Significado (CDMX❤️MOSCÚ) Terminada.

Capítulo 16 (Chocolate)

-Hi honey- Washington abrazó a CDMX con todas sus fuerzas, realmente lo extrañó.

-Hola Washington- Dijo fríamente Moscú detrás de la pareja - ¿Porqué no entras? - Le dio un "amistoso" golpe en la espalda que lo hizo tropezar.

-¡Pinche poste! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien baby? - CDMX se apresuró a ayudar a Washington.

-Yeah it was just... Ejem... Si solo fue un tropiezo jeje- Dijo levantándose el americano.

-Ay ya extrañaba ese asentó gringo- Dijo el capitalino revolviendo los cabellos de Washington.

-Yo igual, hey amigo adivina que, compartiremos habitación- Dijo Moscú abrazando al estadounidense con un brazo.

-¿Qué ? /What? - Dijeron al unísono los otros dos.

-Si, no iba a dejar a mi amigo dormir solo en una habitación alejada de las demás ¿O si? -

-No sabes cuanto te odio en este momento- murmuró CDMX.

-Ambos sabemos que no es así- Respondió pícaro Moscú causando un sonrojo en el capitalino, lo cual no pasó desapercibido por Washington.

-Hey honey, te traje algo... Look! - Washigton sacó de su mochila una pulsera de plata que tenía grabado CDMX con letras de oro. No era grande pero sí muy vistosa.

-Wow ¡Es bellísima! ¡Debió costarte una fortuna!- Exclamó CDMX colocándose la pulsera.

-Ninguna fortuna puede comprar tu hermosa sonrisa my love- Dijo Washington tomando las manos de CDMX. La escena le causó náuseas a Moscú quien intervino de la forma más delicada posible... Se llevó a Washington y su equipaje a rastras a su cuarto diciendo.

-¡Debes estar cansado! Ha sido un largo viaje, vamos, mañana tendremos un día muy ocupado... NOS VEMOS MAÑANA CDMX-

-Wait!... Uhg Bye honey! - Dijo un resignado Washington.

CDMX se quedó viendo en dirección a donde se habían ido los chicos, miró la hermosa pulsera e inmediatamente vino a su mente el beso con Moscú, se sonrojó a más no poder y se tiró al sillón lanzando una maldición. Estaba muy confundido, ha estado enamorado de Washigton durante años sin llegar a ser su pareja oficial, solo coqueteos casuales y regalos.

Nunca había dudado de lo que sentía, pero ahora Moscú llega de la nada y lo hace sentir... ¿Qué lo hizo sentir? Cuando se va de fiesta llega a besarse con algún amigo por juego o mame... Pero nunca sintió lo que había sentido con el eslavo. Fue un momento donde no importaba nada ni nadie, solo ellos dos y la corriente eléctrica que recorría sus cuerpos... Incluso se abrió con el para contarle algo muy personal que solo sus familiares y Washington conocen... Pero no podía, prometió ser fiel a su amor por Washington y lo cumpliría.

-Lo siento Moscú, pero no puedo hacerle eso a mi baby- Dijo quedándose dormido en el sillón sosteniendo la pulsera que Washigton le regaló.

A la mañana siguiente la primera en despertar fue Oaxaca, se arregló con un pantalón de mezclilla botas blancas y una blusa con bordado del árbol de la vida con colores azul, rosa y verde. Trenzó su largo cabello y se maquillo ligeramente. Se veía simplemente hermosa. Se dirigió a la cosina para preparar el desayuno, puso agua a hervir para café o té y sacó de una de sus maletas lo necesario para preparar tamales. Al cabo de unos minutos notó que había alguien más despierto.

-Bonjour- Saludó París algo nervioso.

-Buenos días París, en un rato más estará lista la comida- Dijo Oaxaca sin prestarle mucha atención.

-Merci... ¿Qué estas preparando?- Preguntó el francés.

-Unos tamalitos de dulce y de rajas para mí hermano-