El Oscuro Amanecer

Capítulo 31: Agonía

Veigar tenía bien sujeto a Áureo que se estaba empezando a ahogar. El agarre férreo del mago estaba por matarlo, pero....por alguna extraña razón terminó soltándolo.

Tras esto, se acercó hasta donde Lulu en el suelo suplicaba por la vida de su nuevo amigo. Sus manos y cuerpo temblaban de miedo, no podía reconocer en ese esperpento al chico al que tanto amaba, le resultaba inconcebible que Veigar pudiera llegar a hacer algo así por voluntad propia.

Veigar: dilo.....¿me odias verdad? odias lo que en verdad soy, lo que en verdad siempre deseé. Odias mi sueño de hacerme con el poder supremo y gobernarlo todo. Dilo...di que me odias, de ese modo ya no tendré ningún remordimiento a la hora de matarte. -dijo Veigar. Se agachó y puso de rodillas para quedar a la altura de la hechicera, que no podía siquiera articular palabra. Sus ojos llorosos y el incesante temblar la tenían oprimida.

El mago oscuro con su guantelete de hierro pasó una de sus garras afiladas por la mejilla de la joven provocando un pequeño corte que empezó a sangrar, pese a esto Lulu tampoco reaccionó.

Lulu ......

Veigar: si no me dices nada esto va a ser muy aburrido, pero como veo que te debates entre la más pura agonía y la tristeza, creo.....que sería cortes por mi parte poner fin inmediato a tu sufrimiento. Agradéceme como es debido este regalo y suplica por tu miserable vida una última vez. - el báculo de Veigar se iluminó con una luz de color morado muy oscuro, estaba preparado para acabar con la vida de la hechicera, que al parecer ya resignada aguardaba el inevitable final. Si no podía volver a ver a su querido Veigar ¿Qué sentido tenía su vida?. El era quien la había acogido cuando el resto del mundo le dio la espalda, le dio de comer, un lugar donde dormir y lo más importante le dio el cariño y la compañía que tanto anhelaba su corazón.

Lulu: hazlo.....líbrame de esta vida sin sentido. Tu...no eres mi Veigar, s-sin él a mi lado.....ya nada.....snifff....tiene sentido. -el sombrero de la Yordle tapaba ahora sus ojos, así Veigar solo pudo ver una lágrima que resbalaba por la mejilla de aquella joven.

Veigar: ja.....como sea "carga de desesperación" - el ataque a punto de golpear fue repelido. Al recuperarse de la explosión reciente, Veigar pudo ver que quien se había interpuesto en su victoria era ni más ni menos que Rumble.

Rumble: Aléjate de ella monstruo, el verdadero Veigar jamás hubiera hecho esto. -le recriminó el mecánico.

Veigar: como ya le explicado a esta inútil que yace a tus pies, nunca tuve la más mínima intención de llevarme bien con nadie. Todo esto, fue un simple pretexto para conseguir lo que quiero, si ella se enamoró de ese fantasma pasajero no es mi culpa, su ignorancia es la que le ha llevado a no poder hacerme frente y tu......tu también debes morir. -las palabras de Veigar volvieron a abrir una herida en el corazón de Lulu ya hecho pedazos. ¿De verdad nunca había sido sincero en nada? ¿todo lo que había pasado cuando aun vivían en Bandle y durante gran parte del viaje no eran más que mentiras?

Rumble: yo te consideraba mi hermano Veigar, el hermano que nunca tuve y que siempre quise. Un amigo con el que pasar el rato y para contarle mis preocupaciones y tu....me lo has arrebatado. -gruñó Rumble apretando con rabia los controles de su mecha.

Veigar: que graciosos sois todos ¿y qué si es así? el viejo yo era débil y propenso a dejarse vencer por las emociones, eso lo hacía vulnerable e incapaz para cumplir con nuestro deseo. Esa versión débil e infantil de mi... ahora ya no es más que un eco en recuerdo de la historia, una vida pasada ahora reducida a polvo, polvo que el viento arrastró muy lejos. Ahora yo te pregunto......Rumble.....¿piensas hacer algo al respecto para detenerme? -preguntó el mago apuntando su báculo enfrente de Rumble.

El mecánico lo tenía claro, debía volver a salvar a Lulu de esa soledad que le generaba el ver así a la persona que tanto quería. Si querían una oportunidad de recuperar a Veigar, necesitaba que su amiga estuviera dispuesta a herir e incluso matar al mago. Por muy duro que fuera.....no quedaba más remedio y eso era lo que más le dolía.