Capítulo 2: ¿Q-quien eres? ¿Quién s-soy?

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Después de que Veigar rompiera el sello milenario de aquel árbol esperando como recompensa un objeto mágico de un podre increíble, lo que se encontró no pudo ser más diferente y más extraño. Aquella Yordle que no conocía de absolutamente nada estaba inconsciente enfrente de él, por otro la pobre no traía ropa consigo, suerte que al menos su pelo era bastante largo.

Veigar no sabía que hacer o que pensar, por lo que decidió interrogar a Pix y que le explicara el porque lo había engañado.

Veigar: ¡Tuu....! Maldito estafador, que clase de tesoro es este.. cuando me ofrecí a ayudarte, no me esperaba para nada esto, jamás debí haberte hecho caso -dijo Veigar furioso señalando al espíritu hada.

Pix ni se inmutó ante las acusaciones del mago y trató de responderle con calma.

Pix: Gracias a ti, por fin el sello que retenía a esta joven ha sido retirado. Ella ha sido mi mejor amiga y compañera desde que fue abandonada por su pueblo al considerarla como alguien que no entraba dentro de lo que los demás consideraban normal. Desde pequeña sufrió las constantes burlas de los aldeanos y de los demás yordles hasta que no pudo más y dejó la ciudad -tras escuchar estas palabras Veigar se relajó un poco más. Al parecer aquella chica se había encontrado en la misma situación en la que ahora se encontraba él, aunque parecía haber una pequeña diferencia, él estaba aislado por el miedo que suscitaba en los demás pero....¿Y ella?

Veigar: Aun así me prometiste un tesoro de valor incalculable y no lo veo por ninguna parte.

Pix: No todos los tesoros son de oro y plata amigo mío, aprenderás que aquello más valioso no siempre responde a ansias de riqueza o de poder, aunque....aun no estés listo para asumirlo ahora, se que en un futuro espero no muy lejano aprenderás la importancia de estas palabras.

Morello: ¡¡¡Maestro, maestro.... la pobre está tiritando!! -la joven Yordle al no traer consigo prenda alguna era presa de las corrientes de aire que soplaban en otoño a través del bosque.

Veigar: No es problema nuestro....si este espíritu desea ayudar a esa Yordle yo no tengo porque hacer nada. Así que "Pix", ya te puedes.... ¿ir? -para cuando el mago terminó de hablar Pix había desaparecido. ¿Dónde se habría metido aquel ser?

Veigar: ¡¡No me lo puedo creer y se va sí por las buenas!!!! -rabiaba

Morello: ¿Y... que hacemos ahora Veigar? No podemos dejarla aquí para que muera. Deberíamos llevarla a la mansión, al menos hasta que se recupere....

Veigar: ¿Y por que debería ayudarla? Yo soy el maestro del mal... no podría....

????: Uuuhhhmmmm...... ummmm..... - la pobre temblaba de frio, la noche estaba cada vez más cerca y si la dejaban allí probablemente no sobreviviría a la noche y si por algún casual lo hacía se podría enfermar.

Morello: Por favor maestro se lo suplico.....tenga un poco de compasión.

¿Compasión? No podía ser enserio, el era un Yordle malvado, despreciado y marginado por la sociedad a consecuencia de un poder abrumador, quien le decía que esa Yordle no se iba a quedar aterrorizada al verlo.

Morello: Maestro.....

Veigar: ¡¡¡¡Agghhh esta bien, esta bien!!!! pero en cuanto esté recuperada la echaré de casa - finalmente el mago dio su brazo a torcer. Con cuidado se acercó hasta la joven para cargarla, pues estaba inconsciente. Tenía un cuerpo esbelto, un pelo sedoso color morado intenso y muy largo, unas manos delicadas, el rostro parecía esculpido por los mismos dioses y su piel al contacto con el pelaje de Veigar se sentía reconfortante.

Veigar: En fin.... vámonos de una vez o se nos hará tarde.

Finalmente llegaron a casa, Veigar dejó a la Yordle durmiendo en una de las habitaciones que tenía vacías tras limpiarla un poco, por otro lado trató de arroparla lo mejor posible para que no pasara frio a petición expresa del libro. Además fue la excusa perfecta para ordenar un poco el resto de la mansión que andaba algo descuidada.

El Oscuro AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora