El Oscuro Amanecer

Capítulo 19: Las tierras Inexploradas

A la mañana siguiente y tras haberse visto obligados a dormir al raso, los tres yordels se pusieron manos a la obra para recargar al mecha de Rumble. El mecánico le iba dando las instrucciones a Veigar de que era lo que tenía que hacer, es decir la cantidad de poder que debía emplear con el consiguiente nivel de calor. Lulu por su parte ayudaba a que Veigar no quedara exhausto por usar tanto su magia oscura, además poco a poco la joven hechicera se iba familiarizando con un par de conjuros, entre los que se encontraba uno para traspasar energía de un objetivo a otro, algo peligroso pues ponía en riesgo su propia salud, pero.... como decía Veigar (no existe ningún tipo de magia que al usarla no exija un precio).

Después de permanecer por más de dos horas trabajando en la máquina esta por fin volvió a dar señales de vida.

Rumble: vamos Veigar...una vez más, ya casi lo tenemos. -apremiaba el mecánico, ansioso como los demás por volver a contar con un medio de transporte, además claro está que se trataba de su preciosa invención.

Veigar: e-espero.....ufffff....que....tengas razón. ¿Tú como vas Lulu? ¿estás cansada? -preguntó dando un vistazo a sus espaldas donde yordle con su báculo en mano y apenas consciente apuntaba a Veigar para transferirle la energía que pudiera.

Lulu: uffff.....u-un poco.....pero puedo seguir no te preocupes por mi. -respondió pese a estar casi igual o más agotada que el mago.

Veigar aunque no lo quería mostrar estaba bastante preocupado por Lulu, si continuaba prestándole su energía a esas cantidades no tardaría en desmayarse o peor, volviera a ocurrir lo que sucedió en la biblioteca de Bandle. Por suerte el mecha comenzó a incorporarse y el sistema por fin se puso en marcha.

SSAT: Mecha en línea, todas las armas operativas y aseguradas, solicitando acceso al sistema de nivel 5 para su activación, se requiere confirmación por voz. - a Rumble le hicieron los ojos chiribitas al volver a oír la hermosa voz de su armadura robótica, pero ese no era el momento ideal para andar remoloneando, tenían cosas más urgentes que hacer, como alejarse lo más posible de los terrenos bajo jurisdicción de la Ciudad de Bandle. Ahora eran prófugos de la justicia, no había más remedio.

Rumble: menos mal, por fin está en marcha otra vez. Control, concedo acceso a sistema de nivel 1, restringidas las armas y el movimiento autopropulsado, mantén en funcionamiento el soporte vital y las actividades básicas de movimiento, también cédeme el control y pásalo a manual. -todas las órdenes que el mecánico había dado fueron recibidas perfectamente por el mecha quien desactivó todo su armamento y volvió a abrir la cabina para que el mecánico se sentara dentro.

SSAT: recibido señor, ajustando los parámetros.

Veigar: oye.....Rumble....deja que Lulu suba uffff....contigo en la cabina, estar sentada en los brazos del mecha puede ser algo incómodo y necesita descansar. - el mago había cargado a la pobre hechicera hasta allí, pues como había previsto, por usar demasiado sus poderes y no descansar siquiera cinco minutos.....terminó por desmayarse

Rumble: me parece bien pero.....¿que hay de ti? te noto también bastante agotado. -sabía que solo pretendía hacerse el doro, pero en el fondo estaba igual de cansado que Lulu, era cuestión de tiempo para que le acabará pasando lo mismo.

Veigar: no....pasa nada uffff....estoy bien, solo necesito recuperar un poco el aliento, por....otra parte sería muy incómodo para ti tenernos a los dos metidos ahí, con lo cual no podrías pilotar con normalidad, yo ya me las apañaré. -respondió Veigar mientras se sentaba en una roca que quedaba cerca.

oye, si era él quien se lo pedía no iba a ponerse a discutir por una tontería como esa, además....es cierto que la pobre Lulu estaba completamente agotada. Rumble la subió hasta la cabina, donde con cuidado apoyó su cabeza sobre el asiento del piloto. Con pesar la pequeña hechicera hizo un amago de entreabrir los ojos. Comenzó a escudriñar los alrededores, parecía estar buscando a alguien y obviamente Rumble ya sabía de quién se trataba.