Capítulo 12: La Oscuridad no puede existir sin la Luz

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Poppy: El viento rozando en mis mejillas, la luz del sol.... tan cálida, tan acogedora, el oscilar de las ramas de los arboles y la suave brisa de finales de invierno, era todo lo que necesitaba sentir para saber que he vuelto a casa.

Desde lo alto de aquella pequeña colina era capaz de verlo todo, hasta el más insignificante de los detalles, tiempo sin haber pisado Bandle había provocado que mis sentidos se vieran entumecidos, por así decirlo de alguna manera, pero...al entrar por el portal, sentí que una corriente del maná más puro inundaba cada ápice de mi ser. Las pupilas se dilataron, la respiración se volvió más profunda, mis músculos se relajaron, el corazón se me aceleró....una sensación indescriptible.

Poppy: (ahhhh...que bien se sienta el haber vuelto, ¿umm. Quiénes son esos de ahí) -dijo Poppy para si misma mientras daba una fuerte bocanada de aire. Mirando hacia el horizonte pudo percatarse de algo. Había alguien en la parte más baja de aquella colina, parecía ser un Yordle que vestía unas prendas de color morado oscuro, o de tonos azul oscuro, llevaba un sombrero de ala gigantesco que cubría gran parte de su rostro, tapaba sus manos con dos guanteletes de hierro y portaba un báculo mágico. Se trataba de Veigar, quien le iba a decir que él sería el primero con quien se topara al llegar a la dimensión de Bandle, pero....había algo que la molestaba y era esa Yordle que...por alguna extraña razón lo perseguía.

Poppy: ¿Quién es esa chica? no la había visto en mi vida en Bandle. - La guardiana conocía a todos los habitantes de la ciudad en persona...no podía ser que alguien como ella se le hubiera escapado...es más que nada porque parecía una Yordle un tanto ruidosa. Resolvió que lo mejor sería bajar para preguntárselo directamente, además necesitaba preguntarle a Veigar donde es que podía encontrar a su hermana.

Con Lulu y Veigar:

Lulu: vamooos......porfa...Vei, deja que me pruebe tu sombrero, yo aun no tengo uno y me gustaría ver como me queda.. - Lulu ponía cara de cachorrito indefenso para el mago le diera luz verde, pero Veigar en lo que concernía a su sombrero y a ser visto era bastante estricto. Nadie, nunca jamás en Bandle le había visto el rostro, lo poco que sabían de él era que tenía el pelaje negro y unos ojos color miel.

Veigar: te...he dicho como un millón de veces que no Lulu...¡¡¡¡y deja de insistirme porque no vas a conseguir nada!!! nunca jamás han visto mi rostro en esta putrefacta ciudad y no lo harán... yo me encargaré de que siga siendo así. -respondió el mago con dureza.

Lulu: pero....y-yo...solo quiero... -trató de responder la pequeña

Veigar: ¡¡¡¡he dicho que no maldita sea, ¿es que acaso eres incapaz de comprender algo tan simple como eso?!!! ¡¡¡si la respuesta es que no eres más tonta de lo que pensaba!!!!

Lulu: y-yo.... snif.... -las palabras de Veigar habían hecho daño a Lulu, ella solo quería saber como se sentía tener un sombrero, pero el mago al tratarla de esa forma había provocado lo que de hecho prefería evitar. La pobre Lulu estaba llorando. No sabía porque motivo... pero, cada vez que eso ocurría su conciencia no lo dejaba en paz.

Veigar: y-yo.... n-no quería

Lulu: ¡¡¡¡Veigar idiota!!!! -tras decir estás palabras Lulu con los ojos empañados por las lágrimas salió corriendo en dirección a dios sabe donde, dejando a Veigar con la palabra en la boca.

???: parece ser que no has cambiado nada Veigar. -dijo una voz detrás de él. Conocía esa voz...pero desde hace cientos de años que no la escuchaba.

Veigar se dio la vuelta para encontrarse con una Poppy bastante molesta... ¿Qué narices le pasaba hoy a todo el mundo?

Veigar: Poppy...¿Qué haces tu en Bandle..?¿que no estabas buscando al dichoso héroe ese del martillo del que tanto solías hablar? -pese a que estaba hablando con Poppy el suceso reciente tenía totalmente ocupada la mente del Yordle oscuro. ¿Porque....porque siempre la hacia llorar aunque no lo pretendiera?

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