LUA [EN EDICIÓN]

CAPITULO 5

[...]

La mañana llegó y con ella, los planes del día anterior, resulto que una de las motos estaba bastante aceptable y apenas hubo que hacerle una puesta apunto, como me explico Peck estas maquinas están hechas para durar toda la vida con un poco de mimo.

Me quedaba en mi piso por las noches, ya no dormía como antes, solía despertarme con sudores fríos por las pesadillas que me causaban los recuerdos de aquella noche, luego ya se me hacía imposible conciliar el sueño otra vez, si me asomaba por la ventana podía ver a Crow pasar la noche apoyado en su moto o a veces metido en su coche, en más de una ocasión cenamos juntos o incluso se quedaba a dormir en mi sofá, no entendía el porque tenía que seguir haciendo guardia bajo la ventana, él solo me dijo que eran ordenes, seguía siendo muy callado lo que me hacía muy fácil estar con él, se había vuelto algo normal el que se me insinuara con sus miradas, guiños o sonrisas y que yo me riera con lo que decía, habíamos creado una relación un poco extraña pero nos funcionaba muy bien. Por el día me pasaba la mayor parte del tiempo en el taller aprendiendo a cuidar mi maquina por que no me podía arriesgar a quedarme tirada en cualquier carretera, Peck me enseño a montar y parecía que lo llevara en la sangre por que apenas me costó unos pocos intentos.

Al final como se me fue alargando el irme del pueblo decidí acabar la carrera, apenas quedaba un mes para acabar el trimestre y Peck me convenció de que era una tontería dejarlo pasar y tenía razón.

Los hermanos después de que se corriera la voz de mi primera noche sangrienta en su club dejaron de mirarme con pena y pasaron a tratarme como una hermana pequeña al igual que Peck, cosa que agradecía por que me hacía poder olvidar.

Las pruebas del hospital dieron todas negativas y eso fue lo que cerro mi ultima obligación en el pueblo.

Ya no había nada que me atara a mi pasado así que decidí empezar a empaquetar las cosas mas imprescindibles para guardar en el trastero junto con las de mi padre, aunque primero tendría que hacer hueco.

Mirando y rebuscando entre las cajas que guardó mi madre con su infinito amor a mi padre, encontré un álbum de fotografías, había de ellos subidos en la misma moto que ahora conducía yo, con mi madre abrazada al pecho de mi padre y con una mirada de adoración por parte de él,junto a esa había muchas mas fotos de lo que supongo eran amigos o familia, mi madre apenas me habló de mi padre, la dolía demasiado y yo respetaba sus silencios, sabía lo que necesitaba saber, que nos quería y que mientras estuvo fuimos inmensamente felices.

El álbum lo guarde en una de las alforjas de cuero para verlo tranquilamente en casa, seguí buscando de qué deshacerme para hacer hueco a mis cosas pero cada vez que cogía algo para tirarlo me parecía que estaba traicionando a mi madre, después que ella estuvo cuidando y conservando todas estas cosas así que decidí coger un trastero más grande y trasladar todo así no tendría que tirar nada, no estaba preparada.

[.....]

- Peck    necesito que me dejes la furgo.

- Claro    nena, cuando la quieres?

- Pues    cuando puedas – digo mirando dentro del trastero con las cosas de    mi padre – necesito trasladar las cosas de mi padre a un trastero    más grande.

- Y    eso?

- No    le eche valor  a tirar nada y este se me queda pequeño para guardar    todo lo que tengo.

- Ahora    voy a hacer unas entregas al taller, no creo que tarde, si quieres    después de descargar voy par allí.

- Perfecto,    aquí te espero escarbando entre los trastos.