Capítulo 14: "No me iré"

530 60 211
                                    

Los dedos de Mal están enlazados con los de Ben, mientras lo guía a la salida, a petición de él quien quería encontrarse con sus amigos.

Antes de eso, la hija de Hades necesita tenerlo un poco más para ella sola. Se detiene, en medio de un camino que llevaba hacia el área donde sus amigos y ella se hospedan.

Mal pasa la yema de su dedo por la línea de la mandíbula de Ben. Con la otra mano acaricia su mejilla. Él la deja, incluso ha cerrado los ojos. Su calor es adictivo.

—No me iré— asegura él—. Mal... — murmura su nombre—, no tengas miedo.

—Te creí muerto. Me despedí de ti.

Los ojos verdes de Mal se enfrentan a los de él. No encuentra nada raro, nada ajeno, sólo aquella mirada llena de amor que hacen que su corazón de hinche de amor.

—Lo sé.

—¿Recuerdas haberme visto en ese lugar? Yo... Te dejé ir.

Ben hace una mueca. El agarre que ejerce sobre los brazos de Mal se debilita hasta que sus manos se cierran sobre sus manos, rozando la piel que está a su alcance.

—Sí. O eso creo.

—¿Cómo que eso crees?

—Todo es muy confuso. Recuerdo cosas vagas, mi muerte, pero lo demás es borroso. Kheaden dijo que era normal, que no me preocupara...

Ante la mención del hijo de Morgana, Mal se tensa. Por un momento, en medio de aquella inmensa dicha y felicidad, se había olvidado de él. De pronto la burbuja en la que se encuentra, explota.

—¿Lo conoces? ¿Cómo?

—Bueno, él me trajo a la vida— ríe, suavemente, atrayendo a la chica en un fuerte abrazo—. Gracias a él es que estoy aquí. Gracias a él y a...

Jane, Jay y más personas que reconocen a Ben se acercan. No pueden creerlo. Los rumores que había esparcido Merlín resultaron ser ciertos.

Mal se aleja a Ben para darle el espacio necesario a otras personas. La hija del Hada Madrina se acerca, hasta que lo tiene en frente, y no es hasta que él le sonríe que ella se arroja a los brazos de unos de sus mejores amigos.

—¡Ben!— exclama, sorprendida.

Jay, también en shock, camina hasta Mal, hace un gesto con el pulgar señalando al que fue el rey de Auradon.

—Primero el hermano de Lonnie... ¿Y él también? ¿Qué demonios está pasando?

Mal sonríe mientras ve a Ben reencontrarse con toda esa gente. Al escuchar lo que dijo su amigo, se gira confusa hacia él.

—¿También?

—Shang volvió a la vida.

Mal forma una O con su boca, luego dirige la mirada nuevamente hacia Ben. Él la mira, sonriente, antes de seguir respondiendo preguntas.

—Todo esto muy extraño. ¿Tu padre no tiene que ver en esto?

—No. Él no ha hecho nada. A quien debemos preguntarle qué demonios pasó es a Kheaden. ¿Lo has visto?

Mal siente un hueco en el estómago cuando Jay niega. Ante el alboroto de la multitud, la pelimorada enfoca a Alecto y a Hadie en uno de los jardines. Ellos también ven hacia donde está.

—¡Hey!— les grita Mal, haciendo un gesto para que se acerquen.

Se extraña de no ver a Leka cerca de Alecto. Ellos jamás se separaban. Siempre andaban juntos por todos lados, así que le resulta extraño.

A N A R C H Y ¦ Descendientes (CHAOS #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora