un estuche alargado, por un momento a CDMX le dió un paro al corazón al ver el estuche pero luego de verlo completo volvió a respirar.

-¡MIS LENTES! ¡Los reparaste!-

-No fué difícil- Dijo Moscú al entregarle los lentes y guardar el estuche - pero ¿Te digo algo? Te ves mejor sin ellos- y continuó caminando a la salida.

-Deja de jugar con mi corazón- murmuró CDMX mientras guardaba los lentes.

Y bieeen ¿Les está gustando la historia?

Algunos diálogos son 100% reales con mis amigos, solo un dato curioso.

Nos leemos luego 😘

Significado (CDMX❤️MOSCÚ) Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora