CAPITULO 36

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[...]


Amanezco temprano echando de menos las lamidas en la cara de mi peludo amigo Dark, no se a que hora me dormí anoche apenas toqué la cama mis ojos se cerraron, no recuerdo haber soñado nada pero lo prefiero a tener pesadillas.

Me voy derecha a la ducha, dejo mi pelo suelto para que se seque, miro en el espejo y puedo ver la pequeña cicatriz que tengo en mi mejilla izquierda del rasguño que me hizo la bala cuando me disparó Grek, miro mi hombro y veo la otra cicatriz del tiro en el hombro que lo atraviesa, miro mis manos, me duele solo de pensaren como me arrancaron las uñas, siendo inevitable el hacer dos puños con ellas, siento que vuelvo a  caer en los recuerdos de aquellos días, por suerte alguien llama a la puerta haciendo que desaparezcan todos esos fantasmas.

- Ya salgo!! - digo acabando de vestirme, abro y veo a    Pink con cara de dormida.

- Déjame pasar!! - dice dando saltitos, me hago a un    lado y entra corriendo cerrando la puerta tras ella – joder! No    aguantaba más!! llevas una eternidad aquí dentro – dice    sentándose en el váter.

- Ya será menos! - digo recogiendo mi ropa sucia y    metiéndola en una bolsa de plástico – qué tal acabaste la noche    golfa.

- Joder, demasiado borracha – dice sonriendo – pero    muy bien.

- Ya, te vi con una hermana.

- Sí.

- Y Nitha?.

- Qué?? - su pregunta me descoloca un poco.

- Pensé que estabas con ella.

- Sí, bueno, después de lo del secuestro la cosa se enfrió bastante, no está hecha para este mundo y yo no se vivir de  otra manera.

- Entonces?.

- No estamos juntas, si es a lo que te refieres.

- Pero el día que te dije lo del viaje estabas con ella    en la clínica.

- Sí, pero tan solo estábamos despidiéndonos – dice    lavándose las manos, cuando acaba salimos juntas del baño –    dónde has dormido?.

- Aquí al lado, en un cuarto que me dejó una de las    hermanas – digo indicándole con la mano la puerta donde tenía    mis cosas.

- Vale, voy por mis cosas y las meto con las tuyas – la    veo irse por el pasillo hacia las escaleras que bajan al bar de la    sede.

Vuelvo a mi habitación y dejo mis cosas en un rincón haciendo hueco para que Pink pueda poner también las suyas, al cabo de un momento la tengo a mi lado de nuevo.

- Bajamos a tomar un café?.

- Claro – digo agarrando la puerta para salir.

Abajo hay gente durmiendo por los sillones del bar, incluso sobre la mesa de billar hay un lío de extremidades enredadas, vamos derechas a la cocina y nos servimos café recién hecho.

Salimos al patio donde ayer bailamos y está todo hecho un asco, vasos de plástico tirados por todos lados, botellines incluso botellas de distintos licores, al fondo se ven tiendas de campaña, no sabría decir cuantas, pero hay muchas.

Nos sentamos en uno de los merenderos a tomar nuestras tazas humeantes.

- No me dijiste que eras tan amiga de la Presidenta de    esta sede.

- Porqué lo dices?.

- Por como te saludó ayer, no me dio la sensación de    que fuera solo una conocida.

LUA   [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora