Like a Stone

7. Like a Stranger

Tic tic tic tic tic tic

El sonido venia de una alarma que marcaba las 6:00 AM exactas. Una mano proveniente de la cama trataba de apagarlo de forma algo torpe, y lo consigue.

Levantarse por la mañana siempre le resultaba algo molesto ¿y a quien no?, pero debía hacerlo ya que contaban con el. Se levanta de la cama dando estiramientos cual gato, algunos huesos sonaron.

-Mmmmm... eso es- La sensación lo hizo sentir algo cómodo y relajado. Salio por la puerta para usar el baño. Una vez dentro, se miraba detalladamente en el espejo para poder ver y juzgar mejor su apariencia, notaba como su barba estaba volviendo a crecer, no quería que esta sobresaliera y hacerlo ver mas viejo por distintivo el color.

Se cepillo e hizo sus necesidades básicas. Se encontraba de regreso en su cuarto buscando que ponerse, se decidió por unos blue jeans y una camisa negra con franjas anaranjadas en los bordados... el buen y suave diseño de la camiseta le traía cálidos recuerdos de su hermana modista, se le formo una amarga sonrisa.

Va a la cocina y se sirve un sándwich con huevo y mantequilla de maní, algo pequeño pero con las cantidades precarias de proteína y carbohidratos que el requería. Sus habilidades culinarias mejoraban conforme pasaban los años, puede que tal vez fuese algo hereditario, debería de darles las gracias al viejo lynn por ello y aquellas clases de gastronomía que alguna vez pensó eran una perdida de tiempo.

-6:30, aun tengo tiempo, sus clases empiezan a las 7:30- Dijo observando su reloj en la muñeca, lastima que el de la pared estaba descompuesto.

"Quizás en el camino pase por pilas nuevas, ojala hayan descuentos" pensó lincoln, quien ya llevaba demasiado tiempo sin cambiarle las pilas al reloj principal de su departamento.

-Te esmeraste como siempre loud- Se dijo así mismo al terminar con su desayuno, lamiendo sus dedos por los restos de comida que quedaban.

Fue a ponerse unos tenis, ya vestido y desayunado va en busca de sus llaves, estas estaban colgadas en el llavero de su cocina, las toma y sale de su departamento al ascensor, presiona el botón y espera paciente a que este suba. Las puertas se abren...

-Buenos días lincoln- Del ascensor sale una chica pelirroja que estaba alrededor de sus 20 tantos años, esta la sonreía cortesmente.

-Buenas días daniela- lincoln le devuelve el saludo para después entrar en el ascensor antes de que este se cierre.

"¡Maldición! hubiera aprovechado en preguntarle cuando seria la próxima junta vecinal..." se reprendía el albino mentalmente con una mano tapando sus ojos. Ya eran muchísimas las veces en que se saltaba las juntas ya sea por cuestiones de trabajo, salud, tratar de pasar tiempo con terry o por nada mas y nada menos que flojera, sin importarle las consecuencias.

Por eso, no le extrañaba cuando era tomado por sorpresa cada que tenia que pagar el agua, el gas o la electricidad. Los precios generalmente subían o curiosamente bajaban. Saca su teléfono y le envía un mensaje a la pelirroja algo preocupado por su falta de atención.

"Daniela de casualidad, ¿no sabes cuando sera la próxima junta vecinal? pase de largo y no te pregunte jeje... :/"

Esta le contesta:

"Dentro de un mes, lo mas probable es que sea el 2do marte del próximo, trata de no faltar otra vez ¿si? :P"

Lincoln le responde:

"Gracias y prometo que lo intentare"

Aliviado con esta nueva información, devuelve el teléfono a su bolsillo guardándolo. El ascensor ya había descendido a la planta baja, una vez que las puertas se abren, lincoln sale en dirección a las puertas principales. Ya afuera y dando inhalaciones para admirar el buen aire mañanero, busca su auto por el concurrido estacionamiento, saludando a uno que otro vecino quienes también iban de salida, se detiene y reconoce a un cámaro del 69 de un rojo metalizado oscurecido.