17. Propuesta

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"Vamos a encontrar una nueva forma de amar,

Encontrar una que nos satisfaga

La viejas costumbres no son lo suficientemente buenas

Vamos a encontrar una nueva forma de amar"

REO Speedwagon – New way to love



—Polnareff...

Kakyoin tocó su hombro al no obtener respuesta, lo veía temblar y eso le preocupaba.

—Deberías entrar—sugirió.

Polnareff asintió en silencio, levantándose con dificultad. Sus ojos estaban hinchados y perdidos en alguna parte más allá de donde apuntaban en realidad. Parecía un tanto desorientado, notando que seguía en estado de shock tras el ataque. Debía traerlo de vuelta a la realidad, por más cruda que fuera esta. Decidió seguirlo, asegurándose de quedar lo más cerca posible en caso de verlo colapsar.

Ninguno había dormido durante toda la noche, esperando que su amigo saliera de pabellón. Lo habían operado de urgencia para detener la hemorragia de su espalda y cerrar la fractura que la bala dejó en su cráneo. Para fortuna, había logrado derretir la bala con su stand antes de perder la conciencia, impidiendo que llegara a su cerebro. La pérdida de sangre era el problema más grave, pues incluso con todas las transfusiones que había recibido hasta ese momento su presión seguía estando peligrosamente baja.

El incidente con el hombre a quien el francés identificó como Hol Horse trajo más de un problema. El no saber cómo explicar las razones que hicieron que Avdol terminara en ese estado los arrastró con la policía, que apareció casi junto con la ambulancia.

Eran rondados por ellos desde cierta distancia, esperando que dejaran el hospital para tomarlos presos, pues al parecer uno de los paramédicos logró identificar a Polnareff como el terrorista más buscado del hemisferio norte. El ser acechados de esa forma lo ponía incluso más nervioso de lo que estaba, por esa misma razón, había extendido los tentáculos de su stand para alertar si alguien se acercaba a ellos.

—Avdol.

Lo vio llorar unos instantes antes de que se desvaneciera en la camilla donde Avdol reposaba. Un grito se escapó de su boca, siendo amortiguado por el colchón y las sábanas blancas. Sostenía la mano del egipcio con fuerza, pidiendo perdón en francés una y otra vez.

—No mueras, por favor...—susurró— no quiero perderte a ti también.

Un hombre algo mayor, que había ingresado junto a Jotaro, dio suaves palmadas en la espalda de Polnareff, sentándose en la única silla que estaba junto a la cama, animándolo para que dejara de llorar.

—No te preocupes—le dijo con gentileza—. Avdol es un hombre fuerte, estará de pie tarde o temprano. Además él te...

Se interrumpió a sí mismo al oír su teléfono, contestando lo más rápido que podía. Parecía ansioso, hablando en un inglés muy rápido y demasiado técnico como para que el trío lo entendiera, haciendo que se miraran entre ellos intentando conseguir una pista. Una sonrisa se dibujó en su rostro al momento de colgar, parecía estar satisfecho con algo, pero Kakyoin no sabía qué.

—Lo lamento, era importante—tosió—. Bueno como mi maleducado nieto no ha dicho nada, tendré que presentarme yo mismo. Soy Joseph Joestar.

Saludo a cada uno cortésmente con un apretón de manos, a excepción de Jotaro, a quien intentó abrazar, pero fue rechazado más de una vez. Resignado, suspiró, acercándose a Kakyoin, murmurándole al oído, y en un japonés perfecto, que estaba al tanto de lo que sucedía entre su nieto y él, agregando que estaba de acuerdo con eso.

Mientras el mundo cae (Jotakak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora