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Kheaden despierta solo, en la habitación designada por su padre. Afuera está oscuro, lo comprueba al mirar por la ventana.
Se siente débil. Cansado.
—Al fin despiertas— la voz suave de Evie lo sobresalta.
—¿Qué hacías viéndome dormir?— reclama, cubriéndose con la sábana blanca hasta el cuello, receloso.
Evie rueda los ojos, arrojandole una mochila con ropa.
—Vístete. Debemos irnos antes del amanecer.
Kheaden trata de protestar hasta que nota algo brillando en la mano de Evie. El reflejo de un espejo pequeño.
—¿Eso es...?
—Sí. Es el espejo de mi madre— confirma.
Ella juguetea con él, sintiendo la resistencia del artefacto. Técnicamente debía obedecerle, pero éste le había negado su lealtad luego de que hubiera traicionado a Grimhilde. El hombre dentro del espejo resultó ser fiel a los ideales de la Reina Malvada a pesar de que está muerta.
Aún así había tenido resultados favorables.
Evie dio media vuelta esperando a Kheaden se cambiara la ropa. Cuando él terminó tocó su hombro, y ella asintió haciéndole una seña para salir.
—¿A dónde vamos?
—¿No es obvio? Ya sé la ubicación de Mal.
Al escuchar eso, Kheaden inmediatamente sintió una emoción fácil de explicar recorriendo su sistema. Se colocó a la par de Evie, incitando a que siguiera hablando. Hay una sonrisa tirando de sus labios.
—Te mostraré, pero antes, debo decirte que ya sé lo que Morgause hizo conmigo.
Ambos se llevaron al mismo tiempo la mano para cubrir la marca en sus antebrazos. Un escalofrío recorrió al chico cuando el espejo arrojó la imagen de una Evie de mirada oscura y sonrisa siniestra. Su mandíbula cayó, y casi tropieza con sus propios pies.
—¿E-eres tú?
—Sí.
Kheaden toma el espejo y lo acerca a su rostro. Analiza la figura de Evie Grimhilde a detalle. Creía que era un foto hasta que ésta sonrió y le guiñó un ojo.
Lo suelta por el susto.
—¡Estúpido, ya lo rompiste!— chilla Evie, en un susurro alterado, bajando a recogerlo.
Por fortuna el vidrio del espejo estaba protegido con magia. Aliviada, mira mal a Kheaden y sigue caminando.
—¿Entonces hay dos como tú? ¿Dos Evie?
—Sí—contesta irritada—, pero ella tiene toda mi magia, y al parecer, todo mi estilo también. Por eso no han venido ni vendrán por mí; ya tienen a una Evie.
Aquello tiene sentido para el pelinegro. Se queda rezagado pero corre para alcanzar nuevamente a la chica. La mira de reojo.
—Luces preocupada.
—Es por Mal.
—Además de ella, ¿hay algo que te aqueje?
Evie niega. Miente. Kheaden no debe saber el motivo por el cual está realmente preocupada. Su mejor amiga encabeza la lista, sí, pero no puede negar que la idea de dos como ella la aterra demasiado. No tiene idea de cómo detenerla. O, mejor dicho, sí la sabe, pero le da aún más miedo pensar en aquella opción.
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A N A R C H Y ¦ Descendientes (CHAOS #2)
Fanfiction💥SEGUNDA PARTE DE CHAOS💥 Si se pensó, solo por un momento, que el caos se terminó, aquello no fue mas que efímera equivocación que terminó cuando todos se dieron cuenta de que el caos apenas y comenzaba. Ahora todo empeora cuando la persona menos...