Capítulo 39 (Correspondencia)

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Madrid preparaba su equipaje, dentro de unos pocas horas volaría rumbo a Italia para aclarar las cosas con Alemania, uno de los más afectados por todo el asunto. Sus hermanos accedieron a regresar a España para distraer a su figura paterna mientras arreglaba todo su desastre, algunos de los latinos ya le tenían listo su trabajo, había comenzado un poco del mismo, pero Chile era e que tenía la misión más complicada (Asu parecer) Pues la última vez que alguien hizo enojar a un Alemán, el mundo no se la pasó muy bien que digamos.

Oaxaca y París habían salido junto a CDMX y NY. Al parecer tanto el mexicano como el newyorkino eran fieles guardianes del honor de la oaxaqueña o por lo menos eso fue lo que dijeron cuando expresaron sus intenciones de acompañar a Oaxaca y París en su caminata por el parque. Seguramente Moscú estaba con ellos, no se separaba de CDMX por nada del mundo, literalmente, le causaba gracia la idea de que la relación de esos dos fue lo único bueno que salió de su descabellado plan, pues seguro que sin su intervención, CDMX seguiría detrás de Washington y este nunca hubiera tenido el valor de aclarar sus emociones respecto a quien fuere su única amistad sincera. Al final del día había un lado positivo, como solía decirle México cuando joven. 

-¿Ocupado?- Preguntó Moscú desde el marco de la puerta.

-Yo os hacía con CDMX...- Dijo Madrid con algo de sorpresa, de verdad no esperaba verlo ahí.

-Mmmm digamos que alguien debía asegurarse de que no huyeras de último minuto- Dijo en tono bromista mientras se acercaba a la cama para sentarse.

-¡Joder! ¿Ahora qué haré con mi cuerda de sábanas?- Le siguió el juego el español. Ambas capitales reían de sus bromas.

-Jeje... ¡Oh! Por cierto- Moscú buscó entre sus bolsillos un sobre -Te llegó esto por la mañana- Le extendió una carta con el sello de la Unión Europea, seguramente de España. Madrid la tomó y la dejó por ahí.

-Venga ya ¿Quién usa la correspondencia hoy día?-

-Los europeos siempre han sido anticuados- Dijo Moscú mientras se recargaba en la cabecera de la cama y colocaba sus manos detrás de su cabeza-

-Pero si vosotros sois euroasiáticos- Comentó divertido el español -Ni creáis que os salváis-  

-Bueno no soy yo el que recibe sus mensajes una semana después ¿No crees? Ustedes y sus formalidades, por eso nunca se enteran de nada- Dijo con aire superior el ruso.

-Bueno- Dijo Madrid acercándose de a poco a Moscú -Tal vez sabemos más de lo que piensan...- Para este punto ya estaba a un lado del ruso -Por ejemplo... Me dijeron por ahí que tu interés por el español tiene un transfondo-  Dijo inclinándose para quedar cara a cara con el moscovita, el cual le miró con un poco de miedo ¿Estaba realmente diciendo lo que creía que estaba diciendo? -¿Por qué nunca me lo dijiste?- Moscú solo desvió la mirada y se incorporó, quedando nuevamente sentado en la cama. 

-¿Desde hace cuanto lo sabes?- Preguntó aún sin mirar al español. Madrid se sentó a su lado mirando al frente, no es como que mirarse fuera necesario.

-Poco antes de llegar a tu territorio- Moscú soltó una leve risa.

-¿Entonces para quitarme de encima me emparejaste con CDMX?- Preguntó fingiendo estar dolido -Eres cruel ¿Sabes?- Moscú sonreía por la ironía, pero Madrid no, este solo le miraba, sus expresiones, sus gestos, sus facciones. No sabe de dónde sacó el valor, o el descaro, para acercarse al rostro de Moscú e intentar robarle un beso...

Pero solo intentarlo... El moscovita al notar las intenciones del español cubrió la boca del contrario con rapidez evitando el contacto. Madrid sonrió satisfecho.

-He ahí tu respuesta- Dijo el español apartando la mano del ruso -No soy yo a quien tu corazón es fiel- Moscú le miró con algo de lástima -A veces la correspondencia simplemente no debe llegar a su destino- 

-Madrid yo...- 

-¡Oh Dios mío! ¡Mirad la hora!- Madrid rápidamente se puso de pie, no dejó ni que el ruso reaccionara cuando ya lo estaba empujando fuera de su cuarto -¡Andad que tengo mucho que empacar aún tio! Muy buena charla por cierto, mas os vale no lastimar el crio o os las verás conmigo eh!-

-Madrid- Antes de que el español le cerrara la puerta en la cara, el moscovita logró detenerla con la mano, mientras el español expectante dejó por fin hablar al chico -Suenas como España- Esto generó una ligera risa en el chico.

-Je, supongo que las viejas costumbres se arraigan- Dicho esto cerró la puerta.

Una vez escuchó los pasos del ruso alejarse, Madrid se recargo en la puerta, dejándose caer al suelo, abrazó sus piernas colocando su cabeza sobre sus rodillas, en ese momento pudo finalmente dejar caer las lágrimas que comenzaban a inundar sus ojos. No pensó que le fuera a doler tanto, estaba claro que hasta hace unos días, no había pensado en nada, su cerebro se había desconectado para irse lejos y al volver encontrarse con un potencial desastre físico, mental y social. Estaba exhausto, harto, cansado, herido, confundido y ahora dolido. 

¿En qué estaba pensando? CDMX no solo le había mostrado esa generosidad y compañerismo que el creía extintos, también le extendió la mano cuando lo que merecía era una patada ¿Ahora le coqueteaba a su novio? ¡Estaba enfermo!... O tal vez... muy dentro de sí... muy remotamente... Era lo que necesitaba... Reprimió tanto tiempo lo que sentía que un arrebato así era de esperarse... Pero esa respuesta, era lo que necesitaba para dejar en claro  que no podía salir ileso de sus travesuras, para que la provincia caprichosa y consentida del Imperio supiera lo que significaba anhelar algo o a alguien.

No planeaba quitarle su pareja a quien bien podría ser mejor familiar de lo que el nunca pudo haber sido, no. Ni el ni nadie...

-Je, maldito seas España- Soltó al aire recargando su cabeza en la puerta -Así que esto era lo que tanto te preocupaba y ocupaba... Ahora lo entiendo...- Cerró momentáneamente sus ojos, meditaba todas y cada una de las veces en las que España enloquecía cuando se enteraba de alguna crisis o algún raspón que sus ex-colonias experimentaban... Se imaginaba a él mismo cuidando a diestra y siniestra a CDMX o Oaxaca... Al final, España no era el único que necesitaba mirar más allá.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por unos toques en la puerta. Rápidamente se levantó, se limpió la cara y abrió la puerta.

-Hey...- Washington estaba parado en el pasillo con una bolsa entre las manos.

-Hey- Le respondió el español recargándose a un costado de la puerta con una sonrisa divertida, pues el americano parecía estar un poco nervioso.

-Well... I... We've came back already (Bueno... Yo... Nosotros, ya regresamos)- Dijo Washington mirando a la pared como si fuera a soplarle las palabras correctas.

-Em... Si, ya lo noté- Dijo Madrid sonriendo.

-Yeah... This is for you (Si, esto es para ti)- Washington le extendió la bolsa al español y este la tomó mirando con curiosidad el interior.

-OOHH ADORO LOS DULCES DE LECHE- Expresó con emoción.

-Si, CDMX dijo que te gustarían, I MEAN... CDMX insistió en traértelos y...-

-¿CÓMO QUE TE VAS A ITALIA Y NO ME LLEVS CABRÓN?- Llegó gritando indignado CDMX... Oh no... Inmediatamente Madrid cerró la puesta de la habitación.

CDMX corrió directo a la puerta esperando derribarla o algo, estaba muy molesto.

-YO NO LO DECIDÍ CHAVAL, ITALIA FUE MUY CLARO Y...-

-CLARO MIS HUEVOS CABRÓN- Respondió indignado el capitalino -NI CREAS QUE ESTO SE VA AQUEDAR ASÍ EH LA PRÓXIMA VEZ QUE HAYA KERMÉS EN LA ESCUELA DE LICHITA NO TE VOY A PINCHES INVITAR...-

-Cariño tal vez deberías calmarte y...- Moscú no pudo continuar pues la mirada de CDMX amenazaba con matar a cualquiera que le replicara y pues como que le gustaba vivir.

-ABRE PINCHE COBARDE QUE SI NO ABRO CON EL PINCHE TANQUE DE MI APA... AY- México le dio un buen coscorrón al capitalino para que le bajara a su escandalo pues los vecinos ya estaban llamando.

-Ya les dije a ti y a tus hermanos que si los veo a menos de 20 metros del tanque yo mismo los mando a la escuela militar... PERO DE AFGANISTÁN-

Significado (CDMX❤️MOSCÚ) Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora