6. Like a Lonely

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Lincoln ya había regresado a su zona residencial, procedió a dejar su auto en el estacionamiento junto a los demás vehículos. Va hacia la puerta principal, una vez dentro, decide ir por el ascensor, no tenia los ánimos para subir las escaleras y mas con las típicas pero fuertes migrañas que tenia.

Las puertas se estaban abriendo, de este sale una ancianita que rondaba los 70 años. Ajustando sus anteojos dijo...

-¡Oh! hola lincoln, ¿como has estado muchacho?- Pregunta muy amable la señora.

"Con ganas de pegarme un tiro, Sra. Dolores" casi quiso escupirle las palabras, pero ya estaba acostumbrado a que la dulce e inocente abuela lo recibiera con esa pregunta, pues, causaba que la triste alma de lincoln se conmoviera un poco por su genuina preocupación.

-Bien abuelita dolores, exceptuando por mi hombro claro, pero fuera de eso como siempre, ¿y usted como esta?- Respondió con la misma amabilidad y con un pulgar arriba.

-Me encuentro bien en lo que cabe, por cierto... fue un golpe duro el que te diste, incluso se escucho el impacto en mi departamento, incluso algunos vecinos salieron a revisar que pasaba- Dice algo preocupada, recordando el susto que se llevo en aquella situación.

-Lamento haberlos alarmado tanto, solo era yo y mi torpeza jeje- Se disculpa de manera vergonzosa el albino.

-No deberías pedir disculpas por pequeños accidentes querido, y no eres ningún torpe, solo algo distraído quizás, pero nada fuera de lo común- Dijo la señora dándole palmaditas en la cabeza cual niño pequeño.

-Gracias, es solo que... últimamente he estado muy pensativo, el estrés y el trabajo me tienen hasta el limite ademas de los dolores de cabeza que ahora sufro- Responde lincoln cansado, dándole un resumen de como era su agobiante situación.

-Tal vez deberías de permitirte un tiempo para ti mismo, ¿no has pensado en vacaciones? pasar tiempo con tu familia y seres queridos?- Sugiere en tono de preocupación.

Ella no tenia la intención pero hizo que lincoln palideciera, pensar en aquellas personas solo lo hacia sentirse horrible, como un cobarde y no lo negaba, a estado huyendo de sus mayores responsabilidades por muchos años.

-Creo que... eso es algo que yo no merezco, aunque seria lindo ¿sabe?, todos reunidos...- Dijo algo melancólico, trataba de evitar que sus emociones salieran a flote pero cada vez le costaba... anhelaba tanto esa lejana fantasía.

-¿Tienes algún problema con ellos cierto?- Pregunta inocente la anciana.

"Mas que eso, rompí a la familia hace mucho tiempo..." pensó lincoln, quería irse de ahí, descansar plácidamente en su cama, ya tenia suficiente con rinn recordandole sus mayores fracasos.

-Es... complicado. ¿Que tal si lo discutimos algún otro día con un café? ¿le parece? yo la invito- Trato de sonar lo mas convincente que pudo con una sonrisa, esto lo decía mientras presionaba el botón del ascensor velozmente, estando en espera.

-Entiendo, cuídate mucho lincoln- Dijo ajena a las verdaderas intensiones del albino, dispuesta a seguir su camino camino. El ascensor llego a lo que el ingresa en este.

-Adiós Sra. Dolores...- Una vez que las puertas ya estaban cerradas, su estado de animo volvió a ser el de siempre, solo que ahora se sentía peor, ver a rinn lo había afectado y charlar con la inocente abuelita hizo que se abrieran viejas heridas del pasado. Su consciencia lo estaba carcomiendo...

Había llegado a su piso, a paso lento se dirige a la puerta de su departamento y entra en el. Se quita su camisa tirándola en el camino, solo quería irse a dormir, fue un día lleno de emociones nada gratas... ¿Alguna vez dejaría de torturarse tanto?

-¿Como estarán ellos?... -Pregunta a la nada a sabiendas de que no obtendría una respuesta. Esto era una rutina para el, cerraba sus ojos y se imaginaba un mundo donde el no se habido ido, uno donde no fue un cobarde e impuso su voluntad ante la sociedad, uno donde... ronnie anne no lo abandonaba e hizo las cosas bien desde un principio. Quiso ponerse a llorar...

Ya de noche y una vez aseado, estaba viendo las noticias en su sofá.

-"Buenas noticias, una vacuna contra el alzheimer fue desarrollada con éxito por posiblemente la mayor científica del siglo 21, liderando a un grupo de científicos. Se espera que pueda ser puesta en uso durante las próxima semanas venideras. Sin duda alguna, un gran acierto para la humanidad"- Decía la reportera con voz monótona.

-Je, otra vez lo lograste hermanita... -Susurro con orgullo. Sentía que de alguna forma, todas esas veces que lisa lo utilizo como sujeto de pruebas habían valido la pena, claro, si ignoramos la explosiones y alguno que otro efecto secundario.

"Ni todos los reconocimientos ni premios del mundo se comparan a lo que tu y yo logramos linc..."

Una sonrisa melancólica se dibujo en su rostro, esas palabras eran ciertas, nada se le comparaba a su hermosa lulu, nada...

Un bostezo provino de su boca, el sueño ya estaba haciéndole efecto. Fue a buscar restos de comida en el refrigerador, no tenia ganas de preparar algo para cenar y mas con el fregadero hecho un desastre, lleno de platos sucios.

-¡Bingo!- Exclama victorioso. Se encontró con una hamburguesa a medio comer, a la que recalienta en el microondas. Se sirve un jugo de naranja y da paso a su pequeña cena en la mesa.

Su teléfono empieza a sonar abruptamente, un mensaje por la nueva y actualizada whatsapp le llego, este decía:

"Recuerda que mañana debes llevar a terry a sus claces suplementarias, suerte en Royal woods el domingo ;)"

Lincoln le contesta:

"¿Tanto quieres que yo pase tiempo con ella que inclusive te vas de gira por un mes?, de cualquier manera, claro que estaré al pendiente de ella. Gracias :/"

Un pulgar arriba fue lo único que recibió lincoln dándole la razón, cosa que le daba igual, con ella o sin ella cerca, el albino siempre estaba al pendiente de terry, al menos desde que llego a california y por casualidades del destino supo que también vivían a allí. La joven aun no se acostumbraba a la presencia de su padre, pero a lincoln le agradaba que fuera menos fría y agresiva que rinn, le daba ánimos de que ella lo aceptase con el paso del tiempo... o por lo menos fracasar en el intento.

Termino de cenar, fue a cargar su teléfono, hecho esto se dirigió a su habitación para acostarse de una vez. Pero antes...

-Donde las habré dejado... ¡oh aqui están!- Dijo sacando un embace de pastillas metido en un gabinete, saca dos y se las toma con un vaso medio de lleno de agua.

-Aaah... mucho mejor- Decía al notar como la presión desaparecía de sus arterias cerebrales. Se acuesta y da inicio a su sueño.

-Buenas noches niños... que sueñen con los ángeles- Dijo mirando el techo, y se quedo dormido...


Like a StoneWhere stories live. Discover now