Capítulo 10: Más engaños

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Tres meses después.

Mal mira a Hadie tratar de incendiar su cabello en llamas azules, sin éxito, aún con la piedra de Hades en su puño le es imposible. Él se frusta.

Aquel día soleado es perfecto para una práctica entre hermanos. Los cuatro hijos de Hades están reunidos. Pasan tiempo de calidad. O al menos lo intentan.

—No entiendo porque no sirve— masculla frustrado el menor.

—Yo no recuerdo haber tenido problemas cuando la utilicé por primera vez...— la pelimorada trata de hacer memoria—. Debe haber una explicación, no te preocupes.

—La hay—interviene Leka—. Es un semidiós. No tiene el potencial de nosotros. Bueno, de Alecto y mío.

La hija vanidosa del Dios del Inframundo mira despectivamente a sus dos medios hermanos, y sin necesidad de ponerse de acuerdo con su mellizo, ambos encienden sus cabellos en llamas azules al mismo tiempo unos pocos segundos. Hadie baja la cabeza, nuevamente, humillado.

Mal jamás se acostumbrará a la sed competitiva de ellos. Siempre creyéndose mejor que ella y Hadie. Siempre presumiendo los dones de dioses que poseen, haciendo sentir mal a su hermanito por su linaje mortal y a ella por su linaje de hada, como si tuvieran la culpa.

A veces cree que es debido a que Hades engañó a Perséfone, no una, sino dos veces. O tal vez más.

—¿Lo intentamos de nuevo?—Mal trata de subirle el ánimo, pero es tarde. Él niega.

—Debes ir con Merlín, ¿recuerdas?

Revuelve su cabello con afecto mientras le sonríe. Eso parece hacerlo sentir un poco mejor.

Se despide de toda ellos. Advierte a Leka sobre seguir molestando a Hadie antes de comenzar a alejarse.

Mal tiene una sesión de entrenamiento con Merlín. Poco a poco su magia de dragón iba mejorando gracias a él. Es un excelente maestro. Paciente, poderoso y muy interesado en su educación mágica.

Pronto podría enfrentar a su madre si seguía así.

(...)

Hades besa los labios de Maléfica con demasiado regocijo. Que está feliz es decir poco.

Ella está sentada sobre su regazo, acariciando su cabello, suspirando de vez en cuando. Al sentir las manos de él tratando de subir la tela de su túnica negra, Maléfica ríe, lo detiene, y se separa para mirarlo a los ojos.

—Debes volver con Mal antes de que note mucho tu ausencia, Hades.

—No sospecha— se queja intentando volver a besarla.

Nadie sospecha, de hecho, pues es inverosímil que Hades y Maléfica retomaran su relación luego de tanto tiempo, luego de tantas cosas que pasaron.

Pero están juntos ahora. Y por supuesto, nadie en Northern Wei lo sabe. Nadie en todo lo que alguna vez fue Auradon lo sabe.

Por ahora toda creen que Maléfica venció a Hades, pues fue la excusa que él les dio cuando la tiranía de la Emperatriz del Mal no acabó, por el contrario, se hizo más fuerte.

Nadie lo cuestionó. Aquello al principio ofendió al Dios, pero luego cayó en cuenta de que era lo mejor.

—Debe estar ocupada con el tonto hechicero— gruñe bajando sus besos al cuello de la mujer.

—Merlín— jadea Maléfica—. Un sujeto demasiado encantador...

Hades se detiene. Rueda los ojos. De pronto las ganas que sentía se esfuman, provocando otra risita en Maléfica, quien ya había previsto aquella reacción.

A N A R C H Y ¦ Descendientes (CHAOS #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora