8. Escape

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"Si lo haces, hazlo ahora

Acércate

Mientras está oscuro

Eso es, FÚGATE (FÚGATE)

CUIDADO (CUIDADO)

No saques mucho tus manos

Mientras está oscuro

Hazlo bien

Así, de esa forma"

Buck-Tick – To search

No esperó a que Jotaro aceptara, no había tiempo.

Envió a Hierophant por sus enseres personales y algunas otras cosas a los dormitorios a la vez que le dibujaba de forma torpe un mapa de la ruta de escape que usarían en ese momento en la parte de atrás de los documentos que debía llenar para su superior. Debido a las prisas, no tenía forma de asegurarle que saldrían ilesos, pero al verlo tan concentrado escuchando sus palabras, se sintió con la confianza suficiente como para lograrlo. Como había destruido las cámaras, era cuestión de segundos antes de que llegara personal a investigar, así que debían moverse rápido y sin equivocarse.

Ambos se miraron, riendo debido a los nervios. Dándose la señal para poder comenzar con su escape. Cruzaron la puerta en silencio, recorriendo los pasillos con cuidado, escabulléndose hacia la morgue con prisa. Se escondieron un instante bajo las camillas. Esperando el momento adecuado para poder seguir con la segunda parte de su plan, la cual era la más difícil, pues implicaba pasar desapercibidos hasta llegar a la cerca perimetral de la base.

Para Kakyoin no significaba mucho problema hacer eso, pues era algo normal caminar por el lugar como soldado, pero Jotaro era otra historia, no veía forma de hacerlo pasar por uno de los suyos, destacaba demasiado, su uniforme no coincidía y su rostro ya debía de estar registrado por las cámaras de seguridad. Oía voces en el pasillo, por la desesperación de estas, sabía que ya estaban buscándolos. Habían tenido suerte al esquivar a los primeros soldados que se aproximaron a investigar la alerta dada en los calabozos.

—Vamos.

Corrieron, girando a la izquierda, siguiendo el plan. Su corazón latía demasiado rápido, y no estaba seguro de cuánto más logaría ocultar todo el miedo que le producía hacer esto. Nunca había roto tantas reglas a la vez en su vida, mucho menos se había arriesgado a ser considerado un traidor a su patria por ayudar a alguien. Pero tenía que seguir adelante, a esa altura del asunto ya no le quedaba vuelta atrás.

Unos dedos se entrelazaron con los de su mano derecha, así que miró de reojo, encontrándose a Star platinum. Se sonrojó, preguntándose si acaso su amigo había notado su miedo o si era un simple impulso para calmarse a sí mismo.

Jotaro no era de mostrar sus emociones abiertamente, pero estaba seguro de que incluso alguien como él podía ponerse nervioso o sentir temor de vez en cuando, especialmente cuando arriesgaban sus vidas escapando de un edificio cuyos habitantes estaban armados hasta los dientes.

Una vez que dieron con el salón, pudo respirar con un poco más de calma. Solo cien metros más para ser libres.

—¡Kakyoin!

La voz de su superior lo asustó. Usando a stand para impedir que lo siguiera. Viraron otra vez, abalanzándose a la puerta, encontrándose con un pequeño pelotón bloqueando su única vía de escape, sus cabezas eran el blanco de una decena de armas.

Mientras el mundo cae (Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora