Capítulo 25: El regreso

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—Mal, abre la puerta— pide Uma. Toca, nuevamente, sin obtener respuesta—. Te esperan abajo.

—¡No saldré jamás!— responde la voz distorsionada de Mal desde adentro.

Uma rueda los ojos. Mal actúa como si tuviera 5 años, luego de lo que hizo, pareciera que así es. Como si asesinar fuera algo habitual, lo convirtió en algo sin importancia. Ahora hacía berrinche porque no quería salir y dar la cara a Maléfica.

—Mal...

—¡Vete de aquí, Uma!

—¡Está bien, me voy! ¡Púdrete!

Uma da una patada a la puerta del baño, y luego azota con demasiada fuerza la de la salida.

Mal suspira. Se ha ido.

Vuelve a mojar su rostro con agua, se mira al espejo, y se asusta cuando sus ojos están encendidos. Parpadea repetidamente, y vuelven al color usual. ¿Qué le sucede? No puede manejarlo como antes.

Dos suaves toques en la puerta se escuchan otra vez.

—¡Te dije que te fueras!

No hay respuesta. Nuevamente vuelven a tocar. Mal se enoja, y con fastidio, va y abre la puerta esperando encontrarse con su amiga de trenzas celestes, pero vaya sorpresa se lleva al ver ahí a la persona que nunca esperó.

—Hola, M.

Evie Grimhilde la mira de arriba a abajo, inclinando la cabeza.

—¿Evie? ¿Qué haces tú aquí?

Mal es jalada hacia afuera con algo de fuerza por la peliazul, y se extraña de su atuendo, y look. No, esa no es la Evie que dejó en Northern Wei.

—¿Quién eres tú? — exige saber, a la defensiva.

—Soy tu E, Mal. Sólo que... mucho mejor que la otra Evie— ríe. Mal se estremece. Incluso la risa es distinta, pero hay tanta familiaridad en ella...

Mal analiza a aquella Evie. Todo es idéntico. Sin embargo, su mirada, llena de maldad, es lo único que no encaja. La sonrisa en su rostro, incluso, denota el mal que hay en toda ella.

—Podrá resultarte confuso, pero Maléfica quiere que esté contigo. Cree que ahora sí seré una buena influencia, ¿sabes?

Evie estira la mano para acunar la mejilla de Mal, y ésta se exalta. Su tacto no es cálido. Es frío, tan frío que le provoca escalofríos.

—¿Evie?— la voz de Morgaine se escucha desde afuera—, ¿todo bien?

—Sí, amor— contesta Evie, alzando la voz.

—De acuerdo. Iré con mamá.

Mal achica los ojos, y mira a Evie con más confusión si es posible.

—Morgause me pidió que fuera pareja de su hija, y ya que no puedo desobeder...

Mal sigue sin entenderle, pero está tan impactada que deja pasar aquello.

Evie le regresa la mirada, y se mantiene así, esperando que su amiga procese lo que está pasando.

Un minuto, y Mal trata de atacar a la peliazul, siendo fácilmente bloqueada por la princesa del Mal, quien ríe, y la hace parecer una principiante.

—Oh, M. No es necesario que me ataques, estoy de tu lado. Del lado de la maldad, por supuesto.

La pelimorada niega.

—Yo no estoy de ese lado.

—¿Segura? Escuché que asesinaste a Hook.

—¡Él lo merecía!

A N A R C H Y ¦ Descendientes (CHAOS #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora