En el amanecer, un avión descendía hacia una pista de aterrizaje. Ya en tierra, la puerta era abierta desplegando las escaleras. Los pasajeros bajaban uno por uno gracias al estricto orden de las azafatas, con tal de prever accidentes de los cuales nadie de la aéreo linea quería hacerse responsable.
-¡Uno por uno por favor! uno por uno- Decía una de las azafatas, colocando a todos los pasajeros en fila india, estos cooperaban amablemente, sin razones aparentes para no hacerlo. A lo ultimo, bajaron un hombre albino acompañado de una joven.
-Bienvenida a la vieja royal woods terry, espero sobrevivas a la experiencia jeje...- Dice lincoln nostálgico y emocionado. Se toma un momento para inhalar y exhalar 2 veces el agradable aroma de su pequeña ciudad. La joven le prestaba poca atención, estaba inmersa en el chateo de su celular; hablando con sus amigos sobre una noticia de TV, que mataron a un tal carlos...
-Aquí hace mas frió que en california...- Menciona un poco incomoda, lamentando no haberse puesto un suéter. Solo recibió una mirada de extrañes por parte del hombre.
-¿En serio? nunca lo había notado, sera por que eres una visitante...- Responde en duda, nunca antes noto las frías mañanas de su lugar de origen. Terry en respuesta solo se encoje de hombros, volviendo a ser la antipática de siempre.
"Y pensar que se veía tan tierna durmiendo a babas en mi hombro..." pensó lincoln mirándola de reojo. Con supuesto frió y maletas en mano, se dirigieron al centro de la aéreo linea para comprar algo de desayuno. Terry le pidió a la señora un pan con tocino, huevo y una energética red bull, lincoln solo se conformo con un endulzado café con leche. Se fueron a sentar en la mesita mas cercana a ellos, suerte habían pocas personas acaparando lugares.
-Y mientras estemos aqui... ¿donde nos quedaremos?- Pregunta la joven dándole un mordisco a su pan.
-El dinero no es problema, podemos rentar un hotel. Como dije, no esteremos mucho tiempo aqui- Responde tomando un sorbo de su café. Terry aun seguía meditándolo, se le hizo costumbre mirarlo de reojo, haciendo conjeturas del como es que estaba tan calmo, ¿acaso no estaba a punto de dar un paso que le cambiaría totalmente su vida? La historia era otra en la mente del albino, se estaba arrepintiendo a mas no poder... quería huir.
"Aun no es tan tarde para desistir..." pensó lincoln con leves nervios, luego miro a terry... se dio cuenta de lo cálido y hermosos que eran estos momentos con ella, ¿serian así de hermosos si los pasara con aquellos a los que abandono? claro que si, mejores aun incluso... lastima que fue un cobarde.
-¿¡Viejo que tanto me miras!? ¿¡tengo algo en la cara!?- Pregunta terry enojada y un tanto roja de la vergüenza, ver por 5 minutos a alguien como una estatua solo lo pondrían nervioso...
-¡P-perdón! solo... estaba pensaba un poco; suelo divagar...- Se excuso lincoln, con una sonrisa y una mano en la nuca.
-¿Pensando en los errores de tu pasado?- Pregunta con sarcasmo y su característico cinismo mientras masticaba. A pesar de no tener la intención de hacer alguna ofensa o burla, recibió el ceño fruncido del albino.
-Ellos no son errores terry, ninguno de ellos... yo si lo soy- Responde con un notorio tono de molestia, desvía su mirada de la chica.
"Y todo por que no pude decirle que NO a una rubia..." piensa dándole un gran sorbo a su café, siendo llevado a triste recuerdos del pasado, en el que era recibido por un café mañanero, dado por el ser mas importante de su vida; su madre... cuando todo era normal aun.
Terry quería decirle "lo siento", "fue un accidente", "perdóname"... cualquier cosa que sonara como una disculpa convincente, pero las palabras no le salían, supo que jodió el bello momento que habían tenido. Decide que es mejor callar y dejar que se enfrié la situación, centrándose en el pequeño pedazo de pan que le quedaba. Ambos terminan sus respectivos desayunos, pagan la cuenta y se dirigen a la concurrida salida de la aéreo linea.
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Like a Stone
FanfictionLincoln lo sabia, desde el 1er momento supo que algo no andaba bien en lo mas profundo de su subconsciente, y a pesar de haber pasado mas de 20 años después, el sentimiento de incomodidad seguía siendo el mismo. Ahora tendrá que tolerarlo multiplica...