- Cuéntame? - digo respondiendo el teléfono.
- Tenemos una situación en Vermont – escucho que dice la voz de Mist al otro lado, se me dibuja una sonrisa en la cara.
- Bien – digo levantándome de un salto de la cama, estoy en un motel de mala muerte perdido en Durham, Carolina del Norte.
- Te mando toda la información al correo, tiene que ser rápido y limpio.
- Como siempre – digo asintiendo.
- Y Soulless.
- Sí?.
- No puede saber nadie que estuviste por ahí.
- Mierda.
- Sí, espero tu llamada.
Le doy una patada a la cama haciendo que se despierte un tipo que recogí anoche en un bar de copas.
- Tú! Pirate!.
- Joder nena, que mal despertar tienes – dice frotándose la cara aun medio dormido.
- Ya estás tardando – digo con gesto serio, veo como se levanta con el cuerpo desnudo y va derecho al baño, enciendo el portátil y comienzo a leer la nueva misión a la que me manda mi presidenta.
- No quieres una segunda ronda? - dice el tipo apoyado en el marco de la puerta, levanto mi mirada observando que tiene que ofrecer y sinceramente creo que tengo que dejar un poco la bebida, no es buena eligiendo por mi compañeros de cama.
- Aún estás aquí? - digo con disgusto levantándome y abriendo la puerta de la habitación invitándole a salir.
- Joder, serás perra! - dice saliendo a la calle.
Me apoyo en ella según cierro la puerta.
Hago una mochila con lo imprescindible, unas mudas, gafas de sol, un buen fajo de efectivo, no quiero a nadie detrás mía, seré como un fantasma, ato mi cuchillo a mi pierna, me coloco mi chaleco, se puede ver el parche que me puse después de todo lo ocurrido en Las Vegas, donde se lee Nómada y me dirijo hacia la salida.
Según me acerco a mi moto se me iba formando una sonrisa de medio lado, mi Prez me ha mandado una misión que no podía rechazar, después de tantos años sin volver a pisar mi antiguo pueblo ahora se presentaba la oportunidad, he estado fuera por años, años en los cuales había cambiado de todas las maneras posibles, ya no tengo nada que ver con esa chica rota y solitaria, ahora pertenecía a una hermandad de mujeres valientes, fuertes y sobretodo libres, las Valquirias MC.
Pues aquí termina la historia de Lua, espero que la disfrutarais leyendo tanto como yo lo hice escribiéndola.
Gracias por estar ahí y dedicarme su tiempo, sus votos y sus comentarios.
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LUA [EN EDICIÓN]
RandomSe apoyó en la puerta según la cerró. Hizo una mochila con lo imprescindible, unas mudas, gafas de sol, un buen fajo de efectivo, no quería a nadie detrás suyo, sería como un fantasma, y se dirigió hacia la salida. Según se acercaba a su moto se le...