Like a Stone

17. Like a Picture

En la casa loud, se encontraba caminando por los pasillos el niño menor de la familia, divaga en su mente sobre todos aquellos momentos que paso con anterioridad. El lazo familiar que los mantenía unidos se había reforzado más por aquella noticia, la cual no lo terminaba de convencer, quizás por el hecho de no querer compartir a su padre con sus nuevas "Prima-Hermanas"... a diferencia de las chicas, él si tenía algunos recuerdos de su padre y el juntos, el problema resultaba que cuando intentaba hacer una vista de su cara, esta era remplazada por manchón borroso.

Le molestaba no poder acordarse de por lo menos como lucia, era como si un hombre invisible fuera el que usurpase sus recuerdos, recuerdos como en los que; se le cayó su primer diente, toco por primera vez una guitarra, descubrió su amor por la música... tantas cosas vividas, ahora solo estaban incompletas.

"¿Se fue por que hicimos algo malo...? ¿Yo... hice algo malo? Que basura es esta..." piensa lemy, un poco entristecido pero más que todo enojado, una cosa era él, pero la otra era su familia. Culpaba a su desaparecido padre de esa vez en particular, donde encontró a su madre soltando sollozos dormida, algo que fue hace 3 años y medio, pero que aún estaba nítido en su memoria, aun podía acordarse de los casi inaudibles susurros dados, de lo muy poco que escucho, hubo un nombre que le llamo mucho la atención...

-Lincoln...- Susurro lemy para sí mismo. A día de hoy, ese nombre no abandonaba su mente, ni siquiera en sus momentos más íntimos, ¿por qué? cabe la posibilidad de que ese sea el nombre de su padre, pero esa posibilidad murió cuando le pregunto directamente a su madre, ¿quién es lincoln...?

Por un momento, pensó que se le saldrían los ojos a su madre de la impresión, después se reacomodo con unos parpadeos, y le explica que "Lincoln", es el nombre de su hermano menor, por ende su tío. No muy convencido, decidió creerle esa antigua vez, más que todo por ser su amada madre que si bien podía tener un montón de imperfecciones sin cuidado, según lyra por las salvajadas y tonterías que comete, ella siempre ha estado ahí para ellos, con todo su amor, cariño y disposición haciéndola a los ojos del niño el ser más maravilloso que existe.

Por eso, no entendía cómo era posible que alguien le sacara lágrimas, no sabía nada acerca de su tío, pero si de algo estaba seguro es que ahora lo tenía en su lista negra personal por hacer llorar a su mama, algo "imperdonable", dicho de esa forma si usaba el pulcro vocabulario de su hermana. Sin importar que haya hecho, siempre se pondría de su parte. Quería creer que lyra también haría lo mismo, pero con lo recta y estricta que se ponía a veces, por no decir siempre, resultaba difícil adivinar en que pensaba.

"Somos familia después de todo... ella no nos traicionaría, ¿verdad?" se pregunta él, para después sacudir su cabeza de un lado a otro en rotunda negación. Detuvo su caminar, se cruzó de brazos y frunce el ceño ante el disparate que pasaba por su cabeza, analizándolo, no hay razón alguna para que lyra los haga a un lado, por más defectos que hayan, ¿cierto?

-¡Oye tu, mini hombre!- Exclama una pedante voz femenina, de una pequeña rubia que esta como a 4 pasos de el, posando sus manos en sus caderas y golpeando su pie contra el piso repetidas veces.

-¿Huh? ¿q-que...?- Pregunta perdido, por estar tan metido en su mente y no notar los llamados de la niña.

-Te he estado llamando por un minuto, ¡tonto!- Aclara la pequeña rubia, intensificando el golpeteo de su pie contra el piso. Lemy suelta un suspiro de resignación, se sentía un poco mas relajado al saber que solo se trataba de su quisquillosa "prima-hermana".

-Si, si, lo siento... ¿Como estas, te fue bien con tus amigas...? ¿Gwen dijo algo... de mi?- Pregunta con algo de timidez esto ultimo. Por un segundo, leia creyó ver un atisbo de sonrojo en ambas mejillas del niño, lo que se le hizo muy tierno, a pesar de que este era mayor.