Capítulo 39: Guerra Abierta

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La sombra de la guerra y la destrucción se cierne sobre el mundo y solo quedan unos pocos para proteger a la civilización de la ambición de un hombre que hace ya tiempo había perdido la conexión con la realidad, el ansia de ser cada día más y más poderoso, eso era lo que había provocado esta situación. Ahora mismo...Swain pese a creer que tenía el control sobre si mismo no era así. Un antaño general frio, calculador y sumamente brillante al igual que Veigar en el pasado había caído bajo el hechizo o seducción de una promesa de poder aún mayor.

Los cinco objetos arcanos del poder supremo, suponían una carga demasiado grande para cualquier mortal, tan solo los dioses o los propios elegidos de cada artefacto eran capaces de portarlos. Sin embargo...allí estaban los cinco reunidos en un mismo lugar, ahora....¿qué podría llegar a pasar?

Aquella llanura a las afueras de la utopía Yordle, dentro de unos instantes volvería a transformarse en un campo de batalla totalmente diferente. Ahora...., las balas, las flechas y el entrechocar del acero no serían los protagonistas, más bien, quedaba por ver cual de los magos poseía una mayor fuerza y control. Al parecer, Darius era el que se encontraba más impaciente, pues fue dar la orden Swain y el Noxiano ignorando a todos los demás se dispuso a enterrar el filo de su hacha contra la pobre guardiana que de hecho ya se esperaba algo así. Conocía bien a Darius, ya fuera por lo que había aprendido  acerca de él en la biblioteca de Demacia o lo que había descubierto al enfrentarse ambos por primera vez antes de dejar su nación de acogida.

Darius: ¡¡¡ahora muereeee!!!! - Darius lanzó un golpe contundente que fue esquivado por Poppy, esta de inmediato con una de las caras de su martillo le propinó un golpe potente en la zona del pecho provocando un enorme estruendo. La armadura de la mano de Noxus redujo el efecto del impacto y acto seguido el general le dio un puñetazo a Poppy provocando que esta saliera disparada varios metros hacia atrás.

Poppy: ugghhh....d-desde luego...no pareces el mismo de la última vez, pero...eso no va a bastar para detenerme. - replicó la Yordle agarrándose del mango de su arma para levantarse del suelo. Tras un par de segundos se sacudió la tierra de la armadura y de nuevo cargó contra su oponente. Pese a portar un martillo muy pesado, Poppy sabía perfectamente como usar esa desventaja a su favor. Dando un par de giros a su arma, uso la inercia y el peso de esta para impulsarse hacia Darius. El resultado fue una patada brutal en toda la mandíbula, seguida casi de inmediato por un golpe seco en el cuello. Darius furioso por esta acción la agarró de las coletas para estamparla contra el suelo, sin embargo, no pudo completar esta acción ya que Scrach le disparó en la mano provocando que el Noxiano soltara a la guardiana.

Scrach: ¡¡¡señorita Poppy está usted bien!!? -gritó alarmado el Yordle anaranjado. Poppy se levantó del suelo un tanto dolorida y aturdida por el golpe, para dedicarle una sonrisa con pulgar arriba,  de ese modo entendió que en efecto se encontraba bien y que le agradecía su ayuda.

Mientras tanto, en otro combate separado Katarina se enfrentaba a un Rumble tuerto y Áureo. La asesina siniestra en verdad era muy ágil, tanto así que los sistemas informáticos del mecha de Rumble no podían seguirla. Al empezar el enfrentamiento Katarina no había perdido el tiempo y gracias a una de sus habilidades más mortíferas había sembrado el campo de batalla con pequeños cuchillos, unos cuchillos que portaban una especie de marca espacio-temporal la cual le permitía recorrer pequeñas distancias a la velocidad del rayo.

Rumble: dios mío....¡¡¡¡quédate quieta así no hay quien te dispare!!!! -se quejaba el mecánico disparando todo lo que su mecha tenía por ofrecer.

Áureo: calma Rumble...solo tenemos que encontrar el como frenar su velocidad, ya verás como se nos acaba por ocurrir algo. -trataba de tranquilizarlo.

Rumble: ya....¡¡eso es muy fácil decirlo!!!- replicó el Yordle azulado

Áureo también trataba de defenderse desesperadamente de todos los ataques de Katarina. Nunca llegaba a ver de donde venían los golpes, pero gracias a su Arco del amanecer un escudo de energía solar lo protegía de las cuchilladas y puñaladas. Sin embargo....¿cuanto podría durar? le había dicho a su amigo que todo iba a estar bien, pero su escudo solo duraba mientras el sol brillara en el cielo y además Katarina contaba en su poder con el sello oscuro, un objeto terrorífico que de seguro le permitiría desbarajustar cualquier defensa en cuestión de segundos.

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